Hace algunos (bastantes) años, alguien que había tenido mucho éxito en su relación con las personas y al que todo el mundo quería, (se llamaba SR. Tomeu, y no es una fábula), al preguntarle de dónde le venía ese carisma tan especial, me contestó: SIEMPRE alabo las cosas buenas de las personas en PUBLICO, y SIEMPRE hago las críticas en PRIVADO. Desde entonces intento aplicar esta norma (no siempre me sale) y la verdad es que los resultados son asombrosos. A veces he conseguido el aprecio de "enemigos" sólo con aplicar esta sencilla norma.:wink:
pienso que las discusiones o discrepancias, siempre que se lleven con educacion, son siempre positivas ademas de placenteras, no tenemos por que estar siempre deacuerdo
Pues así, con ésta educación, dá gusto. Yo Sin embargo creo que me exalté demasiado pronto-..,--., Será la edad? o será el Guaraná?