Kiriliko
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Los coches del año (1964-1988), Escrito por Ramón Roca en 8000vueltas.com
“El Rover 2000 ha sido proclamado el mejor automóvil del año (1964) por veintiséis expertos internacionales requeridos a iniciativa de una conocida publicación holandesa del motor. De un total de 125 puntos, el Rover 2000 consiguió 76. El Jurado lo componían importantes periodistas del motor de Francia, Alemania, Italia, Inglaterra, Bélgica, Suiza, Luxemburgo, Dinamarca, Austria. Suecia, USA y Holanda”.
De ese modo, sin gran repercusión mediática, comenzó la elección del Coche del Año en 1964, organizada por la revista automovilística holandesa Autovisie en colaboración con L’Équipe de Francia, la italiana Quattroruote, la sueca Vi bilagare, la inglesa The Daily Telegraph y la alemana Stern, a las que se sumaría Autopista.
Ello ocurría cuando en nuestro país el parque de automóviles -unas 650.000 unidades e inferior, por otra parte, al de moto – era unas 30 veces más bajo que al actual. El Seat 600 representaba uno de cada tres coches rodantes, reduciéndose la elección de automóviles a un Seat 1500, 800 o 600 D, a un Renault Dauphine Ondine, Gordini, o 4 L, o si no, a un Citroen 2 cv o a un Goggomobil, ninguno de ellos de entrega inmediata, excepto el Goggomobil, no pudiendo los españoles de la península adquirir en aquellos tiempos un coche importado, salvo que recurriéramos a raras maniobras y a listas de espera, o pagáramos enormes sobreprecios.
Así fue como “en atención a su gran velocidad, seguridad, economía y comodidad, fue nominado Coche del Año el sedán de cuatro puertas, avanzado diseño y elegantes líneas que era el nuevo Rover 2000”. El Rover 2000, presentado en octubre de 1963, fue un modelo motorizado por un 4 cilindros y también por un V 8, que se mantuvo en fabricación hasta que en 1976 le sustituyó otro coche del año, el Rover 3500 S.
En la contienda de ese año el segundo clasificado era nada menos que el mejor coche de lujo del mundo de la década de los 60 y quizás de los 70, el impresionante Mercedes 600, un lujosísimo automóvil repleto de tecnología avanzada que se fabricó hasta 1981 sin ninguna variación técnica o estilística.
El tercer clasificado era un coche original del que, me temo, nadie se acuerda, el Hillman Imp, el competidor que el grupo inglés propiedad de Chrysler, Rootes (Hillman, Humber, Singer, Sunbeam), creó para luchar contra el Mini. El Hillman Imp era un todo atrás de 850 cc, que vivió hasta 1976.
El coche que ni se clasificó entre los posibles candidatos a Coche del Año 1964 fue el Porsche 901, al igual que el NSU Spider Wankel, el primer Wankel fabricado en serie en el mundo, que quedó igualmente inédito ese año, habiendo sido presentados ambos en septiembre de 1963.
El relevo del original Rover 2000 fue otro coche inglés: el Austin 1800, coche del año 1965, presentado en octubre de 1964. El 1800 era un Mini en grande, igualmente con motor transversal, tracción delantera y carrocería con gran batalla. A pesar de compartir motor con el MG B, este coche habitable pecaba de escasas prestaciones y carecía del encanto del Mini, cuya filosofía pretendía compartir.
Ese año la medalla de plata fue para un coche desconocido del gran público, para el Autobianchi Prímula, una berlina bicuerpo de 3 o 5 puertas en la que Fiat, a través de su filial Autobianchi, desarrollaba su concepto de tracción delantera y motor transversale sin atreverse a usar su nombre. El muy mediático Ford Mustang tuvo derecho al bronce y fue la demostración de que los departamentos de marketing también saben hacer coches que se venden muy bien, tanto que a nivel popular es hoy el automóvil clásico más deseable.
Llegó 1966 y el premio se entregó con evidente justicia a un hito del automóvil, a un coche que parecía diseñado por un arquitecto, al innovador Renault 16, comercializado en abril de 1964, primer dos volúmenes de 5 puertas de la historia y ejemplo magistral de uso del habitáculo, al superar el carácter demasiado furgoneta del Renault 4 de 1961.
El nuevo Rolls Royce Silver Shadow, el primer monocasco de su fabricante, fue el segundo clasificado, quedando en tercer lugar el Oldsmobile Toronado, el mayor tracción delantera del mundo de aquellos días, que no el primer tracción delantera made in USA, que fue el Cord L 29.
Al año siguiente, 1967, el coche del año fue un automóvil sin avances técnicos, conservador pero muy homogéneo, rápido y habitable, el Fiat 124, que aquí conoceríamos como Seat 124 desde octubre de 1968 y que en Rusia fue fabricado como Lada hasta septiembre de 2012. El segundo clasificado fue un BMW pequeño, un BMW de dos puertas, a la vez familiar y deportivo, el antecesor de los BMW 3, o sea, el BMW 1600, y el tercer clasificado resultó ser un tracción a las 4 ruedas con ABS -14 años anterior al Audi Quattro- el Jensen FF, un deportivo inglés de 4 plazas movido por un V 8 Chrysler.
“El Rover 2000 ha sido proclamado el mejor automóvil del año (1964) por veintiséis expertos internacionales requeridos a iniciativa de una conocida publicación holandesa del motor. De un total de 125 puntos, el Rover 2000 consiguió 76. El Jurado lo componían importantes periodistas del motor de Francia, Alemania, Italia, Inglaterra, Bélgica, Suiza, Luxemburgo, Dinamarca, Austria. Suecia, USA y Holanda”.
De ese modo, sin gran repercusión mediática, comenzó la elección del Coche del Año en 1964, organizada por la revista automovilística holandesa Autovisie en colaboración con L’Équipe de Francia, la italiana Quattroruote, la sueca Vi bilagare, la inglesa The Daily Telegraph y la alemana Stern, a las que se sumaría Autopista.
Ello ocurría cuando en nuestro país el parque de automóviles -unas 650.000 unidades e inferior, por otra parte, al de moto – era unas 30 veces más bajo que al actual. El Seat 600 representaba uno de cada tres coches rodantes, reduciéndose la elección de automóviles a un Seat 1500, 800 o 600 D, a un Renault Dauphine Ondine, Gordini, o 4 L, o si no, a un Citroen 2 cv o a un Goggomobil, ninguno de ellos de entrega inmediata, excepto el Goggomobil, no pudiendo los españoles de la península adquirir en aquellos tiempos un coche importado, salvo que recurriéramos a raras maniobras y a listas de espera, o pagáramos enormes sobreprecios.
Así fue como “en atención a su gran velocidad, seguridad, economía y comodidad, fue nominado Coche del Año el sedán de cuatro puertas, avanzado diseño y elegantes líneas que era el nuevo Rover 2000”. El Rover 2000, presentado en octubre de 1963, fue un modelo motorizado por un 4 cilindros y también por un V 8, que se mantuvo en fabricación hasta que en 1976 le sustituyó otro coche del año, el Rover 3500 S.
En la contienda de ese año el segundo clasificado era nada menos que el mejor coche de lujo del mundo de la década de los 60 y quizás de los 70, el impresionante Mercedes 600, un lujosísimo automóvil repleto de tecnología avanzada que se fabricó hasta 1981 sin ninguna variación técnica o estilística.
El tercer clasificado era un coche original del que, me temo, nadie se acuerda, el Hillman Imp, el competidor que el grupo inglés propiedad de Chrysler, Rootes (Hillman, Humber, Singer, Sunbeam), creó para luchar contra el Mini. El Hillman Imp era un todo atrás de 850 cc, que vivió hasta 1976.
El coche que ni se clasificó entre los posibles candidatos a Coche del Año 1964 fue el Porsche 901, al igual que el NSU Spider Wankel, el primer Wankel fabricado en serie en el mundo, que quedó igualmente inédito ese año, habiendo sido presentados ambos en septiembre de 1963.
El relevo del original Rover 2000 fue otro coche inglés: el Austin 1800, coche del año 1965, presentado en octubre de 1964. El 1800 era un Mini en grande, igualmente con motor transversal, tracción delantera y carrocería con gran batalla. A pesar de compartir motor con el MG B, este coche habitable pecaba de escasas prestaciones y carecía del encanto del Mini, cuya filosofía pretendía compartir.
Ese año la medalla de plata fue para un coche desconocido del gran público, para el Autobianchi Prímula, una berlina bicuerpo de 3 o 5 puertas en la que Fiat, a través de su filial Autobianchi, desarrollaba su concepto de tracción delantera y motor transversale sin atreverse a usar su nombre. El muy mediático Ford Mustang tuvo derecho al bronce y fue la demostración de que los departamentos de marketing también saben hacer coches que se venden muy bien, tanto que a nivel popular es hoy el automóvil clásico más deseable.
Llegó 1966 y el premio se entregó con evidente justicia a un hito del automóvil, a un coche que parecía diseñado por un arquitecto, al innovador Renault 16, comercializado en abril de 1964, primer dos volúmenes de 5 puertas de la historia y ejemplo magistral de uso del habitáculo, al superar el carácter demasiado furgoneta del Renault 4 de 1961.
El nuevo Rolls Royce Silver Shadow, el primer monocasco de su fabricante, fue el segundo clasificado, quedando en tercer lugar el Oldsmobile Toronado, el mayor tracción delantera del mundo de aquellos días, que no el primer tracción delantera made in USA, que fue el Cord L 29.
Al año siguiente, 1967, el coche del año fue un automóvil sin avances técnicos, conservador pero muy homogéneo, rápido y habitable, el Fiat 124, que aquí conoceríamos como Seat 124 desde octubre de 1968 y que en Rusia fue fabricado como Lada hasta septiembre de 2012. El segundo clasificado fue un BMW pequeño, un BMW de dos puertas, a la vez familiar y deportivo, el antecesor de los BMW 3, o sea, el BMW 1600, y el tercer clasificado resultó ser un tracción a las 4 ruedas con ABS -14 años anterior al Audi Quattro- el Jensen FF, un deportivo inglés de 4 plazas movido por un V 8 Chrysler.