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evidentemente parece que , pinchar hoy un neumático ya no es lo que era, sus consecuencias, si no se actúa con cierto conocimiento, puede ser bastante costoso.
Al menos eso es lo que descubrió el propietario chileno de este Mercedes-Benz S 500, quien tras una sucesión desafortunada de pequeños inconvenientes, terminó derritiendo parte de su auto en su reciente visita a la Argentina, todo comenzó con un clásico pinchazo en la Ruta 7
Tras pinchar la rueda delantera derecha, el propietario del auto descubrió que las ruedas de auxilio de uso temporario no están pensadas para las rutas de este lado del planeta, por el pésimo estado de conservación de los caminos y las grandes distancias hasta un centro de reparación, el propietario del Mercedes no tuvo mejor idea que quitar la rueda trasera derecha, colocarla adelante e instalar detrás la llanta temporaria.
Hasta aquí todo bien. La rotación de neumáticos es una práctica habituaL, aunque no en un Mercedes-Benz con 455 Cv, y dos toneladas de peso, las ruedas traseras son sensiblemente más anchas que las delanteras. Esto, al parecer, no lo percibió el conductor al reanudar la marcha.
El neumático más ancho comenzó a rozar con el amortiguador, hasta que se prendió fuego. Lo curioso es que el calor no alcanzó a reventar al neumático, pero sí fue suficiente para afectar a la delgada carrocería de aluminio del Clase S. Resultado: el guardabarros se derritió.

Fte: autoblog argentina ( autoblog.com.ar)
Al menos eso es lo que descubrió el propietario chileno de este Mercedes-Benz S 500, quien tras una sucesión desafortunada de pequeños inconvenientes, terminó derritiendo parte de su auto en su reciente visita a la Argentina, todo comenzó con un clásico pinchazo en la Ruta 7
Tras pinchar la rueda delantera derecha, el propietario del auto descubrió que las ruedas de auxilio de uso temporario no están pensadas para las rutas de este lado del planeta, por el pésimo estado de conservación de los caminos y las grandes distancias hasta un centro de reparación, el propietario del Mercedes no tuvo mejor idea que quitar la rueda trasera derecha, colocarla adelante e instalar detrás la llanta temporaria.
Hasta aquí todo bien. La rotación de neumáticos es una práctica habituaL, aunque no en un Mercedes-Benz con 455 Cv, y dos toneladas de peso, las ruedas traseras son sensiblemente más anchas que las delanteras. Esto, al parecer, no lo percibió el conductor al reanudar la marcha.
El neumático más ancho comenzó a rozar con el amortiguador, hasta que se prendió fuego. Lo curioso es que el calor no alcanzó a reventar al neumático, pero sí fue suficiente para afectar a la delgada carrocería de aluminio del Clase S. Resultado: el guardabarros se derritió.

Fte: autoblog argentina ( autoblog.com.ar)



) y, si no me falla la memoria. Todo esto en dos Peugeot 505, y pinchazos al menos 4 ruedas, siendo posible reparar algunas y al menos una la tuvimos que cambiar del todo.

