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Tras el mazazo de leer la noticia, llevo varias horas delante de un folio pensando, escribiendo y borrando (una de las grandes aficiones de Antonio hasta altas horas de la noche, junto con un buen whisky) para digerir esta perdida.
Dicen que una persona en realidad muere dos veces. Una cuando lo hace físicamente; y otra, la definitiva, cuando su recuerdo muere en la mente de sus seres queridos. Por este motivo quiero hablaros de otro Antonio menos conocido, mi amigo Antonio.
La mayoría de vosotros conocisteis al forero inteligente, reposado, y firme con sus convenciones, construidas tras muchos años de experiencia de una vida intensa como pocas, y un sólido proceso de análisis racional y desapasionado impecable maridado con un conocimiento humano basado en su profesión. Pero yo tuve el placer y el privilegio de conocer
a la persona. Algo poco frecuente puesto que, por mucho que él lo hiciese con los demás, difícil era que te dejase entrar “hasta la cocina” de su alma. Fue a través de largas conversaciones telefónicas tocando casi todos los palos posibles, desde los más livianos, hasta los más intensos farragosos y duros, relacionados con las sombras del alma humana, dado que siempre que hablábamos se sentía en la obligación de devolver, multiplicado, el favor que solicitaba, cuando en realidad, una conversación sincera con Antonio, al nivel que solo él era capaz de tener, valía infinitamente mas que cualquier consejo u opinión que alguien pudiera darle.
Antonio lo mismo ayudaba desinteresadamente a un desconocido, algo que hacía a diario como ninguno sois capaces de imaginar y que daría para un libro, como resolvía los problemas que para otros eran imposibles. Por eso era extremadamente bueno y reconocido en su ámbito profesional, y como persona. Brillante hasta la incompatibilidad con la estupidez, con unos principios que le empujaban hacia la soledad porque no le valía el conformismo, ni siquiera en la amistad o la familia. No había opción a la duda. Era tan transparente como lúcido, tan brillante como intolerante con los pecados que odiaba; un hombre honesto. Poseía una inteligencia desbordante que era imposible de ocultar, y que provocaba la ira en una minoría, y la incomprensión en la mayoría, como sucede con todos los superdotados a partir de determinado nivel.
Hoy, el mundo es un poco mas oscuro, porque se ha apagado una luz que brillaba intensamente con luz propia demasiado joven (como también sucedió con su padre, algo que siempre tenía muy presente a la hora de vivir), y que, usando el dicho como consuelo, dejó una huella marcada por la intensidad con la que brilló, y no por su duración.
Deja huérfana a la mujer de su vida…. Isabel. De las muchas y muy variadas mujeres que tuvo en su vida, puesto que manejaba ese lenguaje oculto que os comento con una soltura envidiable, y hacia buen uso de él con el género femenino; ella era, fue y para siempre será SU mujer. La que le hizo dar pasos de manera voluntaria que le resultaban impensables antes de conocerla, y que a él mismo le sorprendía.
Aparcado queda ese Golf rojo recién comprado que tenía intención de presentar en el foro.
Antonio; donde quiera que estés, gracias por haber existido, amigo. Hoy abriré una de esas botellas que teníamos pendientes y no llegamos a beber juntos, y brindaré a tu salud como corresponde.
P.D.: Os dejo, en su memoria, una breve escena que él utilizaba para explicar su manera de vivir, luchando pulgada a pulgada.