Nuevo Bentley Continental GT: Igual, pero completamente distinto
Bentley hace coches para puretas. Porque no importa que su supercoupé venga con Google Maps o la integración de coronas LED en los grupos ópticos; hace falta conocer muy de cerca las obras de la firma de Crewe para darse cuenta de que este es un automóvil casi totalmente nuevo (e incluso puedes quitar el casi si le calzas el futuro V8).
En cualquier caso, la reorganización de los elementos ha dejado un coche estupendamente agraciado.
Si te fijas en sus formas generales, podrías caer en el error de pensar que el nuevo Continental GT es poco menos que un restyling del actual. Pero nada más lejos de la realidad. El coche estéticamente es una evolución del primer Continental GT, pero más musculado, más macho, con formas frontales más definidas, esculpidas. Los grupos ópticos delanteros cuentan con coronas LED, que son muy similares a los del nuevo Mulsanne.
El motor es una evolución del W12 de la pasada generación. Ahora cuenta con 575 caballos extraídos de los 6 litros de cilindrada, con doble turbo, 700 Nm de par, y capacidad FlexiFuel, para que aquellos que piensan en la ecología... por decir algo. Pero la novedad más importante en cuanto a mecánicas es la incorporación de un segundo propulsor de ocho cilindros en uve, que se podrá comprar a finales de 2011, que ofrecerá un recorte en emisiones y consumos del 40% respecto al W12. Ahora mismo no hay datos de potencia o especificaciones del motor, pero perteneciendo a VAG, posiblemente sea compartido con VW-Audi o Porsche.
Ambas mecánicas van acopladas a un sistema de tracción integral retocado, que ahora dispone de un reparto de par del 40% al eje delantero, y del 60% al trasero en condiciones estabilizadas, con lo que se consigue un punto de partida más dinámico que el 50:50 actual.
La caja de cambios se denomina Quickshift, tiene sólo seis relaciones (digo lo de solo porque nos hemos malacostumbrado a las de 7 u 8 en coches de estos precios), pero con 700 Nm de par, no le hacen falta más. Su funcionamiento se ha perfeccionado y ahora es capaz de cambiar de marcha en solo 200 milisegundos, acercándose en rendimiento a una caja sincrónica automatizada, aunque el convertidor de par seguirá siendo el factor limitante.
Las cifras de prestaciones con el W12 son muy buenas, con un 4,6 en el 0 a 100 (hay que considerar la tremenda masa que arrastra el potente motor británico: 2.320 kilogramos), y una punta de 318 km/h.
Volviendo a la estética, pero ya dentro del lujoso habitáculo, la renovación destaca sobre todo en el capítulo de los sistemas multimedia con el uso de un nuevo navegador basado en Google Maps. De todas maneras, se mantiene el clasicismo británico y los buenos acabados, aunque el uso de componentes comunes de VAG puede que llame un poco la atención en un coche tan caro.
Y hablando de caro o barato, de precio no se sabe nada, pero la aparición de una versión V8 podría dar lugar a un escalón de acceso a la B alada más económico que lo que hasta ahora teníamos conocido, por lo que podría ser una gran noticia para aquellos que soñaban con tener su Bentley, pero se les iba de presupuesto. Veremos.
En definitiva, y a falta de verlo y tocarlo en París, el Continental GT es una reinterpretación completa del modelo que hasta ahora conocíamos, pero con tecnologías y materiales de hoy en día, y con más dinero y experiencia para gestarlo. Su concepto, prestaciones y formas son una evolución y no una revolución, pero el éxito de la primera versión ha sido tal que para qué cambiar la receta. Se ve fantástico, y estéticamente el paso adelante, aunque tal vez pueda parecer pequeño, deja obsoleta la estética de la variante que hasta ahora conocíamos si miras fotos de ambos al mismo tiempo. Y es que cuatro músculos más esculpidos en las aletas, y esas marcadas caderas hacen mucho a favor de este GT inglés.
