El microcoche que salvó a BMW cumple 50 años Durante los duros años de la posguerra alemana, cuando las instalaciones industriales estaban destruidas y casi nadie podía permitirse comprar un coche, el Isseta permitió a BMW reflotar la compañía y, de paso, revolucionó el concepto de movilidad. MADRID.- No sorprende que en algún momento BMW haya estado a punto de renegar de este pequeño 'huevo sobre ruedas', que para más INRI ni siquiera es una creación de la propia compañía, pero lo cierto es que ahora que se celebran los cincuenta años de su lanzamiento, el fabricante bávaro ha decidido rendir un justo tributo al coche con que logró desatascar sus cadenas de montaje tras la Segunda Guerra Mundial y que fue el icono de la movilidad durante la posguerra. Con la fábrica de Eisenbach todavía por reconstruir, en 1954 BMW atravesaba por el momento más delicado de toda su historia, a pesar del enorme prestigio acumulado como fabricante de motocicletas y motores para aeroplano, antes y durante la Segunda Guerra Mundial, en aquel entonces su producción de coches se reducía a la berlina BMW 501. Aunque la comodidad y las prestaciones que ofrecía el 501 eran magníficas para la época, estaba completamente fuera de alcance para la inmensa mayoría de la población Alemana, por lo que su escaso volumen de ventas hizo que su producción no fuera rentable. La dirección de BMW comenzó entonces a buscar un coche popular con una buena relación calidad precio y lo encontró en una moto totalmente carenada denominada Isetta y que construía un fabricante italiano llamado Isomoto. El Isetta cumplía con las dos premisas que BMW se había fijado: que pudiera producirse en serie rápidamente y a un coste muy bajo. Peculiar y creativo Un acuerdo de licencia con el constructor italiano permitió a BMW iniciar la fabricación del Isetta en 1955, eso sí, con algunas significativas mejoras, como la instalación de faros en la parte superior de la puerta o una nueva cubierta para el motor. El Isetta sigue siendo, después de medio siglo, un vehículo llamativo y original, sobre todo por su puerta frontal que se abre hacia fuera y que proporcionaba a los usuarios una entrada más espaciosa que la ofrecída por las berlinas de la época. La puerta cubría todo el frontal del coche y sobre ella, en el interior, se montaban tanto el volante, como el panel de instrumentos. El asiento ofrecía dos cómodas plazas a las que se podía acceder sin realizar contorsiones, detrás quedaba un generoso hueco para la rueda de repuesto y el equipaje. Aunque ahora pueda parecer casi irrisorio, el motor de un cilindro con 245cc y 12 caballos de potencia se mostraba más que capaz de, como dijeron los directivos de BMW durante una presentación al más puro estilo alemán, 'transportar a sus ocupantes del punto A al punto B mientras les proporciona una protección completa contra las inclemencias del tiempo'. Más aún que eso, las prestaciones del Isetta resultan sorprendentes todavía hoy, ya que lograba alcanzar los 85km/h, con consumo de 3,8 litros cada 100 km y conseguía superar pendientes de hasta el 32%. La fiabilidad del modelo había quedado probada en la Mille Miglia de 1954, en la que el Isetta logró una velocidad media de 70km/h en un recorrido de 1.600 kilómetros. Esto fue posible gracias a que la suspensión y los soportes de las ruedas delanteras, que se desplazaban con el volante, lo que permitía que dirección no se alterara, incluso cuando el coche se inclinaba o rebotaba el Isetta seguía agarrándose a la carretera. Una pareja de recién casados (una de las fotos de la derecha) decidió poner a prueba a su pequeño utilitario e hicieron su viaje de novios Sicilia Suecia en 62 horas. Por cierto, la forma de huevo que tiene el Isetta no fue el resultado de un intento por revolucionar el diseño, sino más bien la imposición de una época en la que escaseaban los materiales y se intentaba reducir al máximo el peso de aquellos coches propulsados por motores de motocicleta. En algunos modelos de Isetta el aprovechamiento del espacio llevó a configurar los asientos en tándem o incluso espalda contra espalda. Una historia de éxitos Aunque el Isetta fue un coche pensado por y para los trabajadores asalariados, los 2.500 marcos alemanes que costaba no hacían de él un coche precisamente barato (un trabajador medio ganaba 4.320 marcos al año). Aún así, lo mismo que sucedió con el Seat 600 en España, pronto la demanda excedió la capacidad de producción, que en 1955 fue de 12.911 unidades, el tiempo de espera hasta que se hacía entrega del vehículo pronto pasó del mes. El ritmo era frenético, en ocasiones los trabajadores de las fábricas se dedicaban a montar Isettas mientras, a unos metros, los albañiles reparaban todavía los talleres dañados durante la guerra. El Isetta pronto comenzó a exportarse a otros países, con algunas mejoras como las denominadas 'mejoras a prueba de climas tropicales', que en realidad eran una protección contra hongos y termitas, hay que tener en cuenta que, ante la carencia de materiales de la época, era habitual emplear en los coches contrachapados de madera. En España, por ejemplo, se llegó a fabricar algún modelo con la partes de la carrocería en cartón-piedra. Para el mercado estadounidense, al que se llegaron a exportar un total de 12.787 unidades, se instalaron luces laterales y de estacionamiento, faros diferentes delante y detrás e intermitentes más potentes. Con el Milagro Económico alemán la población comenzó a solicitar coches más grandes y los primeros modelos que lanzó BMW, el 600 y el 700, se desarrollaron también a partir del Isetta, que tras el lanzamiento de los nuevos vehículos inició un lento declive. La producción del Isetta concluyó en 1962, hasta entonces se fabricaron 161.728 unidades de este modesto pero entrañable vehículo que es una de las joyas de la ingeniería del siglo pasado. Fuente: El Mundo.
Que bonita era la Isseta. yo he visto varias en España, pero fabricadas por Iso, junto con el Isocarro.
Fantástico reportaje, no había caído en eso del 50º aniversario, ahora entiendo por qué ayer había uno expuesto en una feria en Vic. Gracias, ha estado muy interesante :cool:
Es el BMW que tengo encima de mi ordenador en la oficina....unico y genuino. Gracias por el reportaje.
el isetta, el 600 y el mini son los tres coches que me encantaria tener en el garage para ir haciendo cositas el fin de semana. Preciosos coches con preciosos conceptos.
Aisssssh , que ponito era... Cuántos recuerdos... Y Bangle aún no habia nacido . Si señor, que cumpla otros 50 más... si quedan algunos para ese entonces
