Querido imbécil: No llegarás a comerte las próximas uvas, porque de aquí a un año estarás muerto. Y cuando digo muerto quiero decir muerto de verdad, criando malvas para los restos. No palmarás, te lo comunico, de forma heroica, ni útil, ni siquiera natural. Habrás fallecido estúpidamente, a ciento ochenta y en un cambio rasante, o una curva, susto cuando pongas para ti mismo cara de duro de película y metas gas, intrépido, jaleado por música imaginaria o real, creyéndote el rey del mambo. Lo peor del asunto, discúlpame, no será tu pellejo; que al fin y al cabo - salvo para ti mismo y algún familiar- no valdrá gran cosa al precio a que lo vas a vender. Lo malo es que te llevarás por delante, quizás, a gente que ningún interés tiene en acompañarte en el viaje: amigos incautos, la familia que vaya de vacaciones en el coche opuesto, el peatón, el camionero que trabaja para ganarse la vida. Sería más práctico y más limpio, ya puestos a eso, que acelerases hasta doscientos y te estamparas en bajorrelieve contra una pared, que es un gesto más íntimo y considerado. Pero sé que no lo harás así, por que en lo tuyo no hay voluntad de hacerte pupita. Cuando llegue será de forma imprevista, y aún tendrás tiempo de poner ojos de esto no me puede ocurrir a mi antes de romperte los cuernos y quedarte, como dicen los clásicos, mirando a Triana para los restos. Llevo varios años viéndote pasar a mi lado por carreteras y autovías, abonado el carril izquierdo, dándome las luces para que te deje, en el acto, franco el paso. A veces te pegas a un palmo del parachoques trasero, confiando siempre, ante mi posible frenada, en la sólida mecánica de tu coche y en tus proverbiales reflejos y sangre fría. En la intrepidez de tu golpe de vista y en el valor helado, sereno, que tanta admiración despierta a tu alrededor y, en especial, en ti mismo. Guapo. Machote. Que eres un virtuoso. Mira, voy a confiarte un secreto. Somos tan frágiles que te temblarían las manos si lo supieras. Todo cuanto tenemos, que parece tan sólido y tan valioso y tan definitivo, se va al carajo en un soplo, en un segundo, al menor descuido nuestro y al menor guiño del azar, la vida, la condición humana. Basta un insecto, un virus, un trocito de metal en forma de metralla o bala, una gota de agua o de aceite sobre el asfalto, un estornudo, una cualquiera de esas bromas pesadas con las que el Universo se complace en pasar el rato, y tú y todo lo que tienes, y todo lo que representas, y todo lo que amas, y todo lo que fuiste, lo que eres y lo que podrías haber sido, se va al diablo y desaparece para siempre sin que vuelva nunca jamás. Así nos iremos todos, claro. Pero unos se irán antes que otros. Y a ti, querido, te toca en 1994 la papeleta. Claro que a lo mejor me mato yo antes. O a lo mejor me matas tú. Pero yo sé que eso puede ocurrirme cualquier día en cualquier sitio, porque mi condición es mortal. Mientras que a ti ni siquiera se te ha pasado por la cabeza. Lamento no poder comunicarte las circunstancias exactas en que efectuarás -afortunadamente- tu último adelantamiento. Ignoro si tu nombre quedará sepultado en las estadísticas de operaciones retorno, puentes o fines de semana, o si merecerás tratamiento individual, tal vez con foto de hierros y retorcidos pies asomando bajo una manta -siempre se pierde un zapato, recuerda, no uses calcetines blancos- en las páginas de un diario o, incluso, con suerte, en un informativo de la tele. Pero las circunstancias de tu óbito me traen al fresco. Como ya sabes que no suelo cortarme en esta página, diré que ni siquiera me importas tú. Hay quien afirma que toda la vida humana es sagrada, y puede que sea cierto. Pero no resulta menos cierto que ya he visto desaparecer unas cuantas vidas, y que algunas me parecen menos sagradas que otras. En cuanto a la tuya, y me refiero a tu vida personal e intransferible -salvo que creas en la reencarnación-, allá cada cual si quiere pagar tan caro el dudoso placer de cabalgar a caballos de hojalata que devoran a su jinete. Y no vengas con eso del amor al riesgo y el vivir peligrosamente. Conozco a mucha gente que sabe perfectamente, de grado o por fuerza, lo que es riesgo y la vida peligrosa. Gente que sí merecen que derramen lágrimas por ella cuando le pican el billete, en lugar de lamentar la desaparición de fulanos como tú; de tipos incapaces de valorar la vida que poseen y que por eso la malgastan. Qué sabes tú del riesgo, capullo. Y de la muerte. Y de la vida. Que tengas buen viaje
A veeeeeeer.... Que conste que no estoy al 100% de acuerdo con el, sino, en Alemania, poco menos que tontitos, tontitos, esta fechada en el 94, pero para el caso tampoco han cambiado mucho las cosas, efecto oteapartasoteachucho... duro¿?, quizá, pero también hay mucha gente un tanto durilla, pero de mollera...
Pues buena carata para ,desgraciadamente, muchos conductores q ultimamente abundan en nuestras carreteras.
Arturo es un hombre que viene de la guerra. Nosé si eso moldeó su carácter porque siempre leo cosas escritas por él que son muy pesimistas y duras. La carta me ha echo gracia leerla
Es un p*to fantasma pero no lo puedo evitar, me encanta aunque prefiero cuando le da por meterse por la fauna de las sandalias/camiseta de tirantes por medio madriz, los "artistas comprometios" y tal, me parto el eje. En este tema, tampoco le falta razón
Pues Gerardo tienes toda la razon aunque la carta es del 94, el contenido vale ( ypor lo visto "no pasa de moda"), Arturo PR si que es un tio duro de los de verdad, como corresponsal de guerra ha sido la de dios ( y escribiendo novela es un de mis favoritos) pero la verdad es que el tono es bastante duro, que no por ello falso, ni rebuscado, ni demagogico, pero bueno esperemos no encontrarnos ninguno con el protagonista del relato
Es un tono duro, pero creo que acertado, y aunque la leamos dentro de otros diez años seguira estando de actualidad. saludos
Siempre estará de plena actualidad. Según se vayan mejorando los coches, sus motores, su velocidad máxima... y no vayamos nosotros "actualizandonos"... Ahh!, y las carreteras, y la DGT, etc... Me gusta Arturo Pérez-Reverte, porque siempre pincha donde más duele, porque dice las cosas tal y como las piensa... guste o no. Ser corresponsal de guerra le ha hecho ver el pero lado del ser humano, y eso, quieras que no, pasa factura.
Pues nada no pasa nada ;-), la verdad es que como yo casi no entro por forocoches y dedico la navegacion automovilistica casi en exclusiva a nuestro BMWfaq ;-), pues no lo habia visto
Me niego a escribir el tochete que escribí antes, que se me ha borrado así que dire: Yo ya lo había leído, no sé si en forocoches, foro que visito de vez en cuando y que también tiene post bastante buenos (aunque hay rebuscar un poco). No por ello deja de ser menos cierto, y no por ello deja de ser bueno que la recordemos, quizá nos podamos identificar un poco con el protagonista de esta carta. Aunque sólo sea de vez en cuando, cuando vamos de "quemadillos". Espero que ninguno sea el suicida que describe Arturo, pero de vez en cuando todos hacemos alguna cosa que no deberíamos... Tal vez no estemos de acuedo con el estilo, o la forma un poco dramatizada de expresarlo, pero eso no quiere decir que no sea una verdad como un templo y que ese tipo de gente existe, y que probablemente todos conozcamos a alguno (probablemente alguno de esos conocidos o amigos ya no esté entre nosotros).
Francisco Umbral tachó de "angloaburridos" a novelistas "del asunto" refiriendose a Perez Reverte, lo que viene a ser traducído a nivel coloquial como "oportunista" . En fin, sobran comantarios de mi parte. :-k Un saludo.-
No creo que forocoches la haya inventado, estará sacada de otro sitio, en forocoches está posteada y aquí tambien ¿Qué problema hay?
¿Quien ha dicho que hay un problema? ¿No ves los emoticonos? Simplemente sé que también está alli y lo comento, muchas veces veo aquí posts casi idénticos a los de forocoches y me llama la atención, nada más.
Com casi siempre da en el clavo. Ese artículo lo leí en su dia ( que uno ya es viejo) y me sigue pareciendo igual de acertado y la sociedad igual de gilipollas pero que le vamos a hacer. Es cierto que es un hombre de la guerra, de hecho no creo que ninguno de los ocupantes de los otros sillones de la RAE hayan escrito jamás una crónica de guerra bajo un puente a punto de volar por los aires en Sevrenicja, ni siquiera don Francisco Umbral que por cierto es un gran articulista y un "correcto" novelista. Pero esto es una impresión mia.
En su dia nonjour (hace año o año y pico) lo posteó por aquí. Mi opinión no ha cambiado, es un desperdicio usar tanta palabra para decir obviedades que suscribiría cualquiera en su sano juicio. ;-)
Si Gus, hace 2 años creo. Bonjour lo puso y fue un post de muchas paginas...sobretodo por tu amor hacia Arturito
repost de forocoches dicen llevo leyendo foros de motor en internet desde 1998 y todos los años la cartita esta -algo subida de tono para supongo llamar la atención- la veo 2 o 3 veces...
La carta tiene su punto pero lo que nadie ha tenido en cuenta es la desesperación que puede empujar al señor de las ráfagas y morro pegado a llegar a tal comportamiento. Hace un rato hemos llegado de vacaciones y he llegado a la conclusión que en este país nadie sabe que existe un carril derecho.
Este escrito es uno de tantas contribuciones que P-R escribió en "El Semanal", un suplemento dominical que acompaña varios diarios regionales. Luego publicó dos libros recopilando todos estos textos, el primero llamado "patente de corso" (y en el que está incluido este al que nos referimos ahora), y un segundo llamado "con ánimo de ofender". Aunque D. Arturo adopta un tono bastante radical y sin compromisos en muchas de sus opiniones, no dejo de admirar su actitud de "disparar a todo lo que se mueve", incluyendo círculos políticos, intelectuales y económicos. No son muchos los colegas suyos de profesión que se atreven a hacer lo mismo...
Dipsy, el hecho de que el Señor Perez Reverte haya sido un hombre de la guerra (corresponsal) o que otros ocupantes de la RAE no hayan estado en ninguna no le dá el derecho ni el abuso de hacer apologìa sobre conductores rápidos, los que ha tachado prácticamente de Kamicaces, generalizando de tal forma con una demagogia con un fin muy conciso, como tampoco se lo daría al señor Umbral, que si bien no ha estado en la guerra sí ha vivido de mas cerca la postguerra y dictadura en nuestro país. Un saludo.-;-)
Has dicho la palabra clave, Xan: demagogia. Estas cosas solo aumentan mi respeto por personajes como Arturo de Andrés (al menos hasta que le dé por escribir "pseudo-artículos de opinión" sobre el mecenazgo y el pesebrismo en el Siglo de Oro en... Automóvil )
Bueno, pero mira, Gus, con De Andrés sería diferente, que al fin de cuentas, todos sus comentarios "quedan en casa" , nosotros lo guisamos....xDD mientras que la demagogia del señor Perez Reverte en el asunto tratado transciende mas allá de la trastienda, Xddddddd Saludos.-