Prueba evidente que no es necesario entrar en la absurda escalada de potencias que ha sido, en gran medida, el suicidio del sector y responsable, en gran medida también de lo que está pasando con la mandanga de la electrificación, por mucho que te lo vendan como cambio climático, tipo los incendios forestales con Pedro Sánchez.
Un buen motor con 500-520 cv es más que suficiente dentro y fuera de la pista, para poder mover un coche que vaya evolucionando de chasis generación tras generación. Ya hubieran copiado otros fabricantes, c**o y no se hubiesen perdido los V8 atmosféricos en Ferrari ni el V10 de Lamborghini, que hubieran seguido ofreciendo un mundo de sensaciones en conceptos convenientemente adaptados y EVOLUCUONADOS generación tras generación, ahí sí viene bien la palabra.