*NANO*
Clan Leader
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El Chrysler de 850 CV que intentó desafiar a Ferrari y Lamborghini
Nacido en 2004, el prototipo ME 412 tenía un motor 6.0 V12 de Mercedes-AMG y una carrocería de fibra de carbono.

Con 850 CV, cuatro turbos y una supuesta velocidad máxima de casi 400 km/h, el Chrysler ME Four-Twelve (412) podría haber sido la respuesta americana a Ferrari, Lamborghini y Bugatti... en el caso de haber llegado a la producción.
Corría el año 2004 cuando el gigante de Auburn Hills presentó por sorpresa un concept que parecía provenir de un universo paralelo. Era un supercoche que nadie esperaba y que dejó boquiabierto al público del Salón del Automóvil de Detroit.
Corazón alemán
El nombre no era sólo una elección de marketing, sino que definía la arquitectura que había detrás de este Chrysler. ME Four-Twelve significaba motor central, cuatro turbocompresores y doce cilindros. ¡Casi nada!De hecho, bajo la carrocería de fibra de carbono se escondía un motor 6.0 V12 de origen Mercedes-AMG fabricado íntegramente en aluminio. Empleaba cuatro turbocompresores y entregaba una potencia monstruosa: 850 CV a 6.250 rpm. Esta mecánica estaba acoplada a una caja de cambios de doble embrague y siete velocidades, capaz de cambiar de marcha en menos de 200 milisegundos.
Las prestaciones, sobre el papel, eran asombrosas: de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos y una velocidad máxima estimada de 399 km/h. Recuerda: se trataba de un Chrysler, no de un vehículo de algunas de las firmas más exclusivas del mercado.
Prodigio americano
El chasis monocasco del Chrysler era una combinación de fibra de carbono y aluminio, con subchasis de acero al cromo-molibdeno y suspensión de doble horquilla de aluminio fundido. Los discos de freno empleaban material carbocerámico y medían 381 mm de diámetro (los delanteros), con pinzas de seis pistones, mientras que el alerón trasero se activaba electrónicamente a altas velocidades para garantizar la estabilidad aerodinámica.El interior estaba acabado en cuero, fibra de carbono e inserciones cromadas, e incluía climatizador bizona, sistema de audio premium, asientos deportivos y techo de cristal.
Detrás del proyecto estaba el equipo Street & Racing Technology (SRT), el mismo que tenía a su cargo el Dodge Viper y las variantes más extremas de los modelos de Chrysler y Dodge. En principio, se iban a fabricar dos ejemplares del ME Four-Twelve, uno de exhibición y otro totalmente funcional.
Chrysler prometió pruebas en pista y una presentación a la prensa para el verano de 2004. Pero el sueño se apagó rápidamente: a pesar del interés y la repercusión mediática, el proyecto nunca llegó a la producción y simplemente quedó como símbolo de la ambición americana... con la ayuda de la ingeniería alemana.