Si el Xsara este año ha cumplido 25... https://www.bmwfaq.org/threads/citroen-xsara-cumple-25-anos.1032754/ ... el BX cumple los 40, felicidades, siempre me gustó 40 años del Citroën BX 27 septiembre, 2022 Un clásico de nuestra historia de la automoción cumple 40 años. Se trata del Citroën BX supone una historia rica e inesperada en la vida de la marca francesa. Y se refleja en el éxito comercial que logró durante sus 12 años de existencia. Para conmemorar este hito, los expertos de la asociación L’Aventure Citroën invitaron a todos los seguidores del modelo a redescubrir el BX el pasado septiembre en el Conservatorio Citroën de Aulnay-sous-Bois. El Citroën BX bajo la torre Eiffel Era el 23 de septiembre de 1982, cuando caía la noche, y una gran multitud había abarrotado el Champ-de-Mars. Sus ojos se dirigieron hacia el primer piso de la Torre Eiffel, donde se encontraba colgada una gigantesca caja de madera con la inscripción «Voilà la nouvelle Citroën». En un vertiginoso espectáculo de luz y sonido, la caja de madera fue bajada lentamente al suelo. Ésta finalmente se abrió para revelar el Citroën BX. Así comenzó una historia de éxito para la marca. Con una gran ovación y con la Torre Eiffel adornada con dobles chevrones y envuelta en un gran espectáculo de fuegos artificiales. Unos días después, el 30 de septiembre de 1982, el 69º Salón del Automóvil de París abrió sus puertas en el recinto ferial Porte de Versailles. El momento que supuso el pistoletazo de salida a la venta del BX, una de las estrellas indiscutibles de la edición de ese año. Un clásico de nuestra historia de la automoción cumple 40 años. Se trata del Citroën BX supone una historia rica e inesperada en la vida de la marca francesa. Y se refleja en el éxito comercial que logró durante sus 12 años de existencia. Para conmemorar este hito, los expertos de la asociación L’Aventure Citroën invitaron a todos los seguidores del modelo a redescubrir el BX el pasado septiembre en el Conservatorio Citroën de Aulnay-sous-Bois. Proyecto ‘XB’ Lanzado en 1978 con el nombre en clave ‘XB’, el proyecto Citroën BX finalizó sus especificaciones en noviembre de 1979. Los principales objetivos del futuro BX eran garantizar que fuera reconocido como un vehículo moderno, no convencional, con énfasis en la innovación. El BX iba a ser un vehículo de motor transversal, con un peso limitado para asegurar una buena aceleración y un bajo consumo de combustible. Lo que representaba un ahorro de costos en el contexto de la época. Como todos los Citroën de gama alta de esta época, el BX estaba equipado con un sistema de suspensión hidroneumática para garantizar el confort y un agarre impecable a la carretera. El BX tenía una carrocería hatchback de 5 puertas. El desarrollo del Citroën BX estuvo a cargo del centro técnico Vélizy. Para ello se invirtió mucho en CAD (diseño asistido por computadora), lo que permitió definir con precisión el diseño y optimizar las prestaciones. Gracias a este método, el BX consiguió un buen coeficiente aerodinámico de 0,34. El Citroën BX fue innovador en el uso de materiales compuestos. Se implementó en piezas como el paragolpes, el portón del maletero, el capó y los paneles laterales, con un peso de solo 885 kg. Siendo el primer vehículo de la era PSA, los motores del BX se tomaron del propio banco de trenes motrices del grupo. Equipado con potentes motores desde su lanzamiento (62 y 72 CV con 1.360 cc; 90 CV con el bloque de 1.580 cc), el Citroën BX fue sorprendentemente dinámico. Un clásico de nuestra historia de la automoción cumple 40 años. Se trata del Citroën BX supone una historia rica e inesperada en la vida de la marca francesa. Y se refleja en el éxito comercial que logró durante sus 12 años de existencia. Para conmemorar este hito, los expertos de la asociación L’Aventure Citroën invitaron a todos los seguidores del modelo a redescubrir el BX el pasado septiembre en el Conservatorio Citroën de Aulnay-sous-Bois. Sólidos argumentos Con el BX, Citroën se fijó un doble objetivo: entrar en el mercado de vehículos de clase media-alta y convertirle en el sucesor de GSA. Para lograrlo, el BX se basó en sólidos argumentos técnicos para garantizar comodidad, dinamismo y economía de uso. Así como una nueva imagen, con un diseño rompedor. Citroën se apoyó en el famoso carrocero italiano Bertone para diseñar el BX. El diseñador Marcello Gandini (padre de los Lamborghini Miura y Countach) propuso entonces una forma original, robusta, pero sin excentricidades. Destacó en el panorama automovilístico de la época. El habitáculo también era llamativo, con un cuadro de instrumentos inspirado en el CX. Así disponía de elementos característicos, como los controles satelitales a ambos lados del volante y el tacómetro retroiluminado. Decididamente moderno y con gran personalidad, el BX convenció instantáneamente a la prensa. Y sedujo a la clientela de Citroën, captando numerosos nuevos clientes, siendo un gran éxito comercial. Fue construido en la planta de Rennes La Janais en Bretaña y en la planta de Vigo en España. Se vendieron 2.337.016 unidades antes de que finalmente terminara su producción en junio de 1994. Fue uno de los automóviles más vendidos de Citroën. El BX sin duda contribuyó a la reactivación de la marca en la década de 1980.
El inicio del declive. Diseño soso, malos materiales, motores Peugeot y cajas de cambio ruidosas... Nada que ver con un CX aunque el CX tuviera motores con árbol de levas lateral. Ya, ya sé que el CX es un segmento E y el BX un D. Pero no hay color.
Es verdad que su diseño no era tan rompedor como el de sus antecesores, pero yo llegué a probar la versión GTI 16V de 160 cv y me pareció una maravilla de motor.
El 16 v era un coche rápido y seguramente disfrutón. Yo hice 2000 km con el GTI de 129 CV y me pareció un coche de mecánica desagradable. El sonido del motor es barato barato, como en cualquier PSA con motores XU, parece que llevan arena por la distribución. Era nuevo, por si hay dudas sobre el estado de conservación. El comportamiento en curva muy bueno, eso sí, y más deportivo en curva lenta que mi Golf GTI Mk2 también nuevo en esa época, en contra de todas las apariencias el BX cerraba la trayectoria con facilidad al levantar gas en apoyo.
No tienen comparación posible... pero también se podría decir que a su lado el CX era un barco grande, pesado y torpe mismamente a mi dame un DS y un BX GTi 16v antes que un CX... el que si me gusta es el XM.
El que yo probé un día de 1988 por los alrededores de Barcelona, llevaba el mismo motor que el Peugeot 405 MI 16 (sin catalizar aún) y recuerdo que había que subirlo mucho de vueltas. Entre 4 y 7000 rpm daba gusto oírlo. Disfrute conduciéndolo sin contemplaciones.
Yo pude hacer algún que otro viaje allá por el 90 y pocos con un GTI 16v del trabajo y en aquellos tiempos me parecía un cochazo, era el preferido por casi todos teniendo en cuenta los otros que teníamos...
MENOS QUE COCHES CITROEN BX 16 valve 28 oct 2021 El Citroën BX es un automóvil del segmento D producido por el fabricante francés Citroën entre los años 1982 y 1994. Se trata de un vehículo de líneas angulosas, con la luna trasera muy tendida y quinta puerta posterior. El diseño del italiano Marcello Gandini (cuando trabajaba en Bertone) queda patente en el corte del paso de rueda trasero (algo parecido al anterior Maserati Quattroporte). En 1984 apareció un modelo break, denominada "Evasión" en muchos mercados. En ese mismo año, el BX fue nombrado Coche del Año en España. El Bx 16v tenía 160cv, fue uno de los coches mas vendido en Galicia. Durante sus 12 años de producción, se fabricaron en total 2.315.739 unidades entro todos los acabados. ➡️ Suscribete si ves que tal, o vendra Chuck Norris en un C15 y tendras problemas ➡️ Cada vez que activas la Campanita una Fiat Multipla va al desguace
Que maravilla. Mis padres tuvieron uno. Es el coche que más recuerdo de mi infancia y con el que aprendí a conducir en el pueblo (eran otros tiempos y estas cosas se hacían ). Si no me falla la memoria era un modelo BX 14E, de gasolina. En rojo.
El CX como conductor nunca lo pude llevar pero desde luego los GTi y GTi turbo los recuerdo muy ágiles en curva. Nada que ver con la impresión de barco que transmiten sus enormes carrocerias. En los que yo hice de pasajero unos cuantos miles de km iba al volante un conductor espirituoso y las curvas de más de 70-80 km/h las tomaba a velocidades muy altas sin hacee malabarismos según mi recuerdo.
En casa también tuvimos uno, era el 14RE de color gris oscuro y recuerdo perfectamente que la tapicería era de color rojo. Y también aprendí a conducir con él.
Como has dicho son segmentos distintos, un BX GTi 160 cv se mueve con más alegría porque tiene medio metro menos y 300 kg menos que un CX GTi 138 cv o incluso el Turbo 169 cv, que eran ideales para viajar en primera clase por las autovías.
Citroën BX, 40 años de la berlina que cambió el rumbo de la marca de los chevrones 27 septiembre, 2022 Caía la noche del 23 de septiembre de 1982 y una gran multitud abarrotaba el vasto jardín del Campo de Marte, donde se erige la Torre Eiffel. Los ojos de todos los presentes se dirigían hacia el primer piso de la torre más famosa de París, donde se encontraba colgada una gigantesca caja de madera con la inscripción “Voilà la nouvelle Citroën”. En un vertiginoso espectáculo de luz y sonido, la caja de madera fue bajada lentamente al suelo y abierta para revelar la nueva berlina que cambiaría el rumbo de la marca d ellos chevrones: el Citroën BX. Una vez más, como ya hizo André Citroën en 1925, el fabricante francés utilizó la Torre Eiffel como soporte publicitario. Esta vez, no sería un cartel luminoso con el nombre de la marca, sino, directamente, el coche colgando, oculto en el interior de una gran caja. Así, con una gran ovación en Campo de Marte y envuelto en un gran espectáculo de fuegos artificiales, comenzó su fabulosa carrera uno de los coches más recordados de la década de los ochenta y hasta bien entrados los 90. Unos días después, el 30 de septiembre de 1982, el 69º Salón del Automóvil de París abrió sus puertas en el recinto ferial Porte de Versailles, dando el pistoletazo de salida a la venta del Citroën BX, que se convirtió en una de las estrellas indiscutibles de la cita parisina. Un coche familiar, caracterizado por un diseño llamativo, obra de Bertone, del que se produjeron más de 2,3 millones de unidades y contribuyó al crecimiento de Citroën en el segmento de la clase media-alta entre 1982 y 1994. Citroën BX, 40 años de la berlina que cambió el rumbo de la marca de los chevrones Para entender lo que significa el BX para Citroën es necesario explicar la situación en la que se encontraba la firma de los chevrones en aquella época. Desde mediados de los 70, la marca francesa atravesaba un momento delicado. Proyectos caros y sin mucho éxito, como el Citroën SM, habían conducido al fabricante a una situación económica difícil. Esto llevó a su integración en Peugeot en 1976, dando lugar al nacimiento del Grupo PSA. Citroën necesitaba un sustituto del GSA con el que recuperar el terreno perdido en un segmento que había dominado anteriormente, el de las berlinas de gama media-alta. Para ello, el BX se basó en serios argumentos técnicos para garantizar comodidad, dinamismo y economía de uso, así como una nueva imagen con un diseño rompedor. Nace el proyecto ‘XB’ El desarrollo del Citroën BX comenzó en 1978 con el proyecto ‘XB’ y lo terminó en noviembre de 1979. Los principales objetivos del futuro modelo eran garantizar que fuera reconocido como un vehículo moderno, no convencional, con énfasis en la innovación. El BX iba a ser un vehículo de motor transversal, con masa limitada para asegurar una buena aceleración y bajo consumo de combustible, lo que representaba un ahorro de costos en el contexto de la época. Como todos los Citroën de gama alta de esta época, el BX estaba equipado con un sistema de suspensión hidroneumática para garantizar el confort y un agarre impecable a la carretera y tenía una carrocería hatchback de cinco puertas. El desarrollo estuvo a cargo del centro técnico Vélizy, que invirtió mucho en CAD (diseño asistido por computadora) para acelerar la convergencia del diseño y optimizar las prestaciones. Gracias a este método, el BX consiguió un buen coeficiente aerodinámico de 0,34. Además, fue innovador en el uso de materiales compuestos para piezas como el paragolpes, el portón del maletero, el capó y los paneles laterales, con un peso de solo 885 kg. Siendo el primer vehículo de la era PSA, los motores del BX se tomaron del propio banco de trenes motrices del grupo. Esto es, un bloque de 1.360 centímetros cúbicos que entregaba 62 y 72 CV y otro de 1.580 centímetros cúbicos que producía 90 CV. El resultado fue un coche con un sorprendente comportamiento dinámico. El sello indiscutible de Bertone La marca francesa se fijo un doble objetivo con el BX: por un lado, entrar en el mercado de vehículos de clase media-alta y, por otro, convertirse en el sucesor de GSA, como hemos mencionado anteriormente. Para lograrlo, Citroën le pidió al famoso carrocero italiano, Bertone, que se encargara del diseño. Por su parte, el diseñador Marcello Gandini propuso una forma original, robusta pero sin excentricidades. Destacó en el panorama automovilístico de la época, pero llegó a ser emblemático del BX. El habitáculo también era llamativo, con un cuadro de instrumentos inspirado en el CX que presentaba elementos característicos como los controles satelitales a ambos lados del volante y el tacómetro retroiluminado. Siempre a la vanguardia El Citroën BX estuvo en producción durante 12 años, desde 1982 hasta 1994. Durante ese tiempo, recibió algunos cambios de carrocería. En 1985 se añadió a la gama una elegante versión familiar, 17 cm más larga que la berlina y denominada Evasion, así como la versión de empresa que apareció un año antes. Ese mismo año, Citroën se convirtió en el primer fabricante francés en ofrecer una versión diésel automática. En 1987, llegó el momento de aplicarle un lavado de cara, dotándolo de un exterior más suave y un nuevo panel de instrumentos. Aprovechando la mitad de su ciclo comercial, Citroën volvió a innovar, introduciendo el primer automóvil francés de producción masiva equipado con un motor de 16 válvulas. En cuanto al equipamiento, el BX contaba con techo corredizo, aire acondicionado, instrumentación digital, tapicería de terciopelo, llantas de aluminio, reloj digital y ordenador de a bordo permitieron que el BX se mantuviera fiel a su imagen de vehículo moderno. El BX fue también el primer vehículo producido en masa en utilizar un capó de compuesto de fibra de vidrio de poliéster comprimido, un portón trasero de compuesto de fibra de vidrio de poliéster inyectado, una luneta trasera adherida e incluso faros con reflectores parabólicos con dos superficies reflectantes homofocales. Mecánicamente, la berlina francesa se mantuvo a la vanguardia de la tecnología con motores que desarrollaban hasta 160 CV, inyección electrónica con catalizador y sonda lambda, motor diésel, caja de cambios automática, tracción total permanente y frenos ABS. Incluso se produjo una serie limitada de 200 unidades de la versión de carretera del coche de competición BX 4 TC grupo B, con motor de 2141 centímetros cúbicos y 200 CV, capaz de alcanzar los 220 km/h. Citroën BX, un éxito rotundo El Citroën BX convenció rápidamente a la prensa especializada y sedujo al público, gracias a su estética decididamente moderna y sus características atractivas. Su éxito comercial fue rotundo. Construido en la planta de Rennes La Janais, en Bretaña, y en la de Vigo, se vendieron 2.337.016 unidades antes de que finalmente terminara su producción en junio de 1994. La vida del BX también contó con numerosas ediciones limitadas, como Tonic, Image, Calanque o Leader, además del famoso Digit, con su panel de instrumentos completamente digital. Como uno de los automóviles más vendidos de Citroën, el BX sin duda contribuyó a la reactivación de la marca Citroën en la década de 1980, que continuaría en los 90 con el Xantia y el ZX.
El Citroën BX 4TC: una ruina muy atractiva La categoría del Grupo B de rally dio lugar a vehículos maravillosos, joyas sobre cuatro ruedas destinadas a la competición pero con un pequeño número de unidades destinadas a la venta al público para cumplir con los requerimientos necesarios. Uno de ellos fue el Citroën BX 4TC, una variante muy radical de su homónimo de calle que no resultó especialmente rentable para la firma de los dos chevrones. Pero claro, a los aficionados nos pareció especialmente atractiva, y por eso vamos a repasarla. Citroën BX 4TC: un BX mucho más radical El diseño del Citroën BX 4TC se diferenciaba a simple vista de la versión convencional de este modelo francés. Para empezar, el inofensivo frontal del BX, un coche con un diseño muy curioso al no tener parrilla, fue modificado hasta el extremo. Entre los faros delanteros se incrustaron unas luces adicionados divididas en cuatro focos. Además, el logo es doble, con una ‘X’ en el medio; y el paragolpes es más deportivo, con una aerodinámica más cuidada y unas entradas de aire muy prominentes para la época. Y cómo olvidarnos del capó, con un saliente en el centro para poder dar cabida a un propulsor mucho más potente que el de serie. El perfil y la zaga, diferenciados El perfil del BX era una de sus señas de identidad más características. Lo más llamativo era una aleta trasera que escondía la parte superior del neumático y de la llanta. Este rasgo se pierde por completo en el Citroën BX 4TC, que deja la rueda posterior totalmente al descubierto. Pero también hay otras diferencias notables. Cuenta con un vinilo que recorre su lateral desde el faro delantero hasta el trasero. Sin embargo, lo que más destaca es el ensanchamiento al que fue sometida su carrocería. Las aletas delanteras sobresalen ligeramente del conjunto, pero en las traseras esto ocurre de una manera mucho más acusada. Tanto que afecta a prácticamente todas las puertas posteriores, al menos hasta la línea de cintura del vehículo, justo por debajo del vinilo. Además, albergan unas llantas con un diseño específico de esta versión. En la zaga también hay cambios, aunque no son tan fáciles de reconocer. Salvo el alerón, que es fijo y de unas dimensiones bastante generosas. Por lo demás, el paragolpes es diferente en comparación con el modelo estándar, y entre los dos pilotos traseros hay una línea negra -en donde va colocada la matrícula- para aportar un poco de agresividad. Si pasamos a su habitáculo, vemos que cambia realmente poco. Tiene una tapicería de tela y la amplitud sigue destacando, sobre todo si tenemos en cuenta que estamos hablando de un coche hecho para competir en el Grupo B. Es en la instrumentación en donde hay más novedades, con un buen número de relojes para controlar todo lo relativo a la mecánica y a la velocidad. Así es el motor del Citroën BX 4TC Lo realmente atractivo de este tipo de coches se encuentra debajo del capó, y en el caso del Citroën BX 4TC no iba a ser menos. El vano motor de este velocista francés da cabida a un propulsor de gasolina de origen Simca-Chrysler con 2,4 litros de cilindrada y cuatro cilindros en línea que entregaba 380 CV de potencia. Lo malo de esta mecánica era que hubo que recolocarla. Se puso en disposición longitudinal, ya que el modelo de serie montaba el motor de forma transversal. Además, fue necesario mover su ubicación, ya que en su emplazamiento original molestaba al sistema de tracción a las cuatro ruedas que equipaba este Citroën. El reparto de pesos acabó siendo un auténtico desastre. El fugaz paso por competición del Citroën BX 4TC Debido a que su motor era menos potente y más pesado que el de la competencia, el paso del Citroën BX 4TC por la competición fue corto y poco fructífero. Al final solo participó en los rallyes de Montecarlo, Suecia y Acrópolis; y el mejor puesto que pudo obtener fue el sexto con el piloto Jean-Claude Andruet a sus mandos. Tras este fracaso, Citroën tuvo suerte de que el Grupo B fuese prohibido. Además, de las 200 unidades que se construyeron para la venta al público general, las cuales tenían 200 CV de potencia, no fueron vendidas ni la mitad. Muchas de ellas fueron recompradas por la marca francesa, pero a día de hoy todavía hay unas cuantas en circulación y, como podrás imaginar, están muy cotizadas.
Si, de prestaciones andan parejos, por eso dije que el BX se mueve con más alegría por su menor tamaño y peso, en el enlace que has puesto lo confirman, el CX Turbo tiene más par y algo más de reprís, el BX más índice de deportividad y mejor frenada. Pero si pones un duelo con el CX GTi 138 cv, todo cambia... https://zeperfs.com/duel919-2530.htm
Después de criarme en un 160cv... impoluto toda su vida. Pros: El motor para mi gusto sonaba muy deportivo y junto con el poco peso y aerodinámica del coche era y es una auténtica bala. Muy característica su estética y conducción Una lapa en curva rápida y lenta Muy cómodo y con bastantes gadgets para su segmento y época Bonito Contras: Calidades y ajustes... muy “barateiro” y eso que era el full equipe con cuero negro chulo. Caja de cambios tosca Se bebía el agua de los floreros Ruidoso en todo momento tanto de rodadura, motor y aire...
Y un GTi del tio de mi mujer, comprado nuevo de paquete que me ofreció gratis hace unos años y no lo cogí. Y ahora no veas si me arrepiento…