Noticia El Automóvil en un cuento de Julio Cortazar

Tema en 'Foro General BMW' iniciado por RADASON, 1 Jun 2022.

  1. RADASON

    RADASON dazed and confused Miembro del Club

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    El Automóvil en un cuento de Julio Cortazar

    En uno de sus textos, el escritor argentino fallecido hace más de 35 años en París víctima de la leucemia, encontramos claras referencias a este querido y fundamental medio de transporte, logro muy importante del hombre y sin el cual la sociedad actual no sería lo que es.

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    Los Automóviles en un cuento de Cortazar

    El gran escritor argentino Julio Cortazar, nacido casualmente en Bruselas Bélgica en 1914 y fallecido en París en 1984 tuvo un estilo narrativo único e inconfundible que le hizo famoso en el mundo entero. Son célbres sus obras en especial Rayuela (en alusión al juego infantil) en donde describe la vivencias de los jóvenes integrantes de un club de intelectuales en París llamado “ El Club de la Serpiente” , que tenían como una de sus múltiples actividades escuchar jazz.
    También entre muchos otros trabajos literarios merece ser mencionada su novela “Los Premios” que fue llevada a la televisión colombiana a comienzos de los años 80 por RTI y que tuvo un destacado comportamiento a nivel de audiencia.
    Pero sin duda la obra que siempre me ha llamado la atención es un cuento publicado en 1964, que lleva el título “La Autopista del Sur”. En este magistral escrito, Cortazar toma como escenario para la trama una autopista ubicada en las afueras de París, en la cual un domingo en la tarde cuando todos regresan de sus lugares de paseo se produce un monumental embotellamiento de tránsito que dura mucho tiempo. En el relato se describen las emociones humanas ante la adversidad, el sufrimiento y la interacción entre los implicados que se desplazan en automóviles, todos nombrados por marcas reales.
    Hace más de 25 años cuando leímos este cuento por primera vez imaginábamos cada uno de los autos y de los personajes, hoy hemos tratado de ponerle figura real a estos vehículos que hacen parte importante del decorado del cuento y que se convierten en elementos fundamentales de la trama. Ha sido un ejercicio interesante y totalmente libre, en el cual aparecen los modelos que menciona Julio Cortazar según nuestra imaginación, acompañados por otros que se mencionan de manera menos puntual, o de otros que como rasgo común tienen el haber sido fabricados antes de 1964, fecha de publicación del escrito y que sirven como extras sin parlamento en esta puesta en escena.
    Puede que este trabajo no sea una tesis de grado, ni un análisis sociológico ni literario, ni mucho menos un proyecto filosófico o semiótico, ni mucho menos hermenéutico, lo cual jamás seria nuestro interés. Pero de lo que si estamos seguros es que se trata de un intento de un aficionado a los autos por “ponerle rostro” a algunos de los actores importantes de una obra que se desarrolla entre finales de los años 50 y comienzos de los años 60, cuando el mundo, sus vías y sus autos eran totalmente diferentes a los que se pueden ver hoy en día.
    Si desea leer el cuento completo lo puede hacer siguiendo este link

    http://new.taringa.net/posts/apunte...Cortazar---La-autopista-del-sur-(cuento).html

    https://drive.google.com/file/d/0B-...ew?hl=en&resourcekey=0-21DRhpJgGAOSf21eG2azyA

    El tercer camino es comprar el libro de cuentos en el que aparece el texto y de paso leer otros deliciosos relatos escritos con la pluma fina y certera de Julio Cortazar.
     
  2. RADASON

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    Extracto:

    "Al principio la muchacha del Dauphine había insistido en llevar la cuenta del tiempo, aunque al ingeniero del Peugeot 404 le daba ya lo mismo. Cualquiera podía mirar su reloj pero era como si ese tiempo atado a la muñeca derecha o el bip bip de la radio midieran otra cosa, fuera el tiempo de los que no han hecho la estupidez de querer regresar a París por la autopista del sur un domingo de tarde y, apenas salidos de Fontainbleau, han tenido que ponerse al paso, detenerse, seis filas a cada lado (ya se sabe que los domingos la autopista está íntegramente reservada a los que regresan a la capital), poner en marcha el motor, avanzar tres metros, detenerse, charlar con las dos monjas del 2HP a la derecha, con la muchacha del Dauphine a la izquierda, mirar por retrovisor al hombre pálido que conduce un Caravelle, envidiar irónicamente la felicidad avícola del matrimonio del Peugeot 203 (detrás del Dauphine de la muchacha) que juega con su niñita y hace bromas y come queso, o sufrir de a ratos los desbordes exasperados de los dos jovencitos del Simca que precede al Peugeot 404, y hasta bajarse en los altos y explorar sin alejarse mucho (porque nunca se sabe en qué momento los autos de más adelante reanudarán la marcha y habrá que correr para que los de atrás no inicien la guerra de las bocinas y los insultos), y así llegar a la altura de un Taunus delante del Dauphine de la muchacha que mira a cada momento la hora, y cambiar unas frases descorazonadas o burlonas con los hombres que viajan con el niño rubio cuya inmensa diversión en esas precisas circunstancias consiste en hacer correr libremente su autito de juguete sobre los asientos y el reborde posterior del Taunus, o atreverse y avanzar todavía un poco más, puesto que no parece que los autos de adelante vayan a reanudar la marcha, y contemplar con alguna lástima al matrimonio de ancianos en el ID Citroën que parece una gigantesca bañadera violeta donde sobrenadan los dos viejitos, él descansando los antebrazos en el volante con un aire de paciente fatiga, ella mordisqueando una manzana con más aplicación que ganas."
     

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