El exclusivo BMW M540i, el M5 canadiense BMW siempre ha adaptado alguno de sus modelos para un determinado mercado, por diversas razones. Ya lo hizo con el 745i "M88" y el 333i en Sudáfrica y con el 320is en Italia y Portugal. Y también con el rarísimo M540i. 32 unidades exclusivamente para Canadá El BMW M540i (E34) es probablemente uno de los modelos más raros de la marca bávara. Tan sólo 32 unidades fueron fabricadas entre abril y julio de 1995, exclusivamente para Canadá. La idea de crear semejante versión vino de la filial local. El M5 E34 dejó de venderse en Canadá en 1993 porque ya no cumplía con las normas anticontaminación del país, sin embargo en Europa se siguió fabricando hasta julio de 1995. BMW Canadá deseaba seguir poder proponiendo un "M5" a su clientela, así que se les ocurrió partir de la base del 540i con cambio manual de 6 relaciones, un modelo que desarrollaba una potencia similar a la del M5 y que ya estaba homologado en Canadá, por lo que ya cumplía con las normas. El V8 de 3.982 cc (tipo M60) del 540i desarrollaba 286 CV a 5.800 rpm y 400 Nm a 5.800 rpm e iba asociado a un cambio manual de 6 relaciones. Cabe destacar que de serie equipaba un diferencial trasero autoblocante, pero éste era eliminado si el cliente pedía la opción del ASC+T, el control de estabilidad y tracción de la marca. El motor del M540i, por tanto no era un M, sin embargo sí lo era el chasis. De hecho, recupera las especificaciones del M5 europeo, como los muelles cortos (-20 mm) y 25 % más firmes, amortiguadores M, amortiguación pilotada y adaptativa EDC (Electronic Damping Control) -que actúa en función de la velocidad, ángulo del volante, aceleración o deceleración- y las barras estabilizadoras más gruesas. La dirección asistida ZF y los frenos (discos y pinzas) eran idénticos al M5 europeo. Mucho más exclusivo que un "simple" M5 A nivel estético, el coche parecía efectivamente un M5. Es más, era una copia exacta: spoiler delantero, difusor trasero, retrovisores M y marcos de luna en negro eran idénticos, incluso las llantas de 18 pulgadas eran iguales. Vamos, que estéticamente pasaba por un M5, salvo por una cosa. En el portón trasero lucía un extraño sello: M540i. El interior también era idéntico al del M5, pero se caracterizaba por la presencia de una chapa conmemorativa con el orden en la serie de las 32 unidades. Lo que en teoría parecía algo sencillo resultó ser algo más complejo. Para su realización, se sacaba de la línea de montaje de Dingolfing, Alemania, un 540i con cambio manual destinado al mercado norteamericano y se enviaba a las instalaciones de BMW M, en Garching, donde se le añadía a mano todos los elementos del M5 que debía recibir (suspensión, asientos, etc). Al final, no solamente el M540i era un coche exclusivo por su rareza sino también porque había sido parcialmente fabricado a mano. Hoy en día, en Canadá (y en Estados Unidos, pues algunos cruzaron la frontera en el mercado de segunda mano) el M540i es ya todo un icono. Raro es el que tiene uno y que lo venda. Casi todos están ya en manos de coleccionistas. Creando escuela El BMW 540i M Sport estadounidense es similar al del BMW M540i canadiense, salvo en su denominación. La idea de un 540i deportivo dio ideas a BMW Australia y a BMW North America (o sea EE.UU.) para poder proponer un súper Serie 5. Y es que en ambos mercados el M5 E34 y su 6 cilindros de 3.8 litros nunca llegaron a venderse. La filial australiana lanzó una serie limitada de 70 unidades de un 540i con cambio manual y chasis de M5 en julio de 1995. De concepto similar al M540i, nunca fue oficialmente un BMW M. Por su parte, BMW North America propuso en Estados Unidos el 540i M-Sport (200 unidades). Se trataba de un modelo similar al M540i canadiense, pero se decidió venderlo como M-Sport en lugar de cómo un auténtico BMW M. Lo que no impidió que muchos clientes, e incluso algún que otro concesionario, añadiesen el logotipo M junto al 540i. Hoy en día, con la globalización de las normas y de los mercados parece impensable que una filial de BMW decida crear una serie limitada sui generis y exclusivamente para su mercado. Sin embargo, se ha seguido haciendo. BMW España presentó en 2016 el M4 Competition Sport, una edición limitada a 60 unidades y confeccionada de forma única con accesorios M Performance del BMW M4 Coupé.
Precioso. Por cierto, ¿no se vendió aquí el 540?. A mí me suena que sí, en los últimos años de su ciclo comercial.
¿Quién dijo que no? Como mínimo el 3.6, no? Al menos en catálogo de concesionario aparece. Rectifico, leí mal. Entendí que preferías un L6...
Yo lo que resalto de esas unidades es el cambio manual de 6 marchas... En un M60... el último muscle car europeo del siglo XX.
Este también era un lujo.., COCHE DEL DÍA: ALPINA B10 BI-TURBO (E34) Prestaciones de superdeportivo en carrocería sedán En la mayoría de ocasiones, cuando pensamos en altas prestaciones o deportividad, por lo general se nos viene a la mente la silueta de un deportivo, ya sea un Ferrari, Porsche o Lamborghini, por poner ejemplos. Rara vez pensamos en una berlina del segmento E y mucho menos en una con más de 30 años a sus espaldas. Pero la que hoy te traemos, el Alpina B10 Bi-Turbo, a más de uno, incluso a día de hoy, le daría un pequeño susto si decidiera ponerse a sus mandos. Presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra en marzo de 1989, el B10 del preparador alemán se había gestado sobre la base del BMW Serie 5 (E34) y más concretamente utilizando la versión 535i del momento, la cual llevaba en su vano motor el propulsor denominado en código interno como M30, capaz de erogar una potencia final de 211 CV de sus 3,5 litros en seis cilindros en línea. BMW para esas fechas tenía además dentro de sus filas al exitoso M5 (E34) de 315 CV de potencia, así que Alpina debía crear una versión que superara a este. Y qué mejor modo de hacerlo que incorporando al bloque del 535i sendos turbos Garrett T25, con opción de soplado entre 0,4 y 0,8 bares gestionado por medio de un sistema electrónico Bosch, regulable desde el puesto de conducción. El Alpina B10 Bi-Turbo nacía sobre la base del BMW 535i del momento, al que tras diferentes modificaciones mecánicas y la incorporación de dos turbos Garret T25, extraía 360 CV del motor M30 de seis cilindros También se revisaron diferentes elementos mecánicos internos y se intercambiaron los pistones originales por unos Mahle forjados, así como válvulas refrigeradas por sodio, un árbol de levas específico para aquel modelo y sus propios sistemas de admisión y escape. Tanto la potencia como el par máximo se incrementaron de forma notable, llegando a cifras de 360 CV a 6.000 RPM, más de 100 CV por litro, y 520 Nm a 4.000 RPM, por lo que se decidió sustituir la caja de cambios original por una reforzada Getrag 290 y embrague reforzado de Fichtel & Sachs, consiguiendo de este modo llevar toda la potencia a su eje trasero y ayudado por un diferencial de deslizamiento limitado al 25 %. Las prestaciones, como os podéis imaginar, eran estratosféricas, y hasta la aparición del Opel-Lotus Omega en escena, a principios de los 90, el Alpina B10 Bi-Turbo no tuvo rival alguno dentro del segmento. Ni siquiera deportivos de renombre del momento eran capaces de subyugar a esta versión del preparador germano. Fotografía: Daniel Reinhard Fotografía: Daniel Reinhard Con una velocidad máxima de 290 km/h y una aceleración en el 0 a 100 km/h de apenas 5,6 segundos, la berlina alemana era el peor lobo con piel de cordero que se había fabricado hasta ese momento. Pero esto no quedaba ahí, ya que tan solo necesitaba 19,7 segundos para alcanzar los 200 km/h y 24,6 para recorrer un kilómetro desde parado. Hace más de 30 años, ojo. Aquella berlina era capaz de rodar a velocidades al alcance tan solo de automóviles como el Ferrari Testarossa, con una velocidad punta cercana a los 300 km/h Para ponernos en perspectiva y haciendo comparaciones, aunque estas puedan resultar odiosas, un Ferrari Testarossa en aquel 1989 necesitaba 0,3 segundos más en llegar hasta los 100 km/h, alcanzando la misma velocidad punta declarada y rodando en prácticamente el mismo tiempo si a los 1.000 metros nos referimos, lo que podía hacernos una idea del potencial de esta preparación de Alpina. Para poder gestionar todo este torrente de potencia, el preparador germano tuvo que reforzar en general al E34 del que partía y para ello incorporó una nueva frenada con “paelleras” de 332 mm en su tren frontal y de 300 mm detrás, mordidos por pinzas de cuatro pistones y asistidos por un sistema de ABS y de control de tracción ASC. Quedaban anclados en las preciosas llantas de diseño propio de Alpina que venían calzadas con neumáticos en doble medida, 235/45 ZR 17 y 265/40 ZR 17 delante y detrás, respectivamente. Las suspensiones también fueron revisadas por el preparador alemán, incorporando unos amortiguadores Bilstein en el tren delantero, así como barras estabilizadoras y muelles propios de Alpina. En el tren trasero se optó por un equipo autonivelante que regulaba la altura posterior por medio de un circuito de presión de aceite, conectado a su vez con el sistema hidráulico de frenada, garantizando la rigidez del conjunto cuando fuera necesario y a su vez dotando a esta berlina, de casi 1.700 kilogramos, de un gran aplomo y paso por curva. El interior, y al igual que todas las versiones de Alpina, vena con unos sillones Recaro tapizados con el diseño a rayas tan característico del preparador alemán, que de manera opcional podían ser revestidos en cuero. El volante también era específico del modelo, en este caso fabricado por Momo, así como el pomo de la palanca de cambios con el logotipo de la empresa germana en su parte superior. Por último un cuadro de instrumentos con velocímetro graduado para la ocasión hasta los 320 km/h, nos daba cuenta de que estábamos a los mandos de la berlina más rápida del planeta de aquel 1989. No solamente la mecánica de aquel Alpina B10 en su versión Bi-Turbo era excelsa. Tanto frenada, suspensiones y acabados estaban a la altura de la berlina más exclusiva del momento Como curiosidades del modelo hay que mencionar que los últimos 50 motores M30 que fabricó BMW los cedió al preparador alemán para ensamblar las últimas unidades de aquella versión única. Además, esos últimos 50 ejemplares venían con un equipamiento especial, en el que se incluia el fondo azul en el cuadro de instrumentos, algo que sería característico posteriormente dentro de las preparaciones de Alpina. También en aquellas últimas unidades que se ensamblaron en 1994 venían con los riñones frontales de mayor tamaño, así como un alerón trasero específico, retrovisores renovados y una tapicería exclusiva en cuero denominada Alpina-Wasserbuffel, cerrando la producción total con 507 unidades hasta ese momento. Teniendo en cuenta que el precio de aquel coche allá por 1989 era de unos 146.000 marcos alemanes, unos 75.000 euros, o lo que es lo mismo, casi el doble de lo que costaba un BMW M5 (E34) coetáneo, y que al cambio en la actualidad serían algo así como unos 100.000 euros, se puede considerar todo un éxito de ventas en aquellas fechas. La berlina más rápida del mundo, Alpina B10 Bi-Turbo, y el segundo avión comercial más rápido del mundo, el Aérospatiale-BAC Concorde, en 1989 En la actualidad encontrar una unidad en venta de esta versión es algo complicado. No lo es tanto la variante B10 atmosférica, pero eso es otra historia y evidentemente mucho menos prestacional y pasional que este B10 Bi-Turbo, que indudablemente dejó su huella como uno de los coches más especiales que ha fabricado Alpina.
El E38 montó cambio manual en los M60 y M62 también, en cilindradas de 3, 3.5, 4 y 4.4 litros, de 6 marchas en los dos mayores.
Hola En mi opinión, es el modelo que falta en la gama g30. Entre los 333 cv del 540 i y los 530 cv del M 550 i media un abismo.No tiene ningún sentido. Falta un M 540 i o un 545 i ( el 545 e no aporta nada en prestaciones por el sobrepeso) . Un hipotético 545 i de 430 cv sería perfecto. Y no habría que pensar mucho.Mismamente el motor del " antiguo" M3 Saludos
Si no fuera por legislaciones estúpidas a un G30 le iría de perlas un robusto V8 atmosférico de 5 litros con 400 CV sin mucha tecnología para no compiicarlo en exceso. Algo como el del M5 E39 pero con la fiabilidad bien testada.
¿las styling 37 o las 21? Las 37 me gustan mucho también, pero solo se hicieron en 18" y para mí es demasiado
sin duda. En alpina eran fanáticos del M30, el motor que llevo. El motor del 535i pero vitaminado... En atmosférico con pistones de más compresión, cruce, etc. Y en sobrealimentado, tengo entendido que soplando bajo no hace falta ni forjar, ya que es un motor de baja compresión.
Me refiero a las que salen en las primeras fotos, la de 5 radios dobles. He visto también series 7 de esa época con ellas y también les quedan geniales!