En Monza, fumata roja
El Banco Santander recluta personal al dar por hecho el fichaje de Alonso por Ferrari, que podría oficializarse el 13 de septiembre, mientras el piloto deja que el río suene.
El Santander está buscando personal para sus departamentos de relaciones externas y comunicación relacionados con la Fórmula 1. Un casting que denota coherencia respecto a la lógica de su mensaje en los últimos meses.
A través de sus portavoces, de una potente correa de transmisión, el primer banco español cuenta a quien quiera escuchar que Fernando Alonso emigrará de su mano a Ferrari el próximo invierno. Argumentaciones lejos de los mp4, grabadoras, micrófonos o cualquier otro medio de reproducción que implique un registro. Trasladada la cuestión al piloto asturiano, la respuesta es etérea. Ni sí ni no, sino todo lo contrario. Ni afirma ni desmiente; deja que el río suene.
El eterno dilema de los últimos años, la consumación del noviazgo (Alonso a Ferrari), tendrá una fecha para bien o para mal. Como es tradicional, la escudería italiana anunciará sus pilotos en Monza, el próximo 13 de septiembre.
Fiel a su posición hegemónica, el Santander quiere entrar como patrocinador en la Liga de Campeones. Ya ejerce en la Copa Libertadores y realizó una incursión en la pasada Copa de la UEFA. Busca guiños cómplices en el estamento futbolero que preside Michel Platini. En la F-1 su posición está muy consolidada: cumple su tercer año en el soporte de McLaren -llegó con Alonso y se ha mantenido dos temporadas más con Hamilton- y cambiará a Ferrari en 2010. Además es el patrocinador oficial de tres carreras en 2009: Inglaterra, Alemania e Italia.
En las oficinas de la Ciudad Grupo Santander en Boadilla del Monte (Madrid) se aplica una política de hechos consumados respecto a Alonso y Ferrari. Se habla sin tapujos del fichaje ya tramitado, y se planifica el futuro según la eclosión mediática que supondría la llegada del mejor piloto al mejor equipo. La búsqueda de personal relacionado con la F-1 acentúa esa presunción.
Allá por enero, en la presentación de Renault en Portimao (Portugal), cuando pensaba que tenía uno de los coches más competitivos y volvía a soñar con ser campeón, el asturiano pidió una tregua a la Prensa española. «Intentemos no hablar de Ferrari cada fin de semana», reclamó. Cinco meses después, el piloto responde amable a todas las preguntas sobre la escudería italiana.
Ritual no escrito
Hace tres semanas, los titulares de Prensa recogían el cambio: 'Alonso se declara a Ferrari'. «Ferrari es una opción muy atractiva. Es el equipo por excelencia de la F-1. Cualquier niño juega con coches rojos y cuando llegas a la 'Scuderia' se te recuerda más por haber estado allí que por los títulos que hayas conseguido», dijo en la entrega de las becas Universia, acompañado por el presidente del Santander, Emilio Botín.
La película ha seguido por entregas en la misma línea. «Vas a Bahrein y sólo ves seguidores de Ferrari. A China y lo mismo. Es la esencia de la F-1», aseguró en los medios italianos. Habló, incluso, de su relación con Luca de Montezemolo, el presidente de Ferrari: «No puedo decir que lo conozca. Lo he saludado dos veces, en Mónaco y Monza».
Diversos mundos que se mueven alrededor de Alonso pretendían organizar eventos con el piloto en el final de temporada, allá por octubre. Han recibido otra respuesta de su parte: mejor en Valencia o Bélgica, las dos carreras situadas en el calendario antes de Monza (13 de septiembre). Cada año, en uso de un ritual no escrito, Ferrari anuncia a sus dos pilotos en Monza. Hace tres, Schumacher dijo que seguía otra temporada. Hace dos, anunció su retirada y el equipo, el fichaje de Raikkonen. El año pasado, hizo oficial la renovación del finlandés. Sólo en eso coinciden todos: el banco, el piloto, la escudería. El próximo 13 de septiembre habrá fumata. Y según el Santander, será roja pasión
sólo queda saber en cual de los dos campeonatos correrán 
