Lo más patético de aquella época, era ver al niño pera con calentadores en ambas pantorrillas aunque el termómetro marcara 30 grados.
Jejeje, espero que lo digas de guasa, no soporto a los niños/as cantores. Pero bueno, mejor que una paliza, aunque en cierto modo lo era
Y la leyenda urbana de comer tiza para tener fiebre? Yo nunca probé, porque mi madre me mandaba al colegio igualmente
quien no ha jugado con las bolitas de mercurio de un termometro roto? (aqui iria un icono de calavera mortal)
Pues ya ves, la ponía al lado del bombillo y a mi madre (enfermera, encima) le indicaba 45 grados, levántate de ahí o sapatillaso...