FIAT CROMA V6 Con motor de Alfa Romeo, esta versión del Croma de segunda serie es un preclásico de lo más interesante Cuando en 1969 FIAT presentó la berlina 130 comenzó una historia marcada por la incertidumbre. La incertidumbre de saber si una empresa generalista y masiva como ella podría estar de forma continuada en el segmento dominado por las berlinas alemanas de BMW, Mercedes y, posteriormente, Audi. De hecho, este mismo debate se estaba dando entre los fabricantes franceses, quienes para aquel año sólo contaban con el anticuado DS para oponerse a las máquinas germanas. Libres de tasas de importación en los mercados de los seis fundadores de la Comunidad Económica Europea desde 1968. Así las cosas, más allá de las versiones prestacionales del mencionado 130, la respuesta tardó muchos años en llegar. Demasiados. Concretamente tuvo que esperar hasta el FIAT Croma V6 de 1993. Y es que la adopción de una berlina en la gama de FIAT ilustra muy bien los límites que ciertos fabricantes pueden tener a la hora de entrar a nichos de mercado más bien exclusivos. En ese sentido, quienes seáis lectores habituales de esta sección ya conoceréis el término que usamos para explicar esto. La paradoja del Renault Safrane Biturbo. Un modelo acogido con entusiasmo por la prensa en 1994. Dotado de multitud de ajustes mecánicos que elevaban la potencia hasta los 268 CV ofreciendo unas prestaciones similares a las del M5. La referencia en el sector de las berlinas deportivas, y a la cual este Renault no pudo batir de ninguna manera ya que, más allá de la técnica, existe la certeza comercial de que a ciertos niveles de exclusividad no funciona portar un símbolo popular en la parrilla. Algo que escapa a la lógica de la ingeniería. Entrando en el terreno de la representación de un determinado estatus social sobrevenido. Dicho de otra manera. En los segmentos más pudientes suena bien decir “ tengo un BMW “. Mientras que decir “ tengo un Renault “ exige muchas explicaciones sobre qué modelo es en concreto. La pura vanidad relativa a la identidad de marca dominando en cuestión de ventas. Así las cosas, aunque FIAT hubiera invertido un esfuerzo titánico en desarrollar la mejor berlina seguramente ésta nunca hubiera podido batir comercialmente a las alemanas. Además, consciente de ello, lo cierto es que FIAT nunca se tomó muy en serio el hacer una gran berlina. Prueba de ello es que, entre el 130 y el Croma, los modelos de la casa italiana hacia el segmento D fueron el 132 y el Argenta. Notorios, pero muy lejos de los alemanes. FIAT Croma V6, con corazón Alfa Romeo Cuando en 1985 se lanzó el FIAT Croma, éste seguía repitiendo esa fórmula intermedia propia de las berlinas accesibles en la marca. No obstante, en la segunda generación del modelo aparecía una versión muy interesante, la cual hoy en día bien puede ser un preclásico a tener en cuenta. Hablamos del FIAT Croma V6 de 1993, el cual tomaba como propulsor el bloque V6 de 2,5 litros diseñado por Alfa Romeo. Ideado por Giuseppe Busso en los años setenta, esta mecánica evolucionó a lo largo de diferentes cilindradas y modelos hasta su cese definitivo en el 2006. Por ello, es sin duda uno de los motores más celebrados en la penúltima época de la icónica casa italiana, habiendo sido el responsable de motorizar modelos tan queridos por sus aficionados como el GTV 6, el 75 e, incluso, el SZ. Además, desde la absorción de Alfa Romeo por parte de FIAT se utilizó en al menos tres modelos de Lancia y el FIAT Croma. Un caso éste último muy interesante, ya que gracias al uso del motor Alfa Romeo el FIAT Croma V6 se convertía en un modelo con claro toque deportivo. Al fin y al cabo, con su cilindrada de 2.5 litros – la máxima cilindrada de aquel bloque fueron los 3.2 litros alcanzados en los años 2000 – entregaba 162 CV a 5.800 revoluciones por minuto con un par máximo de 213 Nm. Todo ello con tracción delantera y un caja de cambios manual con cinco relaciones. Si a esto se le sumaban ciertos detalles estéticos y un interior bastante cuidado en relación con el resto de versiones dadas en la gama del FIAT Croma, lo que teníamos era una berlina para el día a día sin renunciar a una nota deportiva. Sin duda un modelo muy interesante, al que gracias a lo icónico de su propulsor Alfa Romeo se le podría tener como una mezcla inesperada al estilo – bastante por debajo eso sí – de lo que se había hecho con el Lancia Thema equipado con un motor Ferrari. No obstante, el FIAT Croma V6 sólo estuvo en producción tres años, desapareciendo en 1996 para ser hoy en día un coche que, poco a poco, va despertando el interés de ciertos coleccionistas.
A mi el coche me gustaba, pero el artículo... Claro, es "solo marquitis": por eso hay los que hay (series 3 y 5) de 1993 y Fiat Croma ni en pintura, ni siquiera los diesel. Y luego, claro, nada que ver la propulsión ni nada... la gente encantada con la entrega de potencia o la dirección de un Safrane biturbo quadra, frente a la de un M5 o un E500....en fin... parece mentira que se obvie eso entre aficionados-no-cuñados. Pero es que los ricos son gilip*llas, claro: lo son porque hacen cosas raras con su dinero
Nos moriremos, y en España se seguirá hablando de marquitis y de que “pagas la marca”. Todo el mundo sabe que el bastidor, motor, tacto general, opciones de equipamiento… son iguales en un coche que en otro.
Para mí este coche lo jodieron estéticamente con el restyling, igual que el Thema de la época, que creo que compartía la misma plataforma. Es el coche en el iba el Juez Falcone cuando le hicieron saltar por los aires.
Si, el Fiat Croma, el Lancia Thema, el Alfa Romeo 164 y el Saab 9000 compartian plataforma, el Progetto 4. Y hay quien dice que el Peugeot 405 no comparte plataforma con ellos, pero si diseño exterior de forma indirecta. Giugiaro había diseñado la carroceria del Fiat y del Lancia. Posteriormente Pininfarina la rediseñó para el Alfa 164. Y dicen que Pininfarina recicló un viejo diseño de ellos que posteriormente utilizó para el 405 y, después, en una versión agrandada que sería el Peugeot 605. Por eso el parecido del Thema con el 405 y el del Alfa 164 con el 605. Saludos.