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Ford Mustang y la creación de un logotipo icónico
Lanzado en abril de 1964 con el Ford Mustang también nació la legendaria insignia del caballo galopante que corona la calandra de estos coches, pero antes se barajaron otras opciones de lo más curiosas.
por Javillac
El 17 de abril el Ford Mustang cumple sesenta años desde su lanzamiento, uno de los coches más importantes de la historia del automóvil, especialmente para Estados Unidos, y que fue fruto del ingenio del ejecutivo de Ford, Lee Iacocca, al montar sobre la base de un Falcon la carrocería de un atractivo coupé de precio asequible, creando una nueva categoría de coches; los Pony Car que tan populares serían durante de la década de los sesenta.
Pero el coche tuvo un largo desarrollo que más allá de los componentes mecánicos también barajó varios nombres que el futuro coche podría haber recibido. Cada una de estas propuestas contó con su propio logotipo hasta que los directivos de Ford se terminaron decantando por el icónico caballo galopante conocido en el mundo entero, en una de las historias menos comentadas sobre el nacimiento del Mustang.
1962: UN CABALLO PARA EL MUSTANG
En 1962 Ford presenta un prototipo llamado Mustang I Roadster, un descapotable de dos plazas de diseño futurista. El nombre venía de los “mustango”, nomenclatura que los españoles asignaron a los caballos salvajes de Norteamérica. Por esta razón Lee Iacocca quería un logotipo para el coche que representase que el coche equino de Ford no estaba domesticado.
Hasta entonces solo algunos modelos estadounidenses muy especiales contaban con sus propios logotipos como los Ford Thunderbird o Chevrolet Corvette, y el Mustang contaría con el suyo propio. De la difícil tarea de crear una insignia se encargó Phillip Clark, y desde un inicio optó por la imagen de un caballo galopando para evocar una sensación de velocidad y libertad.
El Mustang I ya definió como sería la insignia en el futuro con el animal mirando hacia la izquierda y con tres barras con los colores de la bandera americana. Hay varias teorías sobre la orientación hacia el oeste del caballo; una de ellas era que Clark era diestro, por lo que le resultaba más sencillo dibujarlo de esta manera; otro era que corría en dirección contraria al resto de caballos por su rebeldía; y otra, mucho más sencilla, dicen que fue un error al trasferir el dibujo original.
Sea como fuese la idea gustó y en Ford decidieron desarrollar una escultura en madera que perfeccionase los trazos de Clark. Aquí el logotipo se estilizó mucho más, con al cabeza y cola del equino ahora representadas de manera casi horizontal, transmitiendo una mayor sensación de velocidad. Este logotipo sería el que presentaría el segundo prototipo del Mustang, llamado Mustang II y presentado en 1963, que serviría como un preludio a la calandra que terminaría llevando el modelo que se fabricó en serie.
OTRAS INTERESANTES PROPUESTAS
Aunque puede parecer que a estas alturas Ford ya tenía claro cual iba a ser el nombre y la imagen del coche que les auguró un tremendo éxito, siguieron trabajando con distintas ideas. Entre ellas se plantearon varios nombres como Cougar, Avanti, Torino o Allegro entre otros. Llama la atención que el nombre Avanti ya había usado previamente por Studebaker, mientras que otros como Torino o Cougar terminaron siendo empleados por otros productos de la Ford Motor Company en los años siguientes.
Como se mencionaba previamente, el Mustang tomaba como base el exitoso Ford Falcon, y por esta razón se planteó bautizar a este automóvil como Ford Special Falcon, con un logotipo que representaba un ave planeando con las garras extendidas, asemejándose esta más a un águila que a un halcón. Por fortuna el nombre de Allegro apenas se tuvo en cuenta ya que hubiese tenido una nota musical por insignia.
Siguiendo en el reino animal el coche estuvo a punto de recibir el nombre de Cougar, que en español significa puma o león de montaña, nomenclatura que terminó empleando un modelo de Mercury basado en el Mustang. Más de doce diseños de logotipo disntintos fueron presentados, pero el del diseñador Gale Halderman fue el seleccionado y el que llegó más lejos en su desarrollo, logrando plasmarse en la parrilla del coche aún sin nombre y con variantes que tenían al animal mirando en ambas direcciones. Curiosamente, de estas propuestas que datan de 1962 salió el marco de la calandra en el que terminó alojándose el caballo que llevaría el Mustang.
Ya en 1964, y poco tiempo antes de la presentación del coche, el modelo tenía oficialmente nombre: Ford Mustang. Sin embargo, siguieron las pruebas con otros logotipos de caballos, que incluían la cabeza del animal como en una pieza de ajedrez, o la insignia creada por Clark, pero mirando hacia la derecha, dirección en la que los espectadores ven a los caballos correr en los hipódromos.
Finalmente el Mustang hizo su debut comercial el 17 de abril de 1964, y aunque las espectativas de Ford para este modelo eran modestas, los 22.000 pedidos que recibieron en el mismo día de lanzamiento hicieron ver que estaban ante algo más que un coche. Habían creado un verdadero icono automovilístico del que el caballo cromado era un gran responsable de su éxito.
Lanzado en abril de 1964 con el Ford Mustang también nació la legendaria insignia del caballo galopante que corona la calandra de estos coches, pero antes se barajaron otras opciones de lo más curiosas.
por Javillac
El 17 de abril el Ford Mustang cumple sesenta años desde su lanzamiento, uno de los coches más importantes de la historia del automóvil, especialmente para Estados Unidos, y que fue fruto del ingenio del ejecutivo de Ford, Lee Iacocca, al montar sobre la base de un Falcon la carrocería de un atractivo coupé de precio asequible, creando una nueva categoría de coches; los Pony Car que tan populares serían durante de la década de los sesenta.
Pero el coche tuvo un largo desarrollo que más allá de los componentes mecánicos también barajó varios nombres que el futuro coche podría haber recibido. Cada una de estas propuestas contó con su propio logotipo hasta que los directivos de Ford se terminaron decantando por el icónico caballo galopante conocido en el mundo entero, en una de las historias menos comentadas sobre el nacimiento del Mustang.
1962: UN CABALLO PARA EL MUSTANG
En 1962 Ford presenta un prototipo llamado Mustang I Roadster, un descapotable de dos plazas de diseño futurista. El nombre venía de los “mustango”, nomenclatura que los españoles asignaron a los caballos salvajes de Norteamérica. Por esta razón Lee Iacocca quería un logotipo para el coche que representase que el coche equino de Ford no estaba domesticado.
Hasta entonces solo algunos modelos estadounidenses muy especiales contaban con sus propios logotipos como los Ford Thunderbird o Chevrolet Corvette, y el Mustang contaría con el suyo propio. De la difícil tarea de crear una insignia se encargó Phillip Clark, y desde un inicio optó por la imagen de un caballo galopando para evocar una sensación de velocidad y libertad.
El Mustang I ya definió como sería la insignia en el futuro con el animal mirando hacia la izquierda y con tres barras con los colores de la bandera americana. Hay varias teorías sobre la orientación hacia el oeste del caballo; una de ellas era que Clark era diestro, por lo que le resultaba más sencillo dibujarlo de esta manera; otro era que corría en dirección contraria al resto de caballos por su rebeldía; y otra, mucho más sencilla, dicen que fue un error al trasferir el dibujo original.
Sea como fuese la idea gustó y en Ford decidieron desarrollar una escultura en madera que perfeccionase los trazos de Clark. Aquí el logotipo se estilizó mucho más, con al cabeza y cola del equino ahora representadas de manera casi horizontal, transmitiendo una mayor sensación de velocidad. Este logotipo sería el que presentaría el segundo prototipo del Mustang, llamado Mustang II y presentado en 1963, que serviría como un preludio a la calandra que terminaría llevando el modelo que se fabricó en serie.
OTRAS INTERESANTES PROPUESTAS
Aunque puede parecer que a estas alturas Ford ya tenía claro cual iba a ser el nombre y la imagen del coche que les auguró un tremendo éxito, siguieron trabajando con distintas ideas. Entre ellas se plantearon varios nombres como Cougar, Avanti, Torino o Allegro entre otros. Llama la atención que el nombre Avanti ya había usado previamente por Studebaker, mientras que otros como Torino o Cougar terminaron siendo empleados por otros productos de la Ford Motor Company en los años siguientes.
Como se mencionaba previamente, el Mustang tomaba como base el exitoso Ford Falcon, y por esta razón se planteó bautizar a este automóvil como Ford Special Falcon, con un logotipo que representaba un ave planeando con las garras extendidas, asemejándose esta más a un águila que a un halcón. Por fortuna el nombre de Allegro apenas se tuvo en cuenta ya que hubiese tenido una nota musical por insignia.
Siguiendo en el reino animal el coche estuvo a punto de recibir el nombre de Cougar, que en español significa puma o león de montaña, nomenclatura que terminó empleando un modelo de Mercury basado en el Mustang. Más de doce diseños de logotipo disntintos fueron presentados, pero el del diseñador Gale Halderman fue el seleccionado y el que llegó más lejos en su desarrollo, logrando plasmarse en la parrilla del coche aún sin nombre y con variantes que tenían al animal mirando en ambas direcciones. Curiosamente, de estas propuestas que datan de 1962 salió el marco de la calandra en el que terminó alojándose el caballo que llevaría el Mustang.
Ya en 1964, y poco tiempo antes de la presentación del coche, el modelo tenía oficialmente nombre: Ford Mustang. Sin embargo, siguieron las pruebas con otros logotipos de caballos, que incluían la cabeza del animal como en una pieza de ajedrez, o la insignia creada por Clark, pero mirando hacia la derecha, dirección en la que los espectadores ven a los caballos correr en los hipódromos.
Finalmente el Mustang hizo su debut comercial el 17 de abril de 1964, y aunque las espectativas de Ford para este modelo eran modestas, los 22.000 pedidos que recibieron en el mismo día de lanzamiento hicieron ver que estaban ante algo más que un coche. Habían creado un verdadero icono automovilístico del que el caballo cromado era un gran responsable de su éxito.
