La piedra que los constructores rechazaron, se ha convertido en la piedra angular” (La Biblia)
Habia un destacado industrial italiano. Se dedicaba a producir tractores de gran calidad.
Al promediar su vida, se daba algunos gustos. Entre ellos, comprarse autos deportivos.
Luego de tener varios Ferraris, comprobo que estos autos tenian muy mala terminacion. Ello lo llevo a solicitarle una entrevista a otro prestigioso industrial italiano: el legendario Enzo Ferrari.
Superados los formalismos iniciales de la reunion, el productor de tractores, fue al grano:
- “Tus autos tienen un deficiente control de calidad”.
La respuesta de Don Enzo no se hizo esperar:
- “Dediquese a hacer tractores, que es lo unico que Ud. sabe hacer!!”.
El final del intercambio de palabras fue a los gritos, y muy previsible.
-”Voy a hacer autos mejores que los Ferrari”.
Ferrucio Lamborghini era un hombre de palabra.
Habia un destacado industrial italiano. Se dedicaba a producir tractores de gran calidad.
Al promediar su vida, se daba algunos gustos. Entre ellos, comprarse autos deportivos.
Luego de tener varios Ferraris, comprobo que estos autos tenian muy mala terminacion. Ello lo llevo a solicitarle una entrevista a otro prestigioso industrial italiano: el legendario Enzo Ferrari.
Superados los formalismos iniciales de la reunion, el productor de tractores, fue al grano:
- “Tus autos tienen un deficiente control de calidad”.
La respuesta de Don Enzo no se hizo esperar:
- “Dediquese a hacer tractores, que es lo unico que Ud. sabe hacer!!”.
El final del intercambio de palabras fue a los gritos, y muy previsible.
-”Voy a hacer autos mejores que los Ferrari”.
Ferrucio Lamborghini era un hombre de palabra.

