KORANDO
Clan Leader
Kawasaki recupera una denominación mítica para una cruiser urbana y de estética ‘low&long’, que estrena el nuevo motor bicilíndrico de 451 cc desarrollado en Akashi.
Kawasaki Eliminator 500 / SE, espíritu ‘bobber’ para el carnet A2.
Cada vez es más habitual encontrarnos en los catálogos de hoy, los apellidos de ayer. Y es precisamente lo que ha hecho Kawasaki al recuperar la legendaria denominación de Eliminator. Una saga que se estrenó en 1985 con su modelo original, que equipaba el motor de la GPZ900R; que pasó por diferentes cilindradas, desde 125 cc a 1000 cc; y que estuvo en el mercado hasta principios del siglo XXI. A lo largo de dos décadas siempre mantuvo una línea ‘low&long’ (baja y larga), que ahora vuelve a la escena con esa misma filosofía clásica, pero con toda la tecnología actual. Y por supuesto, con el nuevo bicliníndrico de 451 cc desarrollado en la fábrica de Akashi.
No es una apuesta mal tirada por parte de Kawasaki si nos atenemos a las ventas en el mercado europeo en los últimos años, con el segmento de las cruiser de media cilindrada experimentando un crecimiento del 56 % desde el año 2020. Ese es el trozo de pastel que quiere asaltar la marca verde con sus motos negras. Ya existía la Vulcan S, la encargada estos años de mantener el legado custom de Kawasaki con su bicilíndrico de procedencia Z650. Y desde 2024 le acompañará esta Eliminator 500, que apunta claramente a un cliente potencial aún más grande, el de usuarios del carnet A2.
Kawasaki Eliminator 500 SE.
Esta nueva cruiser se desdobla en dos versiones: la estándar y la SE. Con los mismos componentes, pero con pequeñas diferencias estéticas. La ‘Special Edition’ incluye una gráfica bitono diferente en el depósito, con la tapa del protector del escape en negro, una cúpula específica que rodea el faro, fuelles en la horquilla delantera, un tapizado diferente del asiento y, además, equipa de serie un cargador USB-c impermeable en el manillar. Por estos detalles, la diferencia de precio entre la Eliminator estándar y la SE es de 400 euros.
NUEVO LINAJE
Esta Eliminator es el primer modelo que se presenta en 2024 de la recién estrenada familia 500, que incluye las series Z y Ninja, y que equipa el propulsor de nueva factura. Un motor cuya carrera aumenta hasta los 58,6 mm (frente a los 51,8 mm del anterior 400) y sin variar el diámetro de 70,0 mm, se ha logrado un incremento de cilindrada hasta los 451 cc. Con ello se ha elevado la potencia máxima hasta los 33,4 kW (44,7 CV) a 9.000 rpm, y el par motor hasta los 42,6 Nm a 6.000 rpm.
El nuevo motor biclíndrico de 451 cc de la Kawasaki Eliminator 500.
Este aumento del cubicaje no ha afectado a la estructura bicilíndrica en línea, de refrigeración líquida, pero se han renovado componentes como en el pistón, la biela y el cigüeñal. También se ha rediseñado la caja del filtro y la alimentación, y ahora los inyectores están más próximos al colector de admisión. Además, incorpora un embrague asistido antirebote y cuenta con un mecanismo de asistencia automática para suavizar su respuesta según las revoluciones del motor.
CONJUNTO LIGERO
También estrena nuevo chasis de tipo trellis, con el motor anclado en cuatro puntos. La estructura tubular aporta una ligereza a su conjunto, con un peso declarado de 176 kg, varios menos que su teórica competencia.
Le complementa el basculante también en acero, que sujeta un par de amortiguadores paralelos que dotan a la rueda trasera de un recorrido bastante corto para permitir una altura del sillín muy baja, a solo 735 mm. O lo que es lo mismo, la altura de asiento más baja de cualquier Kawasaki de media cilindrada en su historia.
El asiento de la Kawasaki Eliminator 500 se sitúa a tan solo 735 mm.
El depósito en forma de lágrima tiene una capacidad de 13 litros. Monta una horquilla convencional de 41 mm, llantas de 18’’ y 16’’ delante y detrás, con un imponente donut trasero de 150 mm, y dos discos de freno de 310 mm y 240 mm, con ABS Nissin de doble canal.
EN MARCHA
La presentación internacional de este modelo se llevó a cabo en Marbella y pudimos rodar durante una larga jornada de más de 200 km por las sinuosas carreteras del interior de la provincia de Málaga. Un primer vistazo a la Eliminator y destila todo ese aire custom que se le presupone, con una estética realmente acertada que entra por los ojos. Quizás no tanto para los más puristas del segmento, que podrían echar en falta unas estriberas más adelantadas y un manillar más elevado y abierto, pero desde mi prisma es un acierto para una moto que tiene aspiraciones mucho más generalistas.
La posición de conducción de la Kawasaki Eliminator 500 es muy agradable.
El peso contenido se aprecia en cuanto te haces con ella y a la que tomas asiento confirmas que realmente es una moto bajita. Así que sientes todo bajo control. Como decía antes, la ergonomía es muy natural y lineal, con el triángulo que forma puño, estribo y asiento mucho más parecido al de la Z400, que al de la Vulcan S. Con mi 1’77 m encajé a la perfección en la moto, en cualquier caso, Kawasaki comercializa como accesorios dos variaciones de sillín, uno 30 cm más elevado y otro 20 más rebajado.
El motor enseguida se percibe alegre y ahí es donde se nota que comparte mecánica con dos modelos como la Z y la Ninja. O más bien, que es un propulsor más enfocado a ese componente racing que tienen sus hermanas de gama. Apenas ronronea o vibra como se podría esperar de una moto custom. Y no hay un par desorbitado que haga descabalgar en bajos y medios. Por el contrario, lo mejor lo deja para la parte alta del cuentavueltas, que estira en cada marcha con un sonido agudo que hace que te preguntes si el motor tiene algún cilindro más.
Durante la ruta, y especialmente en los tramos revirados, me gustó llevarlo en marchas cortas y muy alto de vueltas porque siempre quedaba algún CV más que rascar. Se me hizo difícil encontrar el corte de encendido entre marcha y marcha, y llegué a ver en el velocímetro los 160 km/h de máxima… sin cortar. Y también me gustó el tacto del embrague y especialmente la dulzura de su maneta. Estoy acostumbrado a utilizarla con dos dedos, pero incluso con uno y sin hacer apenas forzar la accionabas con suavidad. Muy bien conseguido.
Lo mejor del motor de la nueva Kawasaki Eliminator 500 está en lo alto del cuentavueltas.
En cuanto al chasis y al resto de la parte ciclo, no desentonaron con el corazón de esta Eliminator. La horquilla absorbe mejor que el doble amortiguador y el ABS no es nada intrusivo, deteniendo el vehículo con seguridad. Frente al viento, el minúsculo ‘cupolino’ de la versión SE (con la que rodamos) apenas te quita aire, dejando claro que su inclusión es más una licencia estética que práctica. Y puestos a mencionar peros, me costó encontrar el punto de visión óptima de sus retrovisores circulares, especialmente cuando miraba por el lado derecho.
CONECTIVIDAD, ACCESORIOS Y PRECIO
La renacida Kawasaki Eliminator 500 tiene el aroma del pasado, con muchos detalles tecnológicos del presente; como el sistema de iluminación de tipo LED, tanto el faro delantero como el piloto trasero.
El compacto cuadro de instrumentos es una pantalla LCD de buena legibilidad incluye velocímetros, cuentarevoluciones, cuentakilómetros total y dos parciales, reloj horario, indicador de marcha, nivel de combustible, consumo actual y medio y autonomía.
El cuadro de instrumento LCD de la Kawasaki Eliminator 500 es legible y repleto de información.
Además de indicador de Bluetooth, ya que se puede sincronizar con el nuevo sistema de conectividad para la APP de Kawasaki ‘Rideology’, que permite registrar en el cuadro los avisos de nuestro teléfono móvil, así como visualizar otros datos como las rutas completadas, programa de mantenimiento o diversos parámetros del motor.
La nueva Kawasaki Eliminator ya está disponible en la red comercial de la marca en España en sus dos versiones. La estándar, que se comercializa a un precio de 6.695 euros, mientras que la la SE está a la venta por 7.095 euros. Y ambas con una promoción de lanzamiento hasta el 31 de marzo que incluye tres años de mantenimiento y el seguro gratis durante el primero.

Kawasaki Eliminator 500 / SE, espíritu ‘bobber’ para el carnet A2.
Cada vez es más habitual encontrarnos en los catálogos de hoy, los apellidos de ayer. Y es precisamente lo que ha hecho Kawasaki al recuperar la legendaria denominación de Eliminator. Una saga que se estrenó en 1985 con su modelo original, que equipaba el motor de la GPZ900R; que pasó por diferentes cilindradas, desde 125 cc a 1000 cc; y que estuvo en el mercado hasta principios del siglo XXI. A lo largo de dos décadas siempre mantuvo una línea ‘low&long’ (baja y larga), que ahora vuelve a la escena con esa misma filosofía clásica, pero con toda la tecnología actual. Y por supuesto, con el nuevo bicliníndrico de 451 cc desarrollado en la fábrica de Akashi.
No es una apuesta mal tirada por parte de Kawasaki si nos atenemos a las ventas en el mercado europeo en los últimos años, con el segmento de las cruiser de media cilindrada experimentando un crecimiento del 56 % desde el año 2020. Ese es el trozo de pastel que quiere asaltar la marca verde con sus motos negras. Ya existía la Vulcan S, la encargada estos años de mantener el legado custom de Kawasaki con su bicilíndrico de procedencia Z650. Y desde 2024 le acompañará esta Eliminator 500, que apunta claramente a un cliente potencial aún más grande, el de usuarios del carnet A2.

Kawasaki Eliminator 500 SE.
Esta nueva cruiser se desdobla en dos versiones: la estándar y la SE. Con los mismos componentes, pero con pequeñas diferencias estéticas. La ‘Special Edition’ incluye una gráfica bitono diferente en el depósito, con la tapa del protector del escape en negro, una cúpula específica que rodea el faro, fuelles en la horquilla delantera, un tapizado diferente del asiento y, además, equipa de serie un cargador USB-c impermeable en el manillar. Por estos detalles, la diferencia de precio entre la Eliminator estándar y la SE es de 400 euros.
NUEVO LINAJE
Esta Eliminator es el primer modelo que se presenta en 2024 de la recién estrenada familia 500, que incluye las series Z y Ninja, y que equipa el propulsor de nueva factura. Un motor cuya carrera aumenta hasta los 58,6 mm (frente a los 51,8 mm del anterior 400) y sin variar el diámetro de 70,0 mm, se ha logrado un incremento de cilindrada hasta los 451 cc. Con ello se ha elevado la potencia máxima hasta los 33,4 kW (44,7 CV) a 9.000 rpm, y el par motor hasta los 42,6 Nm a 6.000 rpm.

El nuevo motor biclíndrico de 451 cc de la Kawasaki Eliminator 500.
Este aumento del cubicaje no ha afectado a la estructura bicilíndrica en línea, de refrigeración líquida, pero se han renovado componentes como en el pistón, la biela y el cigüeñal. También se ha rediseñado la caja del filtro y la alimentación, y ahora los inyectores están más próximos al colector de admisión. Además, incorpora un embrague asistido antirebote y cuenta con un mecanismo de asistencia automática para suavizar su respuesta según las revoluciones del motor.
CONJUNTO LIGERO
También estrena nuevo chasis de tipo trellis, con el motor anclado en cuatro puntos. La estructura tubular aporta una ligereza a su conjunto, con un peso declarado de 176 kg, varios menos que su teórica competencia.
Le complementa el basculante también en acero, que sujeta un par de amortiguadores paralelos que dotan a la rueda trasera de un recorrido bastante corto para permitir una altura del sillín muy baja, a solo 735 mm. O lo que es lo mismo, la altura de asiento más baja de cualquier Kawasaki de media cilindrada en su historia.

El asiento de la Kawasaki Eliminator 500 se sitúa a tan solo 735 mm.
El depósito en forma de lágrima tiene una capacidad de 13 litros. Monta una horquilla convencional de 41 mm, llantas de 18’’ y 16’’ delante y detrás, con un imponente donut trasero de 150 mm, y dos discos de freno de 310 mm y 240 mm, con ABS Nissin de doble canal.
EN MARCHA
La presentación internacional de este modelo se llevó a cabo en Marbella y pudimos rodar durante una larga jornada de más de 200 km por las sinuosas carreteras del interior de la provincia de Málaga. Un primer vistazo a la Eliminator y destila todo ese aire custom que se le presupone, con una estética realmente acertada que entra por los ojos. Quizás no tanto para los más puristas del segmento, que podrían echar en falta unas estriberas más adelantadas y un manillar más elevado y abierto, pero desde mi prisma es un acierto para una moto que tiene aspiraciones mucho más generalistas.

La posición de conducción de la Kawasaki Eliminator 500 es muy agradable.
El peso contenido se aprecia en cuanto te haces con ella y a la que tomas asiento confirmas que realmente es una moto bajita. Así que sientes todo bajo control. Como decía antes, la ergonomía es muy natural y lineal, con el triángulo que forma puño, estribo y asiento mucho más parecido al de la Z400, que al de la Vulcan S. Con mi 1’77 m encajé a la perfección en la moto, en cualquier caso, Kawasaki comercializa como accesorios dos variaciones de sillín, uno 30 cm más elevado y otro 20 más rebajado.
El motor enseguida se percibe alegre y ahí es donde se nota que comparte mecánica con dos modelos como la Z y la Ninja. O más bien, que es un propulsor más enfocado a ese componente racing que tienen sus hermanas de gama. Apenas ronronea o vibra como se podría esperar de una moto custom. Y no hay un par desorbitado que haga descabalgar en bajos y medios. Por el contrario, lo mejor lo deja para la parte alta del cuentavueltas, que estira en cada marcha con un sonido agudo que hace que te preguntes si el motor tiene algún cilindro más.
Durante la ruta, y especialmente en los tramos revirados, me gustó llevarlo en marchas cortas y muy alto de vueltas porque siempre quedaba algún CV más que rascar. Se me hizo difícil encontrar el corte de encendido entre marcha y marcha, y llegué a ver en el velocímetro los 160 km/h de máxima… sin cortar. Y también me gustó el tacto del embrague y especialmente la dulzura de su maneta. Estoy acostumbrado a utilizarla con dos dedos, pero incluso con uno y sin hacer apenas forzar la accionabas con suavidad. Muy bien conseguido.

Lo mejor del motor de la nueva Kawasaki Eliminator 500 está en lo alto del cuentavueltas.
En cuanto al chasis y al resto de la parte ciclo, no desentonaron con el corazón de esta Eliminator. La horquilla absorbe mejor que el doble amortiguador y el ABS no es nada intrusivo, deteniendo el vehículo con seguridad. Frente al viento, el minúsculo ‘cupolino’ de la versión SE (con la que rodamos) apenas te quita aire, dejando claro que su inclusión es más una licencia estética que práctica. Y puestos a mencionar peros, me costó encontrar el punto de visión óptima de sus retrovisores circulares, especialmente cuando miraba por el lado derecho.
CONECTIVIDAD, ACCESORIOS Y PRECIO
La renacida Kawasaki Eliminator 500 tiene el aroma del pasado, con muchos detalles tecnológicos del presente; como el sistema de iluminación de tipo LED, tanto el faro delantero como el piloto trasero.
El compacto cuadro de instrumentos es una pantalla LCD de buena legibilidad incluye velocímetros, cuentarevoluciones, cuentakilómetros total y dos parciales, reloj horario, indicador de marcha, nivel de combustible, consumo actual y medio y autonomía.

El cuadro de instrumento LCD de la Kawasaki Eliminator 500 es legible y repleto de información.
Además de indicador de Bluetooth, ya que se puede sincronizar con el nuevo sistema de conectividad para la APP de Kawasaki ‘Rideology’, que permite registrar en el cuadro los avisos de nuestro teléfono móvil, así como visualizar otros datos como las rutas completadas, programa de mantenimiento o diversos parámetros del motor.
La nueva Kawasaki Eliminator ya está disponible en la red comercial de la marca en España en sus dos versiones. La estándar, que se comercializa a un precio de 6.695 euros, mientras que la la SE está a la venta por 7.095 euros. Y ambas con una promoción de lanzamiento hasta el 31 de marzo que incluye tres años de mantenimiento y el seguro gratis durante el primero.