*NANO*
Clan Leader

Casi nadie le conoce, pero Mercedes-Benztiene mucho que agradecer al diseñador de automóviles estadounidense Michael Fink. Entre sus creaciones destaca la primera generación del CLS, que cumple 20 años. El C 219, como se le conoce internamente, se fabricó entre octubre de 2004 y julio de 2010 y lo confeccionó el propio Fink en 2001
También diseñó el primer CLK, el C Coupé y los Maybach 57 y 62. ¿Cómo era en realidad el primer CLS? Según el departamento de prensa de la firma alemana, combinaba el "fuerte carisma emocional" de un coupé con el "confort y practicidad" de una berlina.
La historia del CLS comenzó en 2003, cuando dos vehículos brillaron en el pabellón de Mercedes-Benz en el salón de Fráncfort: el concept car Vision CLS y el superdeportivo SLR McLaren. El primero se creó a instancias del entonces jefe de Diseño de la casa, Peter Pfeiffer. Su objetivo era utilizar la estética para cargar la marca de fascinación y emotividad
Al ver el prototipo, el público de todo el mundo tuvo claro de inmediato que se trataba de un icono del diseño: un coupé de cuatro puertas de líneas muy elegantes y expresivas.
Gracias a la respuesta extremadamente positiva, la producción en serie comenzó justo un año después. De hecho, la forma de la carrocería influyó tremendamente en el sector, hasta el punto de que otros fabricantes de automóviles también la adoptaron. Así nacieron el BMW Serie 6 Gran Coupé o el Volkswagen CC.
El CLS de producción celebró su estreno en el mercado a principios de octubre de 2004. Se basaba en la plataforma del antiguo Clase E (W211) y compartía con este coche componentes importantes, como motores, cajas de cambio y una distancia entre ejes idéntica (2.854 mm).
En comparación, el coche era 95 mm más largo, 51 más ancho y 27 más bajo y, según Mercedes-Benz, contaba con una suspensión un 30% más rígida y una dirección más sensible. Por lo tanto, el CLS se situó entre medias del Clase E y el Clase S.


La gama de motores incluía dos potentes opciones de gasolina: un propulsor V6 atmosférico de nuevo desarrollo con 200 kW (272 CV) en el CLS 350 y una potente unidad de ocho cilindros con 225 kW (306 CV) en el CLS 500. Ambas mecánicas se combinaban de serie con el nuevo cambio automático de siete velocidades 7G-TRONIC.
En la versión tope de gama, la suspensión neumática Airmatic y el climatizador de cuatro zonas ofrecían el confort propio del segmento del Clase S. Además, las cuatro puertas facilitaban la entrada y salida de los pasajeros traseros, respecto a un coupé tradicional.
Detrás había dos cómodos asientos individuales, que disfrutaban de una gran libertad de movimientos. El lujoso habitáculo con paneles de madera del primer CLS era legendario. ¡Vaya calidad!

La distancia entre los asientos delanteros y traseros era de 829 milímetros, lo que, al igual que el espacio para los hombros y los codos (1.422 y 1.464 milímetros, respectivamente, en la parte trasera), superaba los valores de berlinas comparables. Con hasta 505 litros (según el método de medición VDA), el CLS también disfrutaba de un maletero más grande que el de otros coupés y algunas berlinas.
En cuanto a prestaciones, el CLS 350 de seis cilindros aceleraba de 0 a 100 km/h en exactamente 7,0 segundos y alcanzaba una velocidad máxima de 250 km/h, mientras que el CLS 500 paraba el cronómetro en 6,1 segundos.
También hubo un diésel en el CLS desde el principio: 320 CDI hasta 2009, que luego continuó como 350 CDI hasta 2010. Sin embargo, la potencia del motor de 3,0 litros siguió siendo siempre la misma, 224 CV, al igual que el par máximo de 540 Nm.
A mediados de 2006, Mercedes-Benz introdujo en el CLS el primer motor de gasolina del mundo con inyección piezoeléctrica directa y un proceso de combustión guiado por chorro. Se dice que el motor de seis cilindros y 215 kW (292 CV) del CLS 350 CGI conseguía un ahorro adicional de combustible de alrededor del 10% en comparación con el V6 anterior. Por su parte, el CLS 500 también cambió de motor V8, tomado del Clase S, que con 388 CV era alrededor de un 26% más potente.
No se nos olvidan las opciones de altas prestaciones. El CLS 63 AMG, cuyo motor V8 atmosférico desarrollaba 514 CV, sustituyó al CLS 55 AMG de 476 CV, el único CLS con cambio automático de cinco velocidades.
El restyling del coche tuvo lugar a principios de 2008. El nuevo modelo de acceso, el CLS 280 con un moderno motor V6, desarrollaba 170 kW (231 CV). Por su parte, la variante tope de gama, el CLS 63 AMG con un motor V8 de 6,3 litros y 514 CV, incorporaba llantas de aleación AMG de 19 pulgadas y un nuevo sistema de escape deportivo.
En el frontal llamaba la atención la parrilla modificada, con dos lamas en lugar de las cuatro anteriores. Las rejillas tridimensionales en forma de diamante en las salidas de aire subrayaban además la anchura del vehículo. Los retrovisores, un 32% más grandes, también tenían una nueva forma y los intermitentes laterales LED integrados lucían un diseño en forma de flecha.
Visto desde atrás, el CLS actualizado llamaba la atención con un nuevo faldón trasero, pilotos LED resideñados y embellecedores de escape modificados, que pasaron a ser trapezoidales en lugar de ovalados.
El interior también se actualizó con un volante de cuero de tres radios con botones multifunción y un cuadro de instrumentos de nuevo diseño. Las esferas blancas contrastaban con la superficie cincelada del panel tubular. Las nuevas aplicaciones de madera en castaño sustituyeron a la combinación de colores mate.
La producción del primer CLS ascendió a 170.000 unidades en todo el mundo durante sus seis años de producción. El último ejemplar salió de la línea de producción de la planta de Sindelfingen el 26 de julio de 2010: ese CLS 550 negro fue para un cliente de Estados Unidos.