Ha muerto Paquito Fernández Ochoa, la única medalla de oro olímpica del esquí español. Y no pongo el post por esa medalla, lo pongo porque el otro día leí una entrevista que le hacían y acabo de ver otra por la tv y, señores, me descubro ante una persona como él, chapeau, Paquito, si algún día me pasa a mi algo parecido me gustaría ser como tú. Ésta es su última entrevista para Marca: PREFIERO SEGUIR HASTA EL FINAL COMO UN BRAVO QUE CAER COMO UN MANSO" Paquito Fernández Ochoa: "Se puede ser feliz con un cáncer" Por JOSÉ M. CASTILLO · Madrid (Entrevista publicada el 26 de octubre de 2006) · MANDA TUS MENSAJES DE ÁNIMO A LA FAMILIA FERNÁNDEZ OCHOA Desde la cama de la clínica Anderson de Madrid donde se niega una y otra vez a rendirse en la lucha que mantiene contra el cáncer, Paquito Fernández Ochoa, el único campeón olímpico que ha tenido el esquí español, espera el merecido homenaje que recibirá el sábado en su pueblo, Cercedilla. Su cuerpo muestra los estragos de la enfermedad, pero su mente, su espíritu y su determinación siguen siendo los del indómito iniciador de la saga Fernández Ochoa, que a sus 57 años se ha quedado para siempre en el corazón de los españoles como Paquito. ¿Qué supone para usted este homenaje que le van a rendir? Por un lado, es el típico como esquiador y hombre salido de Cercedilla, como los 29 campeones de España de este deporte que ha dado este pueblo. Como símbolo me han cogido a mí porque soy el que más proyección nacional e internacional he tenido y también por unas circunstancias no tan agradables como son sufrir un cáncer de los ganglios linfáticos. Yo no lo he buscado. Es la respuesta de un pueblo a sus campeones. ¿Tiene la sensación de que en España se ha desperdiciado el talento de gente como usted para buscar una continuidad? Existe talento, eso está claro, pero lo que no hay es el señor al que servir. Me explico. Se puede ser un buen vasallo, pero si el que manda no es bueno, de nada vale. Si no hay quien sepa mandar, es difícil que salgan cosas. ¿Usted podría haber sido uno de esos señores? Mi mejor premio es haber cumplido. Por mí, por mi pueblo, por mi familia, mi Dios, mi Patria. También ha habido buenos ‘señores’, pero yo no sirvo. Me considero un buen vasallo. ¿Recuerda muy a menudo el día en que ganó la medalla de oro? Muchas veces. Qué día no hay que no me ría y qué día no pienso que lo que me ha pasado, lo que soy, es porque hice esto. Vivimos rodeados de ilusiones y por la ilusión he vivido. ¿Hay alguna de esas ilusiones que le quede por cumplir? Muchas. Sobre todo ser un buen abuelo, porque no sé si para ser mejor padre llego ya. Puedo estar orgulloso de mis tres hijos, pero podía haber dado aún más, el mil por mil. ¿Se arrepiente de muchas cosas? Quizá de no haber dado a mis padres todo lo que podía. La familia se queda en un segundo plano cuando te conviertes en un ídolo, en ejemplo de masas. Por eso creo que quizá con mi nieto puedo ser mejor abuelo que padre. Y también mejor esposo. Cuando cuentas los días dices: qué corto se me ha hecho esto. ¿Se valora en nuestro país a los campeones olímpicos? Se valora. En mi tiempo, mucho. Era el momento. En el sentido popular, seguro que se valora. Ahora, a pesar de haber pasado 35 años de mi oro, parece que soy más valorado de lo normal, pero no es así. Todo lo que he hecho ha sido por mí mismo. Nadie me ha preguntado por ser campeón olímpico si quería esto o lo otro. No me han regalado nada. ¿Alguna vez se sintió utilizado? He sido muy rebelde, muy de Cercedilla (ríe). Sí me han utilizado alguna vez, pero porque a mí me ha parecido bien. ¿Alguna vez se ha planteado si le habría ido mejor si no hubiera sido tan rebelde? Si no hubiera sido rebelde no habría sido yo. Sería Paquito el de Cercedilla. ¿Le molesta que a sus 56 años aún le llamen Paquito? A mí no me molesta. La gente de pueblo no se siente menospreciada por la forma de decir las cosas. Si me llaman Paquito es por ser querido. Eso se nota. Yo me siento muy querido. ¿Recuerda la última vez que esquió? El 8 de agosto de 2005, en Chile. Lo echo de menos, pero hay cosas más importantes que el esquí. ¿Como cuales? Poder hacerlo. Poder elegir si quieres hacer una cosa o no. ¿Cambiaría su oro olímpico por algo? Cambiaría mi oro por quitar cualquier porquería de esta gentuza (señala con la cabeza al televisor, donde dan noticias políticas) que hay por el país. Pero eso no se puede hacer. Mi oro siempre se puede quitar y poner, pero una vez que lo has ganado no lo puedes menospreciar. Antes le daba menos importancia, pero ahora le doy más. Hice feliz a mucha gente y sólo por eso creo que lo hice bien. ¿Y le hizo feliz a usted? Sí, me hizo muy feliz. Siempre. ¿Le gustaría ver a algún otro Fernández Ochoa continuando la saga en el esquí? Es difícil, porque mis tres hijos ya no son esquiadores y tengo que agradecérselo porque así no me tengo que pelear con alguna gente. Pero no me importaría que alguno de mis sobrinos o de mis nietos lo hicieran. ¿Les daría algún consejo? Sí, que disfruten como he disfrutado yo. Y cuando no disfruten, que se paren. ¿Siempre ha hecho lo que ha querido? He hecho lo que he entendido que tenía que hacer. Otra cosa es que haya acertado. Me he salido con la mía. Porque me toque este retroceso en mi salud no me puedo sentir desafortunado. Podría ser peor. Cuando le diagnosticaron el cáncer, ¿cómo lo encajó? Ya la palabra es cruel y te da una sensación de tragedia. Es difícil de llevar, de curar y de mantener, pero piensas que no hay otra, que tienes que seguir peleándote y prefiero seguir hasta el final como un bravo que caer como un manso. ¿Le diría algo a los enfermos de cáncer? Que hay que afrontar el cáncer con decisión y valentía. Si no, pierdes. Por mal que venga, hay que estar satisfecho de haber llegado hasta donde has llegado y por mal que estés, dar guerra. Y disfrutar al máximo. Se puede ser feliz con artrosis, con ceguera y también con cáncer. Vivir es un privilegio del que no tenemos derecho a renegar. Hay que prohibir la idea de dejarse llevar por la corriente. Al cáncer se le puede dar guerra. Y disfrutar de tu hijo, tu mujer, tu pareja, el amigo... Siempre hay un pretexto para disfrutar en un día, que es muy corto, y también es corto un año, y 100 años.
Excelente Deportista, hoy nuestro deporte pierde a uno de los grandes . Y su familia a un ser querido . DEP
Me quedo de piedra, porque no hace un año lo vi en el aeropuerto de Madrid, tirando de su trolley como un pasajero mas, con paso firme y decidido, como una persona completamente sana...vamos. Y en ese corto tiempo el cancer va y se lo "come".... NO SOMOS NADA NI NADIE. DESCANSE EN PAZ.
Hoy es un dia triste para el deporte español y en mi casa porque estamos pasando lo mismo en mi casa y Paco era un ejemplo a seguir y que parece mentira cuando lo sufres en tu casa estas cosas afectan mas de lo qe se cree..... DEP
vaya cuando lo he visto digo jod q pena si parecia q aguantaria mas pro en fin esto es asi,, q descanse en paz!
DEP que asco de enfermedad, son tantos casos lejanos y cercanos ¿cuando inventarán algo contra esa lacra?
Yo no puedo por más que decir que tanto el como sus hermanos son gente entrañable, que me sumo al dolor que pedecen en estos momentos pues la perdida de alguien grande es desgraciadamente tambien más grande. Lo conoci personalmente y era grande de verdad.
Tuve la suerte de poder hablar con el y con su hermana en candanchu , y realmente buenisima gente de verdad....lo siento mucho por la familia y que descanse en paz.
la verdad que lo senti bastante cuando me entere,y aun sigo consternado. una gran persona y deportista. por que no acaba esta mierda del cancer ya!!!!!!!!!!! puñeteras empresas farmaceuticas