Lo vi ayer y estoy de acuerdo en todo lo que dice, un primo tiene uno corto restaurado del 54 y es un hierro de cuidado. Estos coches tienen su gracia pero son muy poco utilizables, en campo es fácil encontrarles el límite, hay mucho mito e idealización sobre el modelo y en carretera resultan hasta peligrosos, no frenan nada con sus 4 tambores.
Es un diseño con 75 años para tareas específicas. Yo creo que tiene mucho mérito el haber estado en servicio y a la venta, con demanda, hasta 2016. Su cometido inicial era militar y agrícola, por lo que pedirle confort y prestaciones no es demasiado razonable. No obstante, a partir de 1990 el modelo se civilizó de forma palpable, cosa que redundaría en el menor sufrimiento del conductor y también en la seguridad. Los frenos de disco con servo llegaron a los Santana españoles en 1986. Aun así, los ejemplares previos se siguen utilizando con asiduidad aquí en Galicia, tanto en zonas de interior y montaña, como en tareas portuarias -la carrocería de aluminio no tiene rival-. Cuando a Unión Fenosa se le ocurra dar pasaporte a sus TD5, va a haber bofetadas.
Son cacharros pero cuando te vienen a recoger en uno cuando estas tirado en lo alto de un monte con tormenta, la tienda de campaña calada y frío resultan maquinotes