El Audi RS 7 Sportback (C8) de la prueba es una de las berlinas con motor de combustión interna más rápidas del planeta. También es uno de los vehículos de cinco plazas más llamativos del mercado. Un auténtico misil tierra-tierra capaz de desplazarse a ritmos inverosímiles con una facilidad pasmosa mientras agasaja a sus ocupantes con un habitáculo lujoso, bien aislado y muy equipado. Una berlina que además de por su rendimiento, destaca por su llamativa imagen. Hacía tiempo que no escuchaba tantos comentarios sobre un coche como los que he recibido durante la semana que he pasado conduciendo el RS 7 Sportback. Y francamente, es natural, pues es un vehículo espectacular lo mires desde donde lo mires. Pero la cosa mejora si además de poder contemplarlo y oírlo en vivo tienes el placer de subir a bordo y experimentar su abrumadora potencia. Porque su motor 4.0 V8 biturbo genera la friolera de 600 CV entre 6.000 y 6.250 rpm y un brutal par motor de 800 Nm entre 2.000 y 4.500 vueltas. Cuenta, además, con un sistema microhíbrido que le permite presumir de la etiqueta ECO sobre el parabrisas. Este rendimiento se transmite al suelo a través de un cambio automático con convertidor de par y ocho velocidades y de la afamada tracción quattro. Un sistema que en este caso envía un 40 por cierto de la fuerza al eje delantero y un 60 al trasero en condiciones normales, pero que puede llegar a mandar hasta un 85% de la potencia al eje posterior. Un tren este que, por cierto, puede contar opcionalmente con un diferencial autoblocante electrónico. Y es opción necesaria, al igual que el escape deportivo, porque transforma por completo el comportamiento del coche. El diferencial ayuda a redondear la trazada en los giros más cerrados en combinación con el eje trasero direccional y el escape te permitirá escuchar todavía mejor la melodía que producen esos ocho cilindros. Quizá sea esto último, el sonido, lo que más me ha gustado del Audi RS 7 Sportback de la prueba. No sé si es porque cada vez hay menos coches como este y más híbridos o eléctricos, pero poner en marcha este motor u oír los gorgoteos que produce al reducir de marcha me traslada a una época en la que en la que este tipo de mecánicas eran mucho más comunes. Y qué decir de su habitáculo. Como es de esperar dado el precio del coche, tiene unos acabados de primerísimo nivel. Es un espacio que desprende elegancia y calidad por partes iguales y que además resulta muy confortable. Porque los asientos delanteros sujetan bien el cuerpo y son muy cómodos, mientras que los pasajeros de las plazas traseras gozan también de mucho espacio. Ahora, a diferencia de la anterior generación, podrás llevar hasta tres ocupantes detrás. Esto, unido a su amplio maletero de 535 litros -al que, por cierto, se accede a través de un gran portón de accionamiento eléctrico-, convierte a este coche en un vehículo apto para casi todo. La imponente imagen del RS 7 Sportback combina elementos propios de la gama del Audi A7 Sportback con numerosos detalles específicos. Por ejemplo, cambia el paragolpes delantero, que presenta unas entradas de aire mucho más grandes necesarias para garantizar la correcta refrigeración del motor. También son diferentes las taloneras o el parachoques trasero, que integra un difusor y dos grandes salidas de escape ovaladas. Otro detalle significativo, que marca en gran medida esa poderosa estética, es que cuenta con unas vías considerablemente más anchas que un A7 normal. Así, Audi ha tenido que ampliar la anchura de la carrocería para poder alojar ambos trenes y de paso dar cabida a un conjunto de llantas que de serie son de 21 pulgadas pero que pueden llegar a ser de hasta 22”. Y tras estas se esconden unos monumentales frenos cerámicos -opcionales- con unos discos de 440 mm delante y 370 mm detrás. Este Audi RS 7 Sportback C8 convierte cada desplazamiento en un acontecimiento. Es un automóvil especial y te lo hace saber desde el mismo momento en el que pones un pie a bordo y pulsas el botón de arranque. Cierto es que la puesta en marcha ha perdido en espectacularidad con respecto a su antecesor, pues el sonido es más comedido -gracias a las normativas europeas-, pero aun así pondrá los pelos de punta a cualquier aficionado a la gasolina. En los primeros metros conduciendo este coche me llama la atención lo fácil que es maniobrar con él. Porque aunque sobre pasa por poco los 5 metros de largo, el eje trasero direccional que equipa esta unidad facilita mucho las cosas en este tipo de escenarios. Lo que más le limita en este sentido es su anchura, que es de cerca de 2 metros sin contar los retrovisores. En un uso normal, en el día a día, se comporta igual de bien que cualquier A7 que equipe la suspensión con muelles neumáticos que monta de serie el RS 7 Sportback. Un elemento que garantiza una capacidad de absorción brillante incluso a pesar del reducido perfil de los neumáticos y que además permite variar la altura libre al suelo. Esta se combina con unos amortiguadores regulables controlados electrónicamente que se pueden ajustar a través del selector de modos de conducción. Entre estos hay dos personalizables -denominados RS1 y RS2- a los que se accede rápidamente a través de los botones del volante y que permiten que configurar el coche a tu gusto variando parámetros como la respuesta de la dirección, del acelerador o el sonido del motor. Las autopistas son el terreno de juego ideal para este Audi: por dimensiones y por prestaciones es donde más cómodo te sentirás conduciéndolo. La combinación de esas suspensiones y de su lujoso habitáculo permite que los kilómetros se vayan acumulando sin que los pasajeros se fatiguen. Eso sí, el conductor tendrá que prestar mucha atención al velocímetro, porque es fácil acabar circulando a ritmos de cárcel sin darse cuenta debido a lo bien aislado que está el interior y a su estratosférico rendimiento. El consumo de combustible en estas circunstancias es más bajo de lo que uno podría esperar. Porque este motor 4.0 V8 biturbo cuenta con una serie de herramientas que permiten que sea razonablemente eficiente, como la desconexión de cilindros o la posibilidad de apagarse gracias al sistema microhíbrido. Así, si eres capaz de contener tu pie derecho, es fácil moverse en medias de 10 u 11 litros a los 100 km, nada mal para un vehículo de su potencia y de más de 2,1 toneladas de peso en orden de marcha. Lógicamente, cuando explotas todo el rendimiento del motor esa cifra se dispara hasta lo que quieras: en carreteras de montaña he llegado a ver consumos de 30 l/100km. Un terreno de juego en el que, aunque no es el ideal para esta súper-berlina, se desenvuelve bien. Fundamentalmente gracias a ese tren trasero direccional, al diferencial activo y a unos frenos que parecen inagotables. Vamos, que podría decirse que es el Audi definitivo. Pero no. El problema que tiene el RS 7 Sportback es que en la gama de la firma de los cuatro aros existe otro vehículo que reúne todas las características anteriormente mencionadas y además las combina con una carrocería todavía más práctica. Me refiero al Audi RS 6 Avant C8 (prueba), que es con el que yo me quedaría. Ficha técnica Audi RS 7 Sportback (C8) Motor Cilindrada 3.996 cc Cilindros 8 en uve Potencia máxima 600 CV entre 6.000 y 6.250 rpm Par máximo 800 Nm entre 2.000 y 4.500 rpm Alimentación Tipo Inyección directa, turbo e intercooler Transmisión Caja de Cambios Automática, 8 velocidades Tracción Total Suspensión Delantera Paralelogramo deformable Resorte neumático Barra estabilizadora Trasera Paralelogramo deformable Resorte neumático Barra estabilizadora Frenos Delanteros Disco ventilado Ø 420 mm Traseros Disco ventilado Ø 370 mm Dimensiones Longitud 5.009 mm Anchura 1.950 mm Altura 1.424 mm Distancia entre ejes 2.930 mm Maletero Volumen 535 – 1.390 litros Peso Peso 2.150 kg Prestaciones Velocidad máxima 250 km/h Aceleración 0-100 Km/h 3,6 seg Consumo Combinado 12,1 l/100 km Velocidad baja 20,3 l/100 km Velocidad media 12,3 l/100 km Velocidad alta 10,2 l/100 km Velocidad muy alta 10,5 l/100 km Emisiones Emisiones de CO2 274 g/km Euro 6 –Etiqueta ECO Precio Precio oficial Desde 157.820 euros
Brutal Que voy a decir yo que tengo uno, bueno el que trae dos silondross menos si con 6 va como va, con 8 tiene que ser la bomba.... Si me viese en la tesitura de poder gastar para un RS no sé cual elegiría, si el 7 o el 6... he tenido ambas carrocerías, frutero (C7) y coupe (C8) El frutero mola mucho... pero el coupe es más elegante...