PRUEBA: Ford Capri Premium Rango Extendido RWD 77 kWh En 1969 Ford presentaba en el Salón de Bruselas el Mustang europeo. Bautizado como Ford Capri, casi de manera instantánea se convirtió en todo un fenómeno de masas para aquellos conductores del Viejo Continente que querían sentirse como Steve McQueen pero a los que resultaba complicado acceder a un Mustang (prueba). De hecho, el eslogan creado por el departamento publicitario de Ford fue todo un acierto y su “el coche que siempre te prometiste a ti mismo” se convirtió en toda una realidad con un éxito de ventas casi instantáneoTanto, que entre 1969 y 1986 se vendieron casi dos millones de Ford Capri. Una estética de corte coupé muy acertada, una mecánica robusta y el hecho de que cualquier ‘manitas’ podía repararlo por sí mismo y un precio muy competitivo fueron algunas de las claves del éxito del modelo. Ahora, 55 años después de aquel estreno y 38 del final de su producción, Ford vuelve a resucitarlo en una estrategia que la propia firma del óvalo ha consolidado: la de devolver a la vida sus nombres más representativos adecuándolos a los tiempos modernos. Así lo hizo con el Ford Puma (prueba) y ahora repite fórmula con este Capri que, eso sí, vira por completo su concepción ya que ahora no solo hablamos de un SUV, sino que es 100% eléctrico y, encima, tiene sangre alemana. Pero si eres un apasionado del coche y antes de que parees de leer esta prueba, déjame que te explique en esta primera toma de contacto todos sus detalles para ver si te cambia la perspectiva. Un Explorer Coupé Como decíamos, Ford vuelve a repetir la misma fórmula ya vista con Puma, es decir, convertir un deportivo coupé en un SUV con el añadido en este caso de electrificarlo por completo. Con todo, el nuevo Capri ha dejado de ser ese (historia) Ford Mustang a la europea, con un capó alargado y un voladizo corto redondeado que anticipaba una pronunciada caída del techo para convertirse en un todocamino de 4,63 metros de largo, por 1,87 de ancho y 1,62 de alto, robusto, con llantas hasta de 21 pulgadas y un diseño un tanto controvertido. En términos generales podríamos decir que se trata de un Explorer de corte deportivo, ya que ambos se sostienen sobre la misma plataforma MEB del Grupo Volkswagen, de ahí que te hayamos dicho lo de la sangre alemana, en la que los diseñadores de Ford sí han querido imprimir el sello propio del Capri como se percibe en detalles como el frontal, con esta máscara en negro que conecta los pilotos delanteros que buscan esa forma cuadrada del Capri MK1; la línea del techo descendente en el pilar C en el que se deja ver esta forma redondeada del cristal de cortesía que evoca al MK1; una caída del techo que desemboca en una tapa del maletero cuadrada que también se cruza por una moldura en negro transparente que conecta los pilotos y en la que deja entrever el nombre del modelo. Por último, propone una paleta de colores amplia, en la que quizá no destaque le gris de las imágenes pero sí el amarillo Vivid que también busca rendir homenaje al coche de hace más de medio siglo y que, además, no tiene coste para el cliente. Perfecto en capacidades Ya que hablamos de un Explorer coupé lo suyo es comenzar el análisis del interior por la zona trasera ya que teóricamente son las que más se deberían diferenciar del SUV por esa caída del techo. No obstante, una vez que estamos sentados dentro no percibimos merma alguna, ya que la caída se produce justo a continuación de los reposacabezas, por lo que no hay problema para que un adulto de 1,85 metros se acomode sin dar con el techo. En cuanto al hueco para las piernas, los 2,76 metros de distancia entre ejes brindan un espacio enorme y muy confortable en el que la única pega la encontramos en una posición demasiado flexionada de las rodillas. Por anchura, lo habitual en un coche de este porte, con un espacio para tres en el que viajarán mejor dos. En cuanto al maletero, este parte de los 572 litros si se mide hasta la bandeja (de tela y sin ninguna función práctica más allá de la de ocultar el equipaje) o 627 litros si ampliamos hasta el techo. Al abatir los respaldos posteriores (sin mandos satélite) la capacidad aumenta hasta los 1.510 litros brindando un piso casi plano cuando la bandea inferior se coloca en la parte más alta. Respecto a los cables de carga, estos pueden almacenarse en uno de los laterales, enganchados a través de dos tiras de velcro ya que no hay rastro alguno de un posible frunk (el maletero delantero), pues es una de las limitaciones de la plataforma MEB. Calidad europea De puertas para dentro no hay novedad alguna si estás familiarizado con el Explorer y, al mismo tiempo, tampoco hay rastro alguno del Capri original. De hecho, verás más semejanzas con los Volkswagen que con su predecesor como es el caso del cuadro de instrumentos, del selector del cambio en la columna de dirección o de los elevalunas, con el engorroso ‘Rear’ que tenemos que pulsar para bajar las ventanillas traseras. La calidad percibida es buena, muy buena, mayor incluso que en los ID de la firma alemana, con materiales blandos en buena parte de las zonas, mientras que el equipamiento de serie suma, entre otros, asientos calefactables, sincronización inalámbrica con Apple CarPlay y Android Auto, acceso y arranque sin llave, asientos delanteros con calefacción y regulación eléctrica o función masaje en el caso del conductor, volante calefactado, climatizador bizona y sistema de sonido compuesto por 7 altavoces (10 en nuestro acabado Premium y firmado por B&O) en el que sobresale la barra incrustada en la parte alta del salpicadero. Justo por debajo se sitúa el monitor central de 14,6 pulgadas que tan pronto puedes verlo dispuesto verticalmente como inclinado en un ángulo de 30º integrándose perfectamente en la consola central. Un gadget que no solo le aporta vistosidad, sino que incrementa la modularidad al brindarnos lo que Ford llama My Private Locker. Se trata de un pequeño compartimento donde los enseres pueden ocultarse a la vista cuando la pantalla está completamente inclinada bloqueándose mecánicamente al cerrar el coche . Sin salir de los huecos portaobjetos, al igual que en el Explorer este Capri presenta innumerables espacios repartidos por todo el puesto de conducción, destacando el enorme cofre central con una capacidad de 17 litros que nos permite guardar desde un portátil con pantalla de 15” hasta tres botellas de 1,5 litros y otra de 1 litro. En él además se puede plantear al gusto si queremos tener un portabotellas o una superficie plana para dejar el móvil. Conducimos el Ford Capri Al estar basado además en la plataforma MEB del Grupo Volkswagen, no contempla ninguna otra opción que no sea cero emisiones. Aquí de nuevo hereda toda la tecnología y puesta a punto del Explorer con una gama compuesta por tres niveles de potencia y tres capacidades de batería. De esta forma hablamos de dos versiones con un solo motor trasero, que declaran 170 CV y 286 CV asociadas a baterías de 52 y 77 kWh útiles, respectivamente. Por encima se sitúa el Capri de mayor rendimiento, con dos motores, uno en cada eje (tiene por tanto tracción total) y 340 CV, permitiéndole acelerar de 0 a 100 km/h en 5,3 segundos. Esta última se combina con una batería de 79 kWh. Con todo, la autonomía del Capri varía de los 358 km del de acceso, llega a los 592 km en el AWD y alcanza nada menos que los 627 km del Range Extended, es decir, la versión intermedia. Si te surge la duda, no te apures que te la resolvemos pues en comparación con el Explorer, el rango se incrementa en aproximadamente 25 km, gracias principalmente a su mejor aerodinámica (no nos han facilitado el dato exacto de su Cx) y a un consumo medio de entre 13,3 y 15 kWh/100 km. Lo que no varía es la potencia de carga, ascendiendo en corriente continua a los 185 kW en el caso de la batería más capaz y 135 kW en la pequeña, lo que se traduce en un tiempo mínimo de espera de 26 minutos para pasar del 10 al 80%. En marcha o primero que te tenemos que decir es que el consumo medio es el estándar para un coche de estas características, pues durante la prueba le medimos cerca de 17,5 kWh/100 km que si bien parecen desmesurados frente a los oficiales y provocan que el dato de autonomía se esfume por completo, la realidad es que en condiciones normales podrás cubrir sin demasiados problemas unos 450 km, que podrían convertirse en unos pocos más si abusas del programa de conducción Eco, al que se suman el Normal, el Sport y el Individual en los RWD, añadiendo el Traction en el caso del Capri AWD. Un programa, este último, que nos hubiera venido muy bien para sortear de una manera más efectiva las duras condiciones climatológicas a las que nos tuvimos que enfrentar durante la conducción, con una fortísima nevada en el Puerto de Navacerrada que no hizo sino poner sobre la mesa toda nuestra habilidad. En favor del coche, equipado con la propulsión posterior y con neumáticos de verano sobre llanta de 21”, tenemos que decir que si bien fue necesario ir jugando con el control de tracción, desconectándolo y/o activando el modo Sport, pudimos llegar al destino sorteando, incluso a otros vehículos equipados con tracción total. Por cierto, hablando de clima, la firma del óvalo propone como opcional la bomba de calor, con un coste de 1.300 euros y el beneficio que permite que la autonomía, en días como ese, no se viese fulminada por la calefacción. Volviendo a la conducción real, en lo relativo a la puesta a punto, Ford se vuelve a desmarcar de su socio alemán por variar ligeramente ciertos detalles de la plataforma. La firma americana ha implementado cambios en la suspensión, con amortiguadores y muelles más firmes, una nueva calibración de la dirección para hacerla más directa (aunque sigue teniendo 3,5 vueltas entre topes) y un ESC modificado, con un menor intrusismo para conseguir una conducción más ágil. La realidad es que el Capri es un SUV Coupé divertido de manejar, con una pisada firme y homogénea en el que el único punto de mejora es el tacto del freno y de esa dirección que está demasiado filtrada para así permitir un mejor manejo en ciudad. En lo relativo a los asistentes de conducción, cuenta con una batalla amplísima de funciones. En definitiva La “reinvención del futuro” como la denomina la propia Ford pasa no solo por electrificar sus resurrecciones (el Puma GEN-E acaba de ser presentado), sino toda su gama para así ser un fabricante 100% eléctrico a partir de 2035 y en ella el papel del Capri es importantísimo. Sí, somos conscientes de que quizá a muchos os parezca un sacrilegio haber empleado dicho nombre, pero la realidad es que una marca tan representativa como Ford no puede dejar de lado a sus modelos más icónicos y este Capri ha sido uno de los más importantes sobre todo en el Viejo Continente. Ahora bien, a diferencia de aquel modelo de los 70, el precio de partida es algo menos popular ya que Ford ha establecido una tarifa de 40.300 euros para el motor de 170 CV, de 45.000 euros para el de 286 CV y de 49.100 euros para el AWD, todos con descuentos comerciales aplicados. Precios que suben 3.020 euros si optas por el acabado Premium y que, en comparación con los del Explorer son entre 443 euros y 1.047 más caros a excepción del tracción total que resulta incluso 300 euros más barato. En el caso de que vuelvan las esperadas ayudas gubernamentales y que estas mantuvieran una subvención hasta de 7.000 euros, el Capri se quedaría, respectivamente, en 33.300, 38.000 y 42.100 euros. Ficha técnica del Ford Capri Premium Rango Extendido RWD 77 kWh Motor Tipo Eléctrico Cambio 1 marcha Pares de engranajes Potencia máxima 210 kW (286 CV) Par máximo 545 Nm Autonomía Kilómetros 598 km (WLTP en ciclo combinado) Batería Tipo NMC de 77 kWh netos (82 kWh brutos) Tiempo de carga 28 minutos para pasar del 10 al 80% con 135 kW Suspensión Delantera MacPherson Resorte helicoidal Barra estabilizadora Trasera Paralelogramo deformable Resorte helicoidal Barra estabilizadora Frenos Delanteros Discos ventilados Traseros Tambor Dimensiones Longitud 4.634 mm Anchura 1.872 mm Altura 1.626 mm Distancia entre ejes 2.767 mm Maletero Volumen 567-1.505 litros Peso Peso 2.114 kg Prestaciones Velocidad máxima 180 km/h Aceleración 0-100 Km/h 6,4 segundos Consumo Combinado 14,6 kWh/100 km Velocidad baja N.D. Velocidad media N.D Velocidad alta N.D Velocidad muy alta N.D Emisiones Emisiones de CO2 0 g/km - Etiqueta 0 Precio Precio oficial 57.250 euros (48.000 € con descuentos) Valoración Forfd Capri RESUMEN Suena a broma de mal gusto, somos conscientes y aunque quizá tardes en entender el porqué de este cambio, el tiempo lo acaba curando todo. Tanto que este cuanto más lo ves, más te gustará este Capri. Un modelo que si bien nada tiene que ver con el original, es uno de los pocos eléctricos divertidos de conducir... aunque todavía tenga puntos por mejorar. 4.5 PUNTUACIÓN GENERAL
Pues no me parece una mala opción para quien busque un coche eléctrico puro, está claro que no todo el mundo puede tenerlo y eso es un problema. Lo que me parece mal, y ya es muy común en Ford, es que se ha propuesto mancillar nombres de modelos icónicos, yo no lo hubiera hecho, quizás porque tengo la edad que tengo y recuerdo lo que recuerdo, pero hay que reconocer que puede resultar comercialmente atractivo para las nuevas generaciones, los de Ford no son tontos ......
Años me pasé viendo esto en el garaje de mis padres. Un 2.8. Lo tenía un vecino y acabó cambiándolo por el primer E34 que salió al mercado, un 530i. Me pasé toda la infancia enamorado de aquel coche cada vez que lo veía por el garaje. Llamar a "eso" Capri es como decir que Lalachus es Mónica Bellucci
. No había otro nombre???? han tenido que mancillar al honorable Capri con "esto"?. A ver, yo tengo VE y estoy a favor para lo que básicamente sirve, ir de A a B, y que el mantenimiento sea el menor posible, pero, ponerle el nombre de un "deportivo" de la época, sobre todo para los que nos gustaba mucho ese modelo, es de juzgado de guardia... .
Lo vi el otro día anunciado en la parada de tren... Leí que era un Capri, y que era eléctrico y... Me fui para el curro... Estéticamente lo veo bonito!
FORD se ha propuesto desvirtuar los nombres de sus modelos míticos, como ya hizo al ponerle Mustang a esto:
El Explorer tiene un pase, este me parece un poco excelente candidato a formar parte del libro “100 coches feos y la Multipla de color marrón”. Suerte que hay acabado Premium, que es lo que le aporta el toque de clase Por concepto, me recuerda al Volvo S60 Cross Country. Ay, Ford! Qué mal te veo desde hace una década…
Hoy ha venido al trabajo un cliente de California a comprar un coche, y entre muchos otros tenía un Capri 2800 Zakspeed Turbo original (menos de 100 Unds)