*NANO*
Clan Leader

PRUEBA: Porsche 924 Carrera GTS
Soy un tío con suerte. Lo reconozco. He tenido la oportunidad de ponerme a los mandos de un modelo icónico, de probar el Porsche 924 Carrera GTS, que no es el modelo que dio origen a la saga GTS de Porsche (ese honor le corresponde al Porsche 904 GTS de 1963), pero sí el primero de la era moderna.
Cuando estás acostumbrado a probar todo tipo de coches modernos ya casi nada te impresiona. No es que quiera yo presumir, es que semanalmente pasan por mis manos varios modelos y desde que me dedico a esto he podido probar más de mil coches.

Pero no todos los días tienes la posibilidad de probar algo tan especial como el 924 Carrera GTS. Un modelo que nació en 1981 como versión de calle para para homologar el modelo de carreras.
Solo se hicieron 50 unidades con fines de homologación
Se trataba de una serie limitada a 50 unidades (algunas fuentes dicen que 59, 15 de ellas para la versión Clubsport: con arco de seguridad y asientos de carreras) particularmente deportivas del deportivo con configuración transaxle 924 Carrera GT.
Está equipado con un motor cuatro cilindros turbo de 2.0 litros, construido en aluminio, que da 35 CV más que el 924 GT en el que se basaba, es decir, 245 CV (280 CV el Clubsport). Y la potencia se envía al eje trasero por medio de una caja de cambios manual de cinco marchas que fue reforzada y refrigerada para que aguantara un trato más exigente.

Una particularidad de esta versión es que en el capó cuenta con una toma de aire de gran tamaño para refrigerar el intercooler. Y se diferencia estilísticamente del GT en que los faros delanteros van fijos debajo de las cubiertas de plástico y no son escamotebales como los del GT.
Era un coche claramente orientado a las prestaciones y a ofrecer el mejor comportamento dinámico posible. Eso explica que cuente con una carrocería tan particular, con aletas megaensanchadas, hechas de forma artesanal en fibra vidrio, ventanillas de policarbonato, paneles de puerta aligerados… Todo esto, con la intención de aligerar al máximo el peso y mejorar la aerodinámica.
Interior analógico, interior de los '80
Cuando ves este coche por fuera ya te quedas lo suficientemente alucinado, pero la fiesta empieza cuando te dan la oportunidad de sentarte en su interior. Un gustazo que no tardé en disfrutar.
El volante no se regula ni en altura ni en profundidad. Así que la postura para mí no es la ideal. Los pedales están lejos para un tío de estatura media como yo, así que me tengo que pegar mucho y al embragar mi rodilla golpea con el aro del volante. La ergonomía no es la mejor, la verdad. Pero no me importa un bledo.

Esto es pureza de conducción en estado máximo, deportividad de los '80 elevada a N. La exclusividad hecha coche. Y si crees que un simple 924 no es algo exclusivo, echa un vistazo al mercado de segunda mano y comprobarás que está valorado en más de 300.000 euros
Y por si esta prueba no fuera suficientemente especial y adapatarse a un coche de los años 80 no tuviera ya sus complicaciones, empieza a llover con ganas.
No puedo evitar pensar que solo se hicieron 50 unidades de este modelo y desconozco cuántas quedan vivas. La verdad es que mi intención es que vuelva entero a la sala del Museo Porsche en la que suele descansar, pero las ayudas electrónicas no eran cosa de 1981 y según avanzo por la calle de boxes veo que a los limpiaparabrisas se les acumula el trabajo. Espero que no me ocurra a mi lo mismo cuando salgamos a la pista.
La suerte está echada. Suelto el freno de mano que tengo a mi izquierda, entre el asiento y la puerta. ¡Vamos allá!
PRUEBA del Porsche 924 Carrera GTS

Semáforo verde. Un instructor de Porsche va delante de mí y su trabajo no es enseñarme el circuito o marcarme la trazada perfecta. Seamos sinceros, Luca, que es como se llama este simpático teutón, está aquí para que no ve venga arriba y les ‘arrugue’ esta joya. Su misión es que no corra demasiado.
No obstante, pese al trabajo de concienciación que el equipo de Porsche Europa había hecho previamente, me sorprende que Luca pisa gas a fondo en cuanto entramos al circuito. Y él va al volante de un ¡Porsche 911 Turbo S (prueba)!
Menos mal que yo iba en segunda y por encima de las 3.000 vueltas y al pisar a fondo el turbo entra en acción y me regala una aceleración mucho más enérgica de lo que me esperaba. Está claro que la relación peso potencia es óptima en este coche.
Pesa solo 1.121 kilos (los GTS eran 59 kg más ligeros que los GT y las versiones Clubsport eran aún más livianas con 1.060 kg) y te recuerdo que ofrece 245 CV.

Las primeras curvas del circuito de Vallelunga son rapidísmas, así que me las tomo con bastante calma y me voy adaptando al coche y a su mecánica. Lo primero, al cambio de cinco velocidades, que es de tacto duro, muy duro. Una pasada.
La primera se engrana hacia atrás, así los cambios entre segunda y tercera son casi instantáneos.
En los primeros metros de la pista me descubro a mi mismo sonriendo por dentro (y por fuera) mientras juego con este adictivo cambio en H y eso que he fallado un par de veces al reducir a segunda, lo confieso.
Está tan duro que pensaba que ya estaba engranada y en realidad lo había dejado en punto muerto. No he fallado todas, claro y eso me ha servido para darme cuenta de que en las reducciones a segunda el motor petardea. ¿Pero qué es esto? Pues es lo que es, un coche de carreras hecho para ir por la calle.

La dirección es tan dura como el cambio. De dirección asistida ni hablamos, claro. En la frenada de la recta de atrás, a la que se suele llegar bastante rápido (no en este caso por las condiciones especiales de esta prueba) me sorprende el buen tacto de los frenos.
No, no hemos apurado al límite, pero el suelo está mojado y han mostrado un mordiente espectacular. Y cuando compruebo que los ha heredado del 911 Turbo (930) lo entiendo todo. De él también ha cogido prestada la suspensión, por cierto, que va como una tabla.
Pero no es la única ni la última sorpresa que me va a dar este coche, ya que en el siguiente giro, una cerrada de izquierdas en la que hay que pararlo mucho y salir pisando gas a fondo, me regala una cruzada progresiva y unas reacciones dóciles que logro controlar sin mayores problemas.
¡Madre mía, qué divertido! ¡Quiero volver a los '80! ¡Quiero que esto no acabe nunca!

No es que yo me las quiera dar de piloto experto, ni de piloto siquiera. Tampoco es que sea manco ni tenga los pies de madera. Algo sé. Pero no es fácil de conducir porque yo lo sepa llevar, qué va… Es fácil, porque es ligero, es directo y es preciso. Te lo pone fácil, te hace bueno.
Esta experiencia es muy exclusiva eso es lo bueno y lo malo de estas cosas. Digo lo malo, porque se acaba pronto y antes de lo que me gustaría veo como Luca pone el intermitente a la derecha y me indica que entremos a boxes.
Qué rabia, hubiera estado dando vueltas toda la tarde, pese a la lluvia, pese a que la postura de conducción no es la ideal, pero a que todo va duro como una piedra. Pero es que lo he disfrutado tanto…
Gracias, Porsche. Gracias por sacaros de la chistera coches tan exclusivos como este, gracias por haberme permitido probarlo. Ha sido un placer. Hasta siempre, 924 Carrera GTS. Te guardaré en un rinconcito especial de mi memoria.
Ficha técnica Porsche 924 Carrera GTS
Motor Cilindrada 1.984 cc
Cilindros
Disposición 4 cilindros en línea, 8 válvulas
Delantero longitudinal
Potencia máxima 245 CV a 6.250 rpm
Par máximo 335 Nm a 3.000 rpm
Alimentación Tipo Turbocompresor KKK
Inyección de combustible Kugelfischer
Transmisión Caja de Cambios Manual de 5 velocidades
Tracción Trasera
Suspensión Delantera Tipo McPherson
Barra estabilizadora
Trasera Brazos de arrastre con barras de torsión
Barra estabilizadora
Frenos Delanteros Discos perforados ventilados
Traseros Discos perforados ventilados
Dimensiones Longitud 4.240 mm
Anchura 1.745 mm
Altura 1.270 mm
Distancia entre ejes 2.400 mm
Depósito Capacidad 62 litros
Peso Peso 1.121 kg
Prestaciones Velocidad máxima 250 km/h
Aceleración 0-100 Km/h 6,2”
Consumo Medio n.d.
Ciudad n.d.
Carretera n.d.
Producción Unidades / Años 50 / 1981-1981
Precio Precio en la época 38.100 euros (6.340.000 pesetas)










Valoración
Porsche 924 Carrera GTS
RESUMEN
El Porsche 924 Carrera GTS nació para homologar la versión de competición. Solo se construyeron 50 unidades y tener la oportunidad de probar una de ellas en el circuito de Vallelunga ha sido una experiencia única. Es un deportivo analógico, con todo lo que cabría esperar de un Porsche de la década de 1980, un clásico de culto que cualquier coleccionista querría tener en su garaje.