El retorno del icónico Toyota Supra supuso una gran noticia para los amantes de los deportivos japoneses en general y para los aficionados de Toyota en particular, a pesar de que, como sabemos, el modelo es fruto de una colaboración con BMW y, por tanto, tiene mucho de alemán. El pasado mes de febrero, Toyota España anunció que finalmente comercializará la versión de acceso del GR Supra, con un motor 2,0 litros de cuatro cilindros, 258 CV y un precio de partida de 50.900 euros, ya que hasta ahora la única opción disponible era el tope de gama, con el bloque 3,0 litros de seis cilindros y notablemente más caro: desde 66.900 euros. Hoy queremos descubrir qué ofrece este llamativo Toyota GR Supra A90 Edition, cuyo color gris mate de carrocería y las llantas pintadas en negro son pistas claras de que estamos ante una edición limitada de la que solo se han comercializado 90 exclusivos ejemplares en toda Europa. Un diseño muy particular Desde luego, el nuevo GR Supra es un modelo que llama la atención allá por donde pasa, y no puede estar más alejado de su hermano bávaro, el BMW Z4, al menos en apariencia. Te puede gustar más o menos el diseño, que tiene mucha personalidad y parece salido de un cómic manga, pero sin duda la estética es impactante, sobre todo en la vista lateral y, especialmente, en la trasera, gracias a sus sinuosas formas y al bonito spoiler de la tapa del maletero. El frontal es quizá lo que menos nos convence, en parte por sus ópticas, aunque las formas del paragolpes resultan muy atractivas y luce unas generosas entradas de aire. El techo de doble burbuja, los imponentes pasos de rueda traseros, los voluminosos y estrechos pilotos, o el difusor, con dos grandes salidas de escape integradas, son probablemente los rasgos más distintivos del modelo. Si pasamos al habitáculo, el parentesco con el roadster de BMW se hace mucho más evidente, ya que el diseño general es casi idéntico: volante, cuadro de instrumentos digital, salpicadero, botones y mandos de la consola central, selector del cambio, pantalla multimedia de 8,8 pulgadas... Todos los mandos son iguales, lo cual para nosotros es más una ventaja que un inconveniente, ya que el interior ofrece un nivel de calidad bastante bueno, materiales agradables y, además, en el apartado multimedia este coche es muy superior al resto de la gama Toyota, ya que el sistema es el de BMW, incluido el control giratorio (iDrive), y resulta más moderno y completo, aunque solo es compatible con Apple CarPlay (sin cables, eso sí), y no con Android Auto. En lo que respecta a la postura de conducción, es justamente la que esperas en un modelo de corte deportivo. El asiento del conductor, tapizado en cuero rojo, está en una posición muy baja, permite ir con las piernas estiradas y sujeta bien el cuerpo cuando nos enfrentamos a un tramo revirado, aunque puede resultar algo estrecho para los más corpulentos. Un motor de diez Bajo el capó del más potente de los GR Supra nos topamos con un conocido bloque 3,0 litros turboalimentado, de seis cilindros en línea, que también es de origen BMW (es el mismo que monta el Z4). Ofrece 340 CV entre 5.000 y 6.500 rpm, así como un par motor máximo de 500 Nm de 1.600 a 4.500 rpm. Se trata, por tanto, de un propulsor que está bastante lleno a cualquier régimen y que empuja con contundencia siempre que así lo queramos. Según ficha técnica, este GR Supra acelera de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos y su velocidad máxima está limitada a 250 km/h. En la práctica, es muy rápido y gana velocidad con una facilidad pasmosa. La caja de cambios es automática de ocho velocidades, en concreto la conocida ZF con convertidor de par, que cuenta con levas integradas en el volante para un accionamiento manual. No es tan rápida como las mejoras transmisiones de doble embrague, pero sí lo suficiente, y a cambio resulta mucho más suave y llevadera para el día a día. Al volante del GR Supra Como hemos dicho, el motor de seis cilindros tiene fuerza de sobra y se muestra bastante elástico, por lo que es una gozada de conducir. Además, el sonido de escape, grave y con ciertos gorgoteos y petardeos al ahuecar, acompaña y resulta atractivo, especialmente cuando estiramos cada marcha y disfrutamos del incesante empuje del propulsor. A pesar de tratarse de un coche estrictamente de propulsión trasera, la zaga se sujeta sorprendentemente bien, y hace falta una conducción muy agresiva y tener los controles desconectados para sacarla a pasear, ya que de otra forma lo que logramos es una estabilidad y una motricidad muy buenas, incluso en el modo Sport, gracias también a las gomas Michelin Pilot Super Sport en dimensiones 255/35 ZR19 y 275/35 ZR19. En este sentido, el GR Supra es un deportivo que, aunque no es especialmente ligero, con 1.570 kilogramos de peso en vacío, se muestra ágil y no se antoja demasiado grande ni pesado en una carretera de curvas. Además, el equipo de frenos ofrece gran potencia y el coche se detiene de manera contundente, una y otra vez. En cuanto a la suspensión, es cierto que es algo firme, pero tampoco especialmente incómoda, mientras que la dirección tiene cierto peso y es bastante precisa. En general, es un coche muy agradable para una conducción alegre, pero tampoco demasiado duro para trayectos diarios o para recorridos largos. Durante nuestra prueba, de varios cientos de kilómetros, obtuvimos un consumo medio de alrededor de 8,5 litros cada 100 kilómetros, una cifra que no se aleja mucho de los 8,1 litros que que homologa en ciclo WLTP. Con algo de tiento, incluso podemos lograr el consumo anunciado, aunque también es cierto que, en conducción deportiva, nos iremos por encima de los 10 litros con facilidad. En definitiva, el Toyota GR Supra es un deportivo que cumple con lo que promete. Tiene un motor muy poderoso, corre mucho, su comportamiento está a la altura y, además, luce un diseño muy particular que hará las delicias de los amantes de la cultura japonesa.
La verdad es que me gusta mucho el nuevo supra, y en este color más. El interior es lo que no termina de convencerme con el rojo.
