Popas78
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- Z4 SDrive 35is
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Hace un par de días estuve con un amigo rodando por la sierra con nuestros coches: un Cayman GTS y el Z4 sDrive 35IS
.
Estos dos coches han sido comparados por la prensa especializada en muchas ocasiones, por lo que no voy a tratar de hacer yo lo mismo, pues es evidente que no aportaría nada y quedaría bastante lejos
de los análisis que realizan especialistas como Henry Catchpole, Chris Harris o Steve Sutcliffe.
Lo que sí me voy a permitir es a, desde mi humilde experiencia, dejar constancia de lo que me aportó poder disfrutar de la conducción comparativa del Porsche y el BMW, señalando desde el principio que el Cayman es un auténtico deportivo (y bastante “radical”) y que el Z4 es un roadster (deportivo, pero roadster, es decir, orientado a “otras experiencias”).
Vayamos por partes:
1. Estéticamente poco se puede decir de manera objetiva. Este es territorio subjetivo. Para mi gusto los dos coches son preciosos


, aunque me decanto por el Z4 por su línea roadster y su largo morro. Aquí cada cual tendrá su opinión, tan válida como la mía. Eso sí, os aseguro que parar a hacer un descanso o a repostar supone un espectáculo por las disputas que surgen entre los lugareños, donde cada uno trata de imponer su opinión en el grupo sobre cuál de los dos coches es más bonito o cuál “corre más”
. En este sentido os adelanto que, a tenor de lo anterior, gana el Z4, sobre todo si va descapotado (probablemente cambiaría la cosa si hubiésemos llevado un Porsche Boxster GTS
).
2. Antes de arrancar, una vez sentados en el asiento del conductor, observamos dos coches distintos en su configuración pero con un aire de máxima calidad de acabados. Aquí el Z4, sin dejar de ser elegante, se resiente un poco por el paso de los años, y el Cayman, obviamente más actual, sin embargo adolece de presentar demasiados botones pequeños para manejar el climatizador, el teléfono… que son más sencillos y accesibles en el Z4.
No obstante, están muy próximos en cuanto a la filosofía general de la postura de conducción: bajitos y con las piernas muy estiradas, volante configurable en profundidad y altura, y mandos muy orientados a facilitar la tarea de “disfrutar de la experiencia de conducción”. Quien no encuentre su postura ideal de conducción tanto en uno como en otro es porque no quiere
.
3. Arrancar el motor es un deleite para los oídos en cualquiera de los dos coches:smug::smug::smug::smug:. El Cayman refuerza el sonido de su seis cilindros bóxer con la configuración Sport, y el Z4 35IS dispone de serie de un doble escape deportivo. Ambos se caracterizan por cómo reverberan y gorgojean al reducir marchas, ofreciendo unas melodías con un alto componente adictivo. Cualquiera de nosotros se podría pasar horas conduciendo por carreteras reviradas de montaña escuchando el sonido de esos dos motores, tanto subiendo de marchas como reduciendo. Un placer sin límites:cool:.
4. El Cayman monta en el centro de su estructura un motor atmosférico de seis cilindros tipo bóxer, de 3.400 cm3, con 340 cv de potencia, que llega al corte a las 9.000 rpm. Como buen motor atmosférico, es muy lineal y para que “ande de verdad” hay que llevarlo alto de vueltas. Y desde las 5.000 rpm es una auténtica maravilla de motor. Oirlo arriba del todo es una experiencia única.
El Z4 es movido por un seis cilindros biturbo delantero, de 3.00o cm3 y 340 cv de potencia. Este motor corta a las 7.000 rpm y sube de vueltas como una moto. Esta característica le beneficia frente al Cayman en carreteras abiertas y en la recuperación de velocidad en la enlazada entre curvas (si has sabido tomarla y no te ha comido terreno el Porsche, claro). Para mi gusto, el motor del BMW es superior por respuesta, eficiencia y sensaciones, sin quitar nada al Porsche, que es una pasada. Pero a mí me gusta más el del BMW. Sin más
.
5. La caja de cambios es de doble embrague en ambos. Mi capacidad técnica y de sensibilidad para decantarme por la DKG (Z4) o la PDK (Cayman) no llega a tanto
. Los dos coches llevan levas en el volante, solidarias con su giro, siendo la izquierda para reducir y la derecha para subir de marcha, y funcionan de maravilla. Siento no poder aportar más en este aspecto pero, la verdad, es que son técnicamente perfectas. Solo señalar una cuestión destacable: el Cayman en la configuración manual deportiva no cambia de marcha aunque el coche llegue al tope de revoluciones, mientras que el Z4 sí lo hace. Esto es una prueba más del carácter mucho más deportivo y radical del Porsche, que junto con su diferencial trasero autoblocante le hacen ganar puntos frente al BMW (en este sentido muy “capado” para, en mi opinión, no tener oportunidad de hacerle sombra al icono de la marca, el M3
).
6. Los frenos del Cayman son perforados y autoventilados, con la carcasa de las pinzas en color rojo. En el Z4 son de acero lisos, con las carcasas en color gris. Los dos coches frenan muy bien, pero a parte de las consideraciones estéticas, el Porsche frena mejor. Ya en la presentación del Z4 dejé mi opinión a este respecto, y vuelvo a decir lo mismo que en el punto anterior: no entiendo por qué los ingenieros de BMW apartan la oportunidad de conseguir mejores coches para “proteger” otros modelos de la marca
, que además, no se deberían ver amenazados porque su público es distinto. Vamos, que un M3 es un M3, y un Z jamás va a competir en esa liga. Pero es mi opinión.
7. La suspensión es configurable en ambos coches y, sin lugar a dudas, la del Porsche es más dura que la del BMW en cualquiera de sus posiciones
. Esto, unido al chasis más deportivo del Cayman, hace que éste gane puntos en lo que a velocidad de paso por curva se refiere. Aquí no hay vuelta de hoja: el Porsche no parece de este mundo, traza las curvas ignorando las leyes de la física y con una facilidad pasmosa
. Es mucho más radical. El BMW es también un coche muy rápido, pero por su disposición de pesos y la configuración de su chasis y suspensiones, está un paso por detrás. Si tienes otro coche para viajes y para tu día a día, y puedes permitirte disponer de otro solo para “disfrutar y jugar”, el Porsche es tu coche. Si “solo” puedes tener uno de ellos, el Z4 es más civilizado y versátil. Además, te ofrece disponer de un cabrio y de un coupe en el mismo pack
.
8. La dirección del Cayman me pareció buena pero… tal vez esperaba más. Copia muy bien el asfalto que pisa pero no me pareció tan buena como yo creía que iba a ser. A lo mejor aquí el problema radica en las expectativas generadas. Y esto no significa que no sea buena, incluso muy buena, pero yo esperaba más, simplemente
. En este aspecto el Z4 también tiene algo de desventaja por la distancia del volante al eje delantero, que lo hacen más “sensible” a la hora de trazar, pero que en mi opinión transmite sino igual, casi casi como la del Porsche. Aquí gana el Cayman.
Bueno, pues esto es lo que puedo aportaros de mi experiencia
. Podría resumirse en que estamos ante dos coches excelentes, que transmiten muchas sensaciones al conductor que busque eso, “conducir”, y que aunque comparten algo de su “filosofía de vida”, son muy distintos. A mí personalmente me ha servido para ratificarme en la elección que hice hace ya unos meses, y ver que para mi tipo de conducción, mis necesidades familiares y lo que busco en el coche, el Z4 sDrive 35IS es la elección acertada:smug:. Pero eso sí, es “mi elección conforme a mis circunstancias”. Para otros el Cayman lógicamente supone la elección ganadora... ¡normal!
.


Estos dos coches han sido comparados por la prensa especializada en muchas ocasiones, por lo que no voy a tratar de hacer yo lo mismo, pues es evidente que no aportaría nada y quedaría bastante lejos

Lo que sí me voy a permitir es a, desde mi humilde experiencia, dejar constancia de lo que me aportó poder disfrutar de la conducción comparativa del Porsche y el BMW, señalando desde el principio que el Cayman es un auténtico deportivo (y bastante “radical”) y que el Z4 es un roadster (deportivo, pero roadster, es decir, orientado a “otras experiencias”).
Vayamos por partes:
1. Estéticamente poco se puede decir de manera objetiva. Este es territorio subjetivo. Para mi gusto los dos coches son preciosos






2. Antes de arrancar, una vez sentados en el asiento del conductor, observamos dos coches distintos en su configuración pero con un aire de máxima calidad de acabados. Aquí el Z4, sin dejar de ser elegante, se resiente un poco por el paso de los años, y el Cayman, obviamente más actual, sin embargo adolece de presentar demasiados botones pequeños para manejar el climatizador, el teléfono… que son más sencillos y accesibles en el Z4.
No obstante, están muy próximos en cuanto a la filosofía general de la postura de conducción: bajitos y con las piernas muy estiradas, volante configurable en profundidad y altura, y mandos muy orientados a facilitar la tarea de “disfrutar de la experiencia de conducción”. Quien no encuentre su postura ideal de conducción tanto en uno como en otro es porque no quiere

3. Arrancar el motor es un deleite para los oídos en cualquiera de los dos coches:smug::smug::smug::smug:. El Cayman refuerza el sonido de su seis cilindros bóxer con la configuración Sport, y el Z4 35IS dispone de serie de un doble escape deportivo. Ambos se caracterizan por cómo reverberan y gorgojean al reducir marchas, ofreciendo unas melodías con un alto componente adictivo. Cualquiera de nosotros se podría pasar horas conduciendo por carreteras reviradas de montaña escuchando el sonido de esos dos motores, tanto subiendo de marchas como reduciendo. Un placer sin límites:cool:.
4. El Cayman monta en el centro de su estructura un motor atmosférico de seis cilindros tipo bóxer, de 3.400 cm3, con 340 cv de potencia, que llega al corte a las 9.000 rpm. Como buen motor atmosférico, es muy lineal y para que “ande de verdad” hay que llevarlo alto de vueltas. Y desde las 5.000 rpm es una auténtica maravilla de motor. Oirlo arriba del todo es una experiencia única.
El Z4 es movido por un seis cilindros biturbo delantero, de 3.00o cm3 y 340 cv de potencia. Este motor corta a las 7.000 rpm y sube de vueltas como una moto. Esta característica le beneficia frente al Cayman en carreteras abiertas y en la recuperación de velocidad en la enlazada entre curvas (si has sabido tomarla y no te ha comido terreno el Porsche, claro). Para mi gusto, el motor del BMW es superior por respuesta, eficiencia y sensaciones, sin quitar nada al Porsche, que es una pasada. Pero a mí me gusta más el del BMW. Sin más

5. La caja de cambios es de doble embrague en ambos. Mi capacidad técnica y de sensibilidad para decantarme por la DKG (Z4) o la PDK (Cayman) no llega a tanto



6. Los frenos del Cayman son perforados y autoventilados, con la carcasa de las pinzas en color rojo. En el Z4 son de acero lisos, con las carcasas en color gris. Los dos coches frenan muy bien, pero a parte de las consideraciones estéticas, el Porsche frena mejor. Ya en la presentación del Z4 dejé mi opinión a este respecto, y vuelvo a decir lo mismo que en el punto anterior: no entiendo por qué los ingenieros de BMW apartan la oportunidad de conseguir mejores coches para “proteger” otros modelos de la marca

7. La suspensión es configurable en ambos coches y, sin lugar a dudas, la del Porsche es más dura que la del BMW en cualquiera de sus posiciones



8. La dirección del Cayman me pareció buena pero… tal vez esperaba más. Copia muy bien el asfalto que pisa pero no me pareció tan buena como yo creía que iba a ser. A lo mejor aquí el problema radica en las expectativas generadas. Y esto no significa que no sea buena, incluso muy buena, pero yo esperaba más, simplemente

Bueno, pues esto es lo que puedo aportaros de mi experiencia

