tienes tu parte de razón ojo los 3k de la de camion la onda es mas grande que la de turismo ademas de disparar mas proyectiles pero un dia me estallo una de carretilla y partió el disco en 2 trozos me silvó la nariz el puñetero disco
A mí casi me revienta una del camión en toda la jeta en la autostrada italiana, me bajé y le vi un huevo del tamaño del puño, total que me alejé para que se enfriara y después desinflarla, mientras sacaba la de repuesto de la parte trasera pegó un pepinazo que dobló hasta el quitamiedos
jamás he visto esa jaula... lo curioso es que la manguerita de mierda del compresor aguante y la rueda no...
..... Ahora entiendo tu trauma Obi... ¡¡Estás bastante bien, tras el tremendo atentado que has sufrido!!
El de Manolo Escobar hubiera aguantado, sigo sin hacerme una idea del disco, qué función tiene? . No es la llanta, entiendo.
Gracias José, entonces es una carretilla de mano con llanta de plástico, yo pensaba en una carretilla elevadora, un torito, con cuatro ruedas y llantas metálicas.
j*der como ha quedado la aleta Si le pilla bien, lo peina a raya. A mi de pequeño, 8 ó 10 años, me explotó la rueda de un bus de la EMT a un metro y me setó de culo. Estuve con pitido de oidos una semana. Hoy dia hubiera denunciado pero en los 80 eramos mucho más duros y "no pasaba ná"...
Por cierto que hace poco estaba en la gasolinera esperando que un ciclisto con su MTB mirase la presión de las ruedas y el tio no se hacía, se le escapaba la válvula. Me bajo y le digo "sujeta ahí que yo pulso el botón. ¿Cuanta presión quieres poner?" Respuesta - "5 kilos" Yo - ¿En serio!? Ciclisto - SI Yo - Vale vale Me giré un poco, así de lateral, protegiendome los pendientes reales, y con un dedo en el oido que quedaba más cerca apreté el botón hasta que me dolía la mano esperando una explosión inminente pero no reventó.
No ! Es una carretilla de mano de los repartidores La que mencionas llevan ruedas macizas y llanta o disco de hierro y esas deben ser metidas con una prensa (otro peligro)
Eso suele ser la consecuencia de subir los bordillos con toda alegría, y luego una vez pellizcado el neumático, él espera sigiloso el momento de dar el gran susto.
A mi me despeinó (literalmente) la cubierta destrozada que salió despedida de un camión al sufrir un reventón. Estaba en un polígono, poniéndome la chaqueta al salir del coche; escuché la explosión y poco más, me debió ir de dos palmos. Una de esas experiencias que no se olvidan.