Buenas tardes, Os explico, por si puede ser de interés las sensaciones después de anular mecánicamente y electrónicamente la EGR en un X3 E83 150cv 2.0d del año 2007. Tras varios años pagando costosas averías, que por cierto los concesionarios de BMW tienen muy bien controladas y les salen muy rentables ya que con la excusa de seguir el protocolo no hay factura que no baje de los 1.500€, me decidí a anular la EGR por el puñetero problema de la carbonilla en la válvula EGR y la culata. En mi última odisea y periplo por talleres cambiando el caudalímetro (500 euracos sólo de material), resulta que ni esto era necesario ni tampoco las bujías de precalentamiento. El problema era la puñetera carbonilla y las lecturas erróneas que daba el caudalímetro, es decir, la sección de admisión se había reducido como consecuencia de la suciedad y daba error. En el taller BMW de Premium en Barcelona, como no, ya se frotaban nuevamente las manos, pero va a ser que no. Solución muy barata y recomendable: cada 15.000 kms hacerle una descarbonización por hidrógeno al motor. Coste 75€ y se lleva el 90% de la suciedad en la válvula EGR, colector de admisión y salida de gases. El testigo amarillo de empeoramiento del sistema de gases desaparece. En mi caso, en la ITV he pasado de una opacidad de 0.30% al 0.08%. Además de la limpieza, esta última vez, harto ya de las pijadas de los talleres oficiales BMW y los sablazos innecesarios que te meten, me decidí a anular la EGR. Coste de la operación 200€ IVA incluido en un buen taller. Después de hacer unos 50kms, el coche va perfecto, no parece que consuma más o menos y no se enciende el testigo, todo correcto, pero he notado alguna cosa diferente en el tacto: noto que le falta algo de empuje. Es como si el turbo entrase a funcionar partir de las 3000rpm-3200rpm en lugar de a las 2500 rpm y lo hace de manera mucho más progresiva hasta las 4000rpm, la entrega de potencia es más lenta. Es algo que me ha sorprendido negativamente. ¿Le ha pasado esto a alguien más?
