Conozco a uno que... Bueno, no voy a decir cómo consiguió lo que consiguió pero, se ganó un buen dinero por seguir simplemente el protocolo. No tuvo nada más que decir a todo que sí: - te duele aquí? - sí - sientes mareos? - sí - te pongo este collarín y no te lo quites. (en el gimnasio, en casa y para ir a tomar cervezas, sí se lo quitaba. Para todo lo demás, si hay algo más, se lo dejaba puesto...). Patético. Por cierto, el de la moto sabe algo de artes marciales o hace danza o baile. Esos reflejos y esa forma de levantarse lo delatan.