El T.25 se presentó hoy de manera oficial en Inglaterra. El ex diseñador de McLaren visitará Brasil en julio para definir su posible producción para el Mercosur. Después de más de tres años de desarrollo y misterio, el diseñador Gordon Murray presentó de manera oficial su esperado T.25 City Car. Después de hacerse famoso como proyectista de Brabham y McLaren en la Fórmula 1, y de desarrollar deportivos de calle inolvidables (como los LCC Rocket, McLaren F1, Mercedes SLR McLaren y Caparo T1), Murray se propuso una tarea aún más delicada: crear una solución a los problemas de tránsito y movilidad en las grandes ciudades. El T.25 City Car presentado hoy en Oxford mide apenas 2,4 metros de largo (19 centímetros más corto que un Smart ForTwo), pero puede llevar hasta tres pasajeros, acomodados de la misma manera que en el célebre McLaren F1 (ver gráfico abajo). Según Murray, sus dimensiones compactas permitirían que dos T.25 compartan un mismo carril de autopista. Y tres T.25 estacionados de manera perpendicular ocuparían el mismo espacio que un auto normal estacionado en paralelo. Está propulsado por un motor tricilíndrico de 600 centímetros cúbicos y 51 caballos de fuerza, combinado con una caja automática de cinco velocidades. Su velocidad máxima está limitada a 143 km/h y tiene un consumo promedio de 3,83 litros cada 100 kilómetros (mejor que un Toyota Prius híbrido). El equipamiento de serie incluye airbags, control de estabilidad, control de tracción y frenos ABS. El precio de venta aún no fue informado. Uno de los aspectos más revolucionarios del T.25 City Car es su sencillo sistema de producción. Puede armarse en cualquier línea de montaje con muy poca inversión ya que, por ejemplo, todos los paneles de la carrocería son de plástico y no necesitan pintura. El empresario brasileño Eike Batista –el octavo hombre más rico del planeta- se reunirá en julio próximo con Gordon Murray y sus inversores para analizar la posibilidad de fabricar el T.25 en Brasil. La revelación la hizo el diario brasileño O Globo y fueron reproducidas por Car and Driver. Según Murray, la inversión necesaria para fabricar el T.25 es apenas el 10% o 15% del monto requerido para producir un auto convencional. “Una fábrica para producir 100 mil unidades al año, con todo el herramental necesario y la capacitación del personal, no demanda más de 200 millones de dólares”, aseguró. A modo de ejemplo, la planta que Ford tiene en Bahía para producir 250 mil vehículos por año requirió una inversión de 1.200 millones de dólares. Es decir, seis veces más.