Da igual lo que pase al final de esta temporada 2025. Marc Márquez, por derecho, es ya probablemente el mejor piloto de la historia del Mundial de MotoGP. Y no, los números, de momento, no avalan esta teoría, aunque si hipotéticamente consiguiera su novena corona de campeón del mundo, ya sea este mismo año, o más adelante, igualaría en número de títulos al que para muchos es de calle el mejor competidor que ha pasado por el campeonato del mundo de velocidad: Valentino Rossi. Sin embargo, el fin de semana pasado, durante la disputa del GP de Qatar 2025,más de uno hemos atisbado finalmente como Marc Márquez, como si de un Pokémon de ficción se tratara (podría parecer una broma, pero no lo es), ha aprendido a digievolucionar carrera a carrer,a para convertirse en un adversario aún más fuerte frente al resto de pilotos que componen la actual parrilla de MotoGP. Además, se lo ha hecho saber a todos ellos sin tener que mediar una palabra. En especial a sus perseguidores más cercanos en la clasificación. Ha vuelto a dar una cátedra de motociclismo a la que ha añadido ingredientes nunca vistos hasta ahora, cuando de pilotar y vencer se trataba si era Marc Márquez el que estaba a los mandos de la montura que cruzaba, bajo la caída de la bandera de cuadros, en primera posición. Un Marc Márquez que no conocíamos hasta ahora Antaño, Marc hubiera intentado imponer su ritmo desde la primera curva, aplastar a todo aquel que osara siquiera acercarse a su rueda trasera y en definitiva imponer su ley sobre la pista desértica de Losail. Pero esta vez no, el Márquez de ahora sabe cuándo toca “arrancar suave” e ir subiendo las revoluciones de su Desmosedici V4, en función de los diferentes factores que determinarán el destino final de cada carrera. Ni siquiera el toque trasero por parte de su hermano Alex, prácticamente al tomar la primera curva de la pista catarí, haciéndole incluso perder una de las aletas superiores de su colín, lograban desestabilizarle ni seguir el plan trazado desde el comienzo de la carrera. Tampoco la gran salida de Morbidelli que, por momentos, llegó a estar a más de un segundo del propio Marc. En última instancia, un inspirado Maverick Viñales parecía poder poner en tela de juicio la séptima victoria del piloto catalán, algo que finalmente no ocurriría, tal y como el propio Marc Márquez había diseñado en el guion inicial de la carrera, mucho antes de que el semáforo encargado de marcar la salida se pusiera en verde. Qatar le ha servido a Marc para redimirse de su propio error en Austin y dejar más claro que nunca que, a priori, su único rival esta temporada es él mismo. Su capacidad de adaptarse a cada pista, cometer el mínimo de errores posibles y mantener a raya al resto de sus rivales, serán las tres tareas que Márquez deberá de acometer este año para volver a ser campeón del mundo nuevamente. A partir de ahí, con 9 títulos en el bolsillo, probablemente, ponga la directa hacia el olimpo mundial del motociclismo, aquel donde solo los más especiales logran su plaza para la eternidad y sin fecha de caducidad. Y no, esto no es una cuestión numérica, no al menos de manera exclusiva. Hablamos de mucho más que eso, donde la perfección dentro de una pista, a los mandos de una MotoGP, se convierte en un don con sello de identidad propio y con el que Marc Márquez aún tiene un amplio legado por delante que certificar, a cuenta de los casi 6 años que ha tenido que batallar a lo largo de un oscuro e incierto devenir profesional, para poder alcanzar nuevamente la gloria. https://soymotero.net/opinion/marc-marquez-el-mejor-piloto-de-la-historia/
Para mí, Marc, está en plena evolución, o diría en plena ebullición. Como nunca. Ha cambiado la fogosidad, la explosividad, por la medida, el marcaje milimétrico. IM PRE SIO NAN TE en una palabra. Y creo que todavía tiene mucho guardado.
Tal cual !! Y si las caídas & lesiones lo respetan, aún hay tiempo y ganas para destrozar muchos números aún
Los aficionados podemos o no creer que Marc es el mejor, pero quienes están convencidos de ello, aunque no lo digan, son el resto de pilotos.