[FONT=Verdana, Arial, Helvetica, sans-serif]Un juez anula una multa por circular con un retrovisor roto porque el dueño del coche se dirigía al taller después de esperar una semana a que llegara la pieza que necesitaba.[/FONT]
El conductor, informa el Ideal de Granada, esperaba la pieza hacía una semana y el día que acudió a ponerla, a las 9.15 horas de la mañana, lo sancionaron con 150 euros
Una columna traicionera acabó con la integridad del retrovisor izquierdo de su coche. Llamó al taller y le dieron cita una semana después para reponer la pieza. Acudió puntual.
Pero aún no había sido enviada por el fabricante, por lo que debería acudir al día siguiente. Madrugó para hacerlo y, a las 9.15 horas de la mañana, la Guardia Civil lo multó por llevar uno de los retrovisores del coche inservible. ¿Mala suerte? Sí. Pero después de recibir con rabia la sanción por valor de 150 euros y acudir a los tribunales, la Justicia le ha ganado la batalla al infortunio y ha anulado la citada sanción.
Éste es el episodio que describe una sentencia del juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Granada, cuya titular estima que "las alegaciones del multado resultan creíbles" para anular la elevada sanción impuesta. El conductor acudió a los tribunales después de que Tráfico rechazara todos sus argumentos en un recurso de alzada a la multa.
Según explica la sentencia, los agentes de Tráfico pusieron la denuncia el 25 de junio del pasado 2004.
Al día siguiente
El día anterior, "el taller había comunicado al conductor que tendría la pieza por la tarde", pero tuvo que volver al "día siguiente" porque no fue así. El conductor llevaba una semana con el espejo roto, pero esperó tres días a encargarlo. De cualquier modo, la jueza considera en su sentencia que el tiempo que había trascurrido no era suficiente para justificar la sanción.
El demandante aportó una serie de documentación que no fue ratificada. No obstante, considera la jueza que "debe admitirse que las circunstancias descritas introducen dudas sobre la existencia de una causa por la que circulase el vehículo sin el espejo". Es decir, la necesidad de acudir al taller.
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El conductor, informa el Ideal de Granada, esperaba la pieza hacía una semana y el día que acudió a ponerla, a las 9.15 horas de la mañana, lo sancionaron con 150 euros
Una columna traicionera acabó con la integridad del retrovisor izquierdo de su coche. Llamó al taller y le dieron cita una semana después para reponer la pieza. Acudió puntual.
Pero aún no había sido enviada por el fabricante, por lo que debería acudir al día siguiente. Madrugó para hacerlo y, a las 9.15 horas de la mañana, la Guardia Civil lo multó por llevar uno de los retrovisores del coche inservible. ¿Mala suerte? Sí. Pero después de recibir con rabia la sanción por valor de 150 euros y acudir a los tribunales, la Justicia le ha ganado la batalla al infortunio y ha anulado la citada sanción.
Éste es el episodio que describe una sentencia del juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Granada, cuya titular estima que "las alegaciones del multado resultan creíbles" para anular la elevada sanción impuesta. El conductor acudió a los tribunales después de que Tráfico rechazara todos sus argumentos en un recurso de alzada a la multa.
Según explica la sentencia, los agentes de Tráfico pusieron la denuncia el 25 de junio del pasado 2004.
Al día siguiente
El día anterior, "el taller había comunicado al conductor que tendría la pieza por la tarde", pero tuvo que volver al "día siguiente" porque no fue así. El conductor llevaba una semana con el espejo roto, pero esperó tres días a encargarlo. De cualquier modo, la jueza considera en su sentencia que el tiempo que había trascurrido no era suficiente para justificar la sanción.
El demandante aportó una serie de documentación que no fue ratificada. No obstante, considera la jueza que "debe admitirse que las circunstancias descritas introducen dudas sobre la existencia de una causa por la que circulase el vehículo sin el espejo". Es decir, la necesidad de acudir al taller.
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