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Publicado en Autopista.es
No more limits
.DoNotDisplay { display: none; }Los radares ‘‘invisibles’’ ya funcionan
Desde el 15 de septiembre, en Cataluña ya operan los radares piezoeléctricos, ocultos bajo el asfalto y que no son detectados por los inhibidores. Esta comunidad, que tiene transferidas las competencias en materia de Tráfico, es la primera en España que pone en práctica el nuevo sistema.
Los radares piezoeléctricos van instalados en la calzada y se activan con el peso del coche en dos puntos distintos, con lo que determinan a qué velocidad ha pasado el vehículo. Después, mandan una señal eléctrica a la cámara encargada de tomar la prueba fotográfica.
Al estar los sensores ocultos bajo el asfalto y no funcionar a través de láser ni ondas, los nuevos radares no se pueden detectar a simple vista ni a través de inhibidores de frecuencia. No obstante, por ley existe la obligación de identificar el lugar en el que se encuentran. Son mucho más baratos que los actuales, por lo que estos radares pueden colocarse a lo largo de toda una carretera. De hecho, la tira de sensores puede controlar la velocidad en todos los carriles de circulación, algo que todavía no consiguen los actuales radares láser.
En Cataluña esta nueva forma de controlar la velocidad de los automóviles lleva en funcionamiento nueve días, aunque en el Servei Català de Trànsit (SCT) aún no tienen cifras del número de vehículos sancionados, datos de los que espera disponer cuando pasen unos pocos meses desde la puesta en marcha del sistema. Si el resultado de los radares ‘‘invisibles’’ resulta satisfactorio, es probable que el resto de Administraciones decidan instalarlos en las carreteras.
No todos sancionarán
Según informan desde el SCT, en una primera fase, algunos de estos radares no están señalizados en la vía ni serán motivo de sanción, sino que los conductores recibirán una notificación con la velocidad detectada. El objetivo es comprobar si hay comportamientos diferentes entre los conductores que circulan por las carreteras con el aviso de que la velocidad está controlada por radar y los que no. Posteriormente, todos pasarán a ser señalizados como la totalidad de radares que gestiona el Servei.
Los radares están instalados desde el pasado uno de mayo, pero no han pasado a funcionar plenamente hasta el 15 de septiembre. Hasta el momento, sólo 3 de los radares piezoeléctricos estaban señalizados, el resto no. Con fecha del 15 de agosto, los nuevos dispositivos habían registrado 136.267 infracciones, de las cuales 54.697 corresponden a los radares publicitados y 81.570 a los no publicitados. Eso significa, según el Servei, que 6 de cada 10 conductores han cometido infracciones en las vías donde se encuentran los radares señalizados.
Aviso a los infractores
Con el objetivo de avisar a los conductores que han cometido alguna falta en las carreteras donde los radares no están anunciados, el SCT ha enviado cartas informando de las infracciones cometidas sin ser sancionadas. Estos avisos se han hecho llegar a los conductores residentes en Cataluña, usuarios habituales de dichas vías. Existen dos modelos de carta: una para los automovilistas que han superado una vez los límites de velocidad y otra para los que son reincidentes.
En el escrito se informa de la velocidad máxima de la vía, la que llevaba el vehículo en cuestión, la sanción económica correspondiente y el número de puntos que el conductor habría perdido en el caso de que el radar fuese ya punitivo.
Los 6 radares piezoeléctricos están situados en los siguientes puntos de la red viaria catalana:
Barcelona: A-2, Castellolí.
Barcelona: C-31, Badalona.
Barcelona: C-31, Badalona.
Barcelona: AP-7, Castellbisbal*.
Barcelona: A-2, Sant Joan Despí*.
Lleida: A-2, Cervera*.
* Radares que sancionan desde el 15 de septiembre.
S2:radar:
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.DoNotDisplay { display: none; }Los radares ‘‘invisibles’’ ya funcionan

Los radares piezoeléctricos van instalados en la calzada y se activan con el peso del coche en dos puntos distintos, con lo que determinan a qué velocidad ha pasado el vehículo. Después, mandan una señal eléctrica a la cámara encargada de tomar la prueba fotográfica.
Al estar los sensores ocultos bajo el asfalto y no funcionar a través de láser ni ondas, los nuevos radares no se pueden detectar a simple vista ni a través de inhibidores de frecuencia. No obstante, por ley existe la obligación de identificar el lugar en el que se encuentran. Son mucho más baratos que los actuales, por lo que estos radares pueden colocarse a lo largo de toda una carretera. De hecho, la tira de sensores puede controlar la velocidad en todos los carriles de circulación, algo que todavía no consiguen los actuales radares láser.
En Cataluña esta nueva forma de controlar la velocidad de los automóviles lleva en funcionamiento nueve días, aunque en el Servei Català de Trànsit (SCT) aún no tienen cifras del número de vehículos sancionados, datos de los que espera disponer cuando pasen unos pocos meses desde la puesta en marcha del sistema. Si el resultado de los radares ‘‘invisibles’’ resulta satisfactorio, es probable que el resto de Administraciones decidan instalarlos en las carreteras.
No todos sancionarán
Según informan desde el SCT, en una primera fase, algunos de estos radares no están señalizados en la vía ni serán motivo de sanción, sino que los conductores recibirán una notificación con la velocidad detectada. El objetivo es comprobar si hay comportamientos diferentes entre los conductores que circulan por las carreteras con el aviso de que la velocidad está controlada por radar y los que no. Posteriormente, todos pasarán a ser señalizados como la totalidad de radares que gestiona el Servei.
Los radares están instalados desde el pasado uno de mayo, pero no han pasado a funcionar plenamente hasta el 15 de septiembre. Hasta el momento, sólo 3 de los radares piezoeléctricos estaban señalizados, el resto no. Con fecha del 15 de agosto, los nuevos dispositivos habían registrado 136.267 infracciones, de las cuales 54.697 corresponden a los radares publicitados y 81.570 a los no publicitados. Eso significa, según el Servei, que 6 de cada 10 conductores han cometido infracciones en las vías donde se encuentran los radares señalizados.
Aviso a los infractores
Con el objetivo de avisar a los conductores que han cometido alguna falta en las carreteras donde los radares no están anunciados, el SCT ha enviado cartas informando de las infracciones cometidas sin ser sancionadas. Estos avisos se han hecho llegar a los conductores residentes en Cataluña, usuarios habituales de dichas vías. Existen dos modelos de carta: una para los automovilistas que han superado una vez los límites de velocidad y otra para los que son reincidentes.
En el escrito se informa de la velocidad máxima de la vía, la que llevaba el vehículo en cuestión, la sanción económica correspondiente y el número de puntos que el conductor habría perdido en el caso de que el radar fuese ya punitivo.
Los 6 radares piezoeléctricos están situados en los siguientes puntos de la red viaria catalana:
Barcelona: A-2, Castellolí.
Barcelona: C-31, Badalona.
Barcelona: C-31, Badalona.
Barcelona: AP-7, Castellbisbal*.
Barcelona: A-2, Sant Joan Despí*.
Lleida: A-2, Cervera*.
* Radares que sancionan desde el 15 de septiembre.
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