En definitiva, que quien tiene la sartén por el mando son los proveedores. Qué a ese proveedor de, por ejemplo, Sony, se le ocurre que el precio de un LCD va a ser tal y no cual, pues es el que hay, porque es el único que distribuye los productos Sony en España.
Pues si el distribuidor Sony vende caro, pues lo compras en Amazon, aliexpres, eBay......
No siempre hay que pagar aduanas, según el valor de lo que compres, y de donde venga; y si hay que pagarlo sigue saliendo más barato.
Ejemplo: Castrol 5w30
En feuvert 4l 70€
En la tienda, con descuento 5l 49€
En Amazon 5l 40 € (sin gastos de envío).
Ahora, seguro, seguro, seguro que el de Amazon es falso porque no puede ser tan barato. Y se puede encontrar más barato.
No se, seguramente este equivocado, pero creo que el sector servicios (y el turismo especialmente) quiere ganar mucho a costa del miedo; yo hace mucho que prácticamente todo lo compro por internet (piezas de coche, viajes, billetes de avión, ropa...) y curiosamente casi siempre o siempre fuera de España encuentro mejores precios.
Dato curioso: Ikea tiene unos precios para todo el mundo, y para Edpaña otros un poco más caros.
Zara vende más caro en España que en norteamerica, igual que muchas marcas europeas, las americanas ya ni hablar.
Creo que aquí han abusado del consumidor mucho tiempo y ahora mismo "el mercado se regula s sí mismo"
Por no salirme más del tema, China invade los mercados tirando los precios, con cosas que son una auténtica mierda, con falsificaciones basura, pero también con falsificaciones exactas al original y con productos de calidad.
Aparte, sin entrar en lo pirata y/o ilegal, los productos tienen que pasar unas homologaciones que se consideran mínimas para comercializarse, luego ya está el uso que le des, y tus necesidades. Yo jamás me iría a esquiar poniendo en el coche unas ruedas chinas sin marca conocida, pero si hago 6 km al día por ciudad para ir d trabajar, pues como si son de madera.
Resumen: lo malo (homologado) también tiene su público, también forma parte de la oferta, cuanta más oferta más competitividad, y más opciones para el consumidor y menos para el ladron.