- Modelo
- 525i M50b25TUx2
- Registrado
- 2 Oct 2012
- Mensajes
- 145.521
- Reacciones
- 236.422
Tras el cese de fabricación para Seat de las carrocerías de los Seat 850 Cuatro Puertas, la cooperativa Inducar tuvo que hacer uso de la inventiva para asegurar su futuro. Así, en sus talleres de Terrassa nació el proyecto de la carrocería de un Seat 127 Sport, dirigido por el ingeniero Antoni Amat. Era el principio del que es hoy un gran Seat clásico deportivo.
UN SEAT 127 PRESTACIONAL
Una vez aceptada por Seat la creación de dicho proyecto por parte de Inducar, en la visita de Antoni Amat al Salón de Turín de 1970 había en el stand de Pinturas Glasurit un estudio que le impresionó. Se trataba del Nergal, obra de Aldo Sessano.
Aquel coupé tan sorprendente estaba elaborado a partir de la plataforma de un NSU Prinz. Y el señor Amat se dedicó de inmediato a contactar con Aldo Sessano, con quien llegó a un acuerdo para que se encargase del diseño del Seat 1200 Sport, uno de lo Seat clásicos más valorados hoy día.
La personalidad del Seat Sport viene destacada por los paragolpes de poliuretano y la curvatura delantera del capó
A partir del convenio entre Inducar y Aldo Sessano, entre los talleres de Terrassa y el estudio del diseñador turinés hubo una intercomunicación constante en la creación del modelo. Mientras Antonio Amat y su equipo de profesionales se ocupaban del apartado técnico del Seat 1200 Sport, en el país trasalpino perfilaban el estilo novedoso de la carrocería y el habitáculo.
También fue preciso recurrir a Ddauto, una compañía madrileña especialista en preparaciones. En dicha firma trabajaba el piloto e ingeniero Eduardo Villacieros, y dirigió el proyecto para transformar a posición transversal el motor del Seat 124. El gran Seat deportivo de los años 70 iba tomando forma.
Para instalar el motor del Seat 124 en posición transversal, fue necesario que la empresa Ddauto proyectase la transformación
PRESENTACIÓN DEL NUEVO SEAT DEPORTIVO
Después de completar en 1972 la primera maqueta de yeso a escala 1:1, en 1973 quedó ya definido el proyecto de Seat deportivo. Tocó entonces realizar las pruebas aerodinámicas en el túnel del viento del INTA, donde obtuvo un fino coeficiente Cx de 0,37. A continuación, grupos distintos de Inducar se dedicaron a elaborar los proyectos de chapistería y de los componentes auxiliares. Y también a definir los materiales del habitáculo, los métodos de trabajo y el modo de realizar la producción.
Ya en 1975, Inducar se acondicionó para fabricar las carrocerías, que eran enviadas en camión a la factoría Seat de la Zona Franca. Allí se procedía a pintarlas y a montar el motor y los demás elementos, hasta convertirse en un automóvil destinado a convertirse en un Seat Clásico, con mayúsculas.
En diciembre de 1975, la presentación a la prensa tuvo lugar en Málaga e incluía en el recorrido la capital granadina y Sierra Nevada, este último especialmente acertado para un Seat deportivo. Lo llamativo es que Seat se atribuía la paternidad del 1200 Sport, sin mencionar ni a Inducar ni a Antoni Amat.
Las primeras unidades de Bocanegra, el apodo que recibió por su característico frontal, se empezaron a matricular en febrero de 1976. El coche estaba dotado del motor de 1.197 cc empleado en los Seat 124, que en esta versión incrementaba la potencia hasta 67 CV por incorporar un electroventilador termostático.
DEFECTILLOS DE JUVENTUD
En las primeras pruebas publicadas por la prensa especializada se mencionaban los fallos del carburador Bressel 32, de doble cuerpo y apertura simultánea, que titubeaba a regímenes bajos. Este Seat deportivo antiguo no fue perfecto en este sentido. Se criticaba también su precio elevado en relación al equipamiento un tanto escaso. Asimismo, la escasa autonomía que permitía el depósito de gasolina de 30 litros y la colocación inadecuada de la rueda de repuesto, ubicada en el maletero.
En cambio, había puntos dignos de alabanza en este Seat clásico, comenzando por el estilo y la solidez de la carrocería, así como la habitabilidad idónea para que cuatro personas viajasen con espacio holgado. Y había más apartados dignos de elogio. Uno de ellos era el comportamiento en carretera, pues la rapidez y precisión de la dirección iba unida a una excelente estabilidad en curva y una nobleza de reacciones que hacía posible una conducción rápida.
Del mismo modo, la aerodinámica jugaba a su favor del Seat clásico deportivo, ya que a nivel de mar alcanzaba 160 km/h de velocidad máxima. Por si fuese poco, su peso de 792 kg en vacío permitía acelerar al kilómetro en 35,2 segundos, un crono brillante para sus 67 CV.
Cx: 0,37. El perfil aerodinámico de la carrocería fue afinado y medido en el túnel del viento del INTA
LLEGA UN INTRUSO, OTRO SEAT CLÁSICO
Sorprendentemente, en diciembre de 1976 Seat presentó a la prensa el Seat 128 3P en Tenerife. Una estrategia extraña, pues era un competidor directo del Seat 1200 Sport. Sin embargo, la llegada del Seat 128 -otro Seat clásico por excelencia- obedecía a una decisión de Fiat. A modo de intercambio por la exitosa exportación a Italia de los Seat 127 de cuatro puertas, ofrecía en contrapartida los coupés 128 3P.
A la venta en versiones 1200 y 1430, la presencia de estos dos modelos supuso también la posibilidad de tener componentes interesante a disposición de Seat. Entre ellos, el motor 1430 transversal y la caja de cambios utilizada por los Fiat 128.
De rebote, Inducar se vio afectada por la noticia. Aunque en el fondo tenía algo positivo, como eran la posibilidad de utilizar en los Seat Sport el motor de 1.437 cc y una caja de cambios concebida para mayor potencia que la procedente del Seat 127. El Seat deportivo que nos ocupa se volvía todavía más deportivo.
Seat 128, rival
En el diseño y construcción de la carrocería no intervino Fiat para nada
Para la evacuación del aire viciado procedente del habitáculo
EL SEAT SPORT 1430
Obviamente, la competencia del Seat 128 redujo las posibles ventas del Seat 1200 Sport. Y en el caso de Inducar, la producción de las carrocerías, que era su fuente de ingresos. Por otro lado, Seat aprovechó elementos procedentes de Fiat 128 y en 1977 introdujo cambios en los Seat Sport. Además de presentar en septiembre la versión Sport 1430, la gama se benefició con el carburador Weber 32 DMTR, que no daba tirones.
También resultó positiva la adopción del embrague, los palieres y la caja de cambios del Fiat 128 en este Seat deportivo de los años 70. En comparación con la del Seat 127, eran más adecuados a la potencia de los Seat Sport. Asimismo, se incorporaron tres pequeñas mejoras en el puesto de conducción. El lavaparabrisas se accionaba mediante una bomba eléctrica, había interruptor del warning y el ventilador de la calefacción pasaba a incorporar un mando de dos velocidades.
Tanto los asientos con reposacabezas integrado como el salpicadero respondían a bocetos creados por Aldo Sessano
ESTE EJEMPLAR
Esta unidad de uno de los Seat clásicos por excelencia, fabricada en 1978, estaba destinada a exportarse a Alemania. El color de su pintura de origen es el azul oscuro F-456, un tono solamente disponible en los ejemplares que salían hacia Alemania, Bélgica, Dinamarca, Holanda, Grecia y Suiza.
En cambio, al final fue comprada con una considerable demora por un empleado de Seat, quien lo matriculó en mayo de 1980. Su propietario en el momento actual es el asturiano Luis Ángel González López, gran entusiasta de los Seat 1200/1430 Sport. Tal es su fervor por estos coupés españoles que Luis Ángel escribió y publicó el libro Los Seat 1200/1430 Sport y 128, de la colección “Nuestros Coches”, de la editorial Dossat 2000.
El kilometraje de este Seat deportivo antiguo en el momento del reportaje fotográfico era de algo más de 52.500 km. Se trata de un auto conservado, que sólo ha necesitado un repaso de pintura y una limpieza profunda.
Sólo este distintivo ayuda a saber que se trata de un ejemplar dotado del motor de 1438 cc y 77 CV
Una diferencia de las unidades de exportación
UN VISTAZO AL INTERIOR
Al abrir la puerta del conductor, hay un detalle que cambia con respecto a las unidades vendidas en España. Se trata del mando de apertura, girado 180 grados y que abre en sentido contrario. Al accionarlo es entonces cuando quedan a la vista los asientos con reposacabezas integrado y los pedales colgados del embrague y el freno. Y llama la atención el salpicadero obra de Aldo Sessano, cuyas formas y tonos grises resultan atractivos y acrecientan la personalidad propia de este Seat clásico.
Las cinco esferas que componen la instrumentación incluyen un velocímetro graduado hasta 180 km/h, un cuentavueltas con zona roja desde las 6.200 rpm. Y más hacia el centro hay un reloj, un termómetro de líquido refrigerante y un manómetro de aceite. También descubrimos un testigo sin parangón en la gama española. Indica que el freno de mano está activado y va entre la columna de dirección y el interruptor de luces de emergencia.

UN SEAT 127 PRESTACIONAL
Una vez aceptada por Seat la creación de dicho proyecto por parte de Inducar, en la visita de Antoni Amat al Salón de Turín de 1970 había en el stand de Pinturas Glasurit un estudio que le impresionó. Se trataba del Nergal, obra de Aldo Sessano.
Aquel coupé tan sorprendente estaba elaborado a partir de la plataforma de un NSU Prinz. Y el señor Amat se dedicó de inmediato a contactar con Aldo Sessano, con quien llegó a un acuerdo para que se encargase del diseño del Seat 1200 Sport, uno de lo Seat clásicos más valorados hoy día.
La personalidad del Seat Sport viene destacada por los paragolpes de poliuretano y la curvatura delantera del capóA partir del convenio entre Inducar y Aldo Sessano, entre los talleres de Terrassa y el estudio del diseñador turinés hubo una intercomunicación constante en la creación del modelo. Mientras Antonio Amat y su equipo de profesionales se ocupaban del apartado técnico del Seat 1200 Sport, en el país trasalpino perfilaban el estilo novedoso de la carrocería y el habitáculo.
También fue preciso recurrir a Ddauto, una compañía madrileña especialista en preparaciones. En dicha firma trabajaba el piloto e ingeniero Eduardo Villacieros, y dirigió el proyecto para transformar a posición transversal el motor del Seat 124. El gran Seat deportivo de los años 70 iba tomando forma.
Para instalar el motor del Seat 124 en posición transversal, fue necesario que la empresa Ddauto proyectase la transformaciónPRESENTACIÓN DEL NUEVO SEAT DEPORTIVO
Después de completar en 1972 la primera maqueta de yeso a escala 1:1, en 1973 quedó ya definido el proyecto de Seat deportivo. Tocó entonces realizar las pruebas aerodinámicas en el túnel del viento del INTA, donde obtuvo un fino coeficiente Cx de 0,37. A continuación, grupos distintos de Inducar se dedicaron a elaborar los proyectos de chapistería y de los componentes auxiliares. Y también a definir los materiales del habitáculo, los métodos de trabajo y el modo de realizar la producción.
Ya en 1975, Inducar se acondicionó para fabricar las carrocerías, que eran enviadas en camión a la factoría Seat de la Zona Franca. Allí se procedía a pintarlas y a montar el motor y los demás elementos, hasta convertirse en un automóvil destinado a convertirse en un Seat Clásico, con mayúsculas.
En diciembre de 1975, la presentación a la prensa tuvo lugar en Málaga e incluía en el recorrido la capital granadina y Sierra Nevada, este último especialmente acertado para un Seat deportivo. Lo llamativo es que Seat se atribuía la paternidad del 1200 Sport, sin mencionar ni a Inducar ni a Antoni Amat.
Las primeras unidades de Bocanegra, el apodo que recibió por su característico frontal, se empezaron a matricular en febrero de 1976. El coche estaba dotado del motor de 1.197 cc empleado en los Seat 124, que en esta versión incrementaba la potencia hasta 67 CV por incorporar un electroventilador termostático.
DEFECTILLOS DE JUVENTUD
En las primeras pruebas publicadas por la prensa especializada se mencionaban los fallos del carburador Bressel 32, de doble cuerpo y apertura simultánea, que titubeaba a regímenes bajos. Este Seat deportivo antiguo no fue perfecto en este sentido. Se criticaba también su precio elevado en relación al equipamiento un tanto escaso. Asimismo, la escasa autonomía que permitía el depósito de gasolina de 30 litros y la colocación inadecuada de la rueda de repuesto, ubicada en el maletero.
En cambio, había puntos dignos de alabanza en este Seat clásico, comenzando por el estilo y la solidez de la carrocería, así como la habitabilidad idónea para que cuatro personas viajasen con espacio holgado. Y había más apartados dignos de elogio. Uno de ellos era el comportamiento en carretera, pues la rapidez y precisión de la dirección iba unida a una excelente estabilidad en curva y una nobleza de reacciones que hacía posible una conducción rápida.
Del mismo modo, la aerodinámica jugaba a su favor del Seat clásico deportivo, ya que a nivel de mar alcanzaba 160 km/h de velocidad máxima. Por si fuese poco, su peso de 792 kg en vacío permitía acelerar al kilómetro en 35,2 segundos, un crono brillante para sus 67 CV.
Cx: 0,37. El perfil aerodinámico de la carrocería fue afinado y medido en el túnel del viento del INTALLEGA UN INTRUSO, OTRO SEAT CLÁSICO
Sorprendentemente, en diciembre de 1976 Seat presentó a la prensa el Seat 128 3P en Tenerife. Una estrategia extraña, pues era un competidor directo del Seat 1200 Sport. Sin embargo, la llegada del Seat 128 -otro Seat clásico por excelencia- obedecía a una decisión de Fiat. A modo de intercambio por la exitosa exportación a Italia de los Seat 127 de cuatro puertas, ofrecía en contrapartida los coupés 128 3P.
A la venta en versiones 1200 y 1430, la presencia de estos dos modelos supuso también la posibilidad de tener componentes interesante a disposición de Seat. Entre ellos, el motor 1430 transversal y la caja de cambios utilizada por los Fiat 128.
De rebote, Inducar se vio afectada por la noticia. Aunque en el fondo tenía algo positivo, como eran la posibilidad de utilizar en los Seat Sport el motor de 1.437 cc y una caja de cambios concebida para mayor potencia que la procedente del Seat 127. El Seat deportivo que nos ocupa se volvía todavía más deportivo.
Seat 128, rival
En el diseño y construcción de la carrocería no intervino Fiat para nada
Para la evacuación del aire viciado procedente del habitáculo
EL SEAT SPORT 1430
Obviamente, la competencia del Seat 128 redujo las posibles ventas del Seat 1200 Sport. Y en el caso de Inducar, la producción de las carrocerías, que era su fuente de ingresos. Por otro lado, Seat aprovechó elementos procedentes de Fiat 128 y en 1977 introdujo cambios en los Seat Sport. Además de presentar en septiembre la versión Sport 1430, la gama se benefició con el carburador Weber 32 DMTR, que no daba tirones.
También resultó positiva la adopción del embrague, los palieres y la caja de cambios del Fiat 128 en este Seat deportivo de los años 70. En comparación con la del Seat 127, eran más adecuados a la potencia de los Seat Sport. Asimismo, se incorporaron tres pequeñas mejoras en el puesto de conducción. El lavaparabrisas se accionaba mediante una bomba eléctrica, había interruptor del warning y el ventilador de la calefacción pasaba a incorporar un mando de dos velocidades.
Tanto los asientos con reposacabezas integrado como el salpicadero respondían a bocetos creados por Aldo Sessano
ESTE EJEMPLAR
Esta unidad de uno de los Seat clásicos por excelencia, fabricada en 1978, estaba destinada a exportarse a Alemania. El color de su pintura de origen es el azul oscuro F-456, un tono solamente disponible en los ejemplares que salían hacia Alemania, Bélgica, Dinamarca, Holanda, Grecia y Suiza.
En cambio, al final fue comprada con una considerable demora por un empleado de Seat, quien lo matriculó en mayo de 1980. Su propietario en el momento actual es el asturiano Luis Ángel González López, gran entusiasta de los Seat 1200/1430 Sport. Tal es su fervor por estos coupés españoles que Luis Ángel escribió y publicó el libro Los Seat 1200/1430 Sport y 128, de la colección “Nuestros Coches”, de la editorial Dossat 2000.
El kilometraje de este Seat deportivo antiguo en el momento del reportaje fotográfico era de algo más de 52.500 km. Se trata de un auto conservado, que sólo ha necesitado un repaso de pintura y una limpieza profunda.
Sólo este distintivo ayuda a saber que se trata de un ejemplar dotado del motor de 1438 cc y 77 CV
Una diferencia de las unidades de exportación
UN VISTAZO AL INTERIOR
Al abrir la puerta del conductor, hay un detalle que cambia con respecto a las unidades vendidas en España. Se trata del mando de apertura, girado 180 grados y que abre en sentido contrario. Al accionarlo es entonces cuando quedan a la vista los asientos con reposacabezas integrado y los pedales colgados del embrague y el freno. Y llama la atención el salpicadero obra de Aldo Sessano, cuyas formas y tonos grises resultan atractivos y acrecientan la personalidad propia de este Seat clásico.
Las cinco esferas que componen la instrumentación incluyen un velocímetro graduado hasta 180 km/h, un cuentavueltas con zona roja desde las 6.200 rpm. Y más hacia el centro hay un reloj, un termómetro de líquido refrigerante y un manómetro de aceite. También descubrimos un testigo sin parangón en la gama española. Indica que el freno de mano está activado y va entre la columna de dirección y el interruptor de luces de emergencia.















