Hace mucho tiempo que dejé de intentar entender ni al personal ni al tinglado. Es inútil. Miro por mí, principalmente, por mi familia, mi madre, mi hermano y mi novia de toda la vida, y por lo que me puede proporcionar cualquier tipo de beneficio, sea cual sea, sin perder la dignidad. No aguanto ni a t*ntos ni a listos, así sean el Hijo de Dios. En NINGÚN ámbito de la vida. Aunque contribuyo con bastante más de lo que obtengo por cada Euro, no participo del sistema en la medida de lo posible y me paso la norma, en la medida de lo posible, por el forro de los huevos. Afortunadamente adopté una de las mejores decisiones posibles, que fue no tener descendencia. Que cada perro se lama su cipote y que esto dure, si es posible, hasta que palme. Luego después os las averiguáis cómo podáis. Esos son mis principios. Al que no le gusten como si se muere. Ahora mismo, pero que no lo haga en mi camino, si es posible. Lo demás es para nada. Y tú tienes mundo, así que no sé de qué hostiap*ta te sorprendes.