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Es el segmento de los coches pequeños, —B—, uno de los que mayor auge tiene. Y no es de extrañar, pues en las cada vez más congestionadas urbes, estos enanos se defienden como pez en el agua, gracias a sus reducidas dimensiones y a los consumos irrisorios de sus pequeños motores gasolina o diésel, debido al poco peso que deben mover. Vehículos de diario al fin y al cabo, que cumplen con su cometido de manera perfecta.
Pero las marcas saben que siempre hay una parte de la clientela que quiere algo más, y es por ello que la mayoría de estos mini coches ofrecen variantes vitaminadas para satisfacer a los conductores más racing. No os dejéis engañar por su tamaño, porque algunos de los mejores pilotos de rallye han realizado sus primeros pinitos en estos diablillos. Os dejo con mi lista de diez matagigantes favoritos con distintivo ambiental.
Fiat Panda 100HP

No os dejéis engañar por su poca potencia, de solo 100 cv, pues este pequeño italiano de vías ensanchadas tiene un chasis muy noble, y ofrece una conducción deportiva digna de rivales de mayor caballaje. Es esa cifra de potencia la que hace que el control de tracción sea prescindible, lo que significa que no hay nada que te corte la diversión. Así como el Panda normal fue un superventas, la versión 100Hp no fue muy popular y encontrar uno te costará un poco.
Ford Fiesta ST

La quinta generación del popular modelo de la firma del óvalo estrenó la denominación ST para su acabado más deportivo, dejando atrás las ochenteras versiones XR. Un motor de 2000cc atmosférico se encarga de rendir 150cv, lo que permite a esta pelotilla superar los 200km/h.
Mini Cooper (R53)

La adquisición por parte de BMW de la icónica marca británica a principios de siglo, supuso un verdadero bombazo en el mundo de la automoción, generando un mar de dudas. Por suerte, el fabricante bávaro supo sacar el máximo jugo de la marca y el nuevo Mini Cooper se posicionó rápidamente como el ejemplo a seguir en cuanto a deportividad y comportamiento. Su motor de 1600cc, que rendía 167cv gracias a la ayuda de un turbocompresor, lo convirtieron rápidamente en el Mini GTI por excelencia. Fue tal su popularidad que el mercado de ocasión está plagado de ellos, en un sinfín de colores y equipamientos.
Mitsubishi Colt CZT

Una pequeña bomba que no gozó de mucha popularidad en nuestro mercado, quizás por un diseño exterior un tanto atrevido. Pero quien lo ha probado lo define como el mini Lancer Evolution. Un turbo se encarga de extraer del pequeño 1.5 litros la friolera de 150cv, que en algunas pruebas en el momento de su lanzamiento llegó a superar la barrera de los 170cv. Si buscas un juguete exclusivo, éste es tu coche.
Opel Meriva OPC

Opel Performance Center decidió que ningún modelo de la gama del fabricante alemán iba a quedarse sin pasar por sus manos. Si la Zafira OPC fue toda una sorpresa, la versión vitaminada del Meriva era casi una locura. Y es que este pequeño modelo recibió un motor de 1.6 litros que con la ayuda de un turbocompresor rendía 180cv. Se vendieron muy pocos, así que si alguno te convence por kilometraje y precio, no te lo pienses. Exclusividad garantizada.
Peugeot 206 RC

El Peugeot 206 pasará a la historia de la automoción como uno de los modelos más vendidos y con más versiones. Un auténtico icono francés que tuvo la titánica tarea de sustituir al sempiterno 205, al que superó con creces. Parte de su éxito se debe a los logros cosechados en el mundial de rallye, y la versión RC supuso un regalo a todos aquellos conductores que buscaban un mini GTI puro. El 2.0 litros, que rinde 177cv de potencia, casa a la perfección con un afinado bastidor en un conjunto que hará las delicias de los conductores más experimentados. Los precios en el mercado de ocasión son muy dispares, pero la oferta es amplia y con paciencia salen buenas unidades.
Renault Clío Sport 182

El rival directo del Peugeot 206 RC y el canto del cisne de la segunda generación del Renault Clío —V6 aparte—. Con el restyling se consigue llenar ese algo que le faltan a las versiones anteriores. Una doble salida de escape central, mejores materiales interiores y 10 cv más de potencia —de ahí su nomenclatura—, que junto a un bastidor como solo los de Dieppe saben ajustar, crean un verdadero carreras-cliente con el sello de aprobación del gran Jean Ragnotti.
Seat Ibiza Cupra

Pese a su falta de madurez comparada con los grandes rivales, la marca española tenía mucho que decir en el apartado de los mini coches vitaminados, pues de deportividad Seat entiende un rato. El restyling que sufrió la segunda generación nos dejó el Ibiza Cupra R, un modelo de producción limitada a 200 unidades que contaba con el 1.8 turbo del grupo Vag, que en el modelo español rendía 180cv. Junto a una puesta a punto excepcional, hacen de este pequeño GTI una opción muy recomendable.
Smart ForFour Brabus

Un completo desconocido de la marca incluso en versión normal. Y es que el Forfour, pese a ser un producto excepcional, ya no era tan pequeño como el Fortwo original. Y en ese tamaño la competencia es más amplia y feroz. Solo estuvo dos años en el mercado, pero nos dejó para el recuerdo este pequeño aparato firmado por Brabus, con unas llantas que merecen un artículo aparte. Hermano del Colt, ya que el motor fue desarrollado conjuntamente por Mitsubishi y Daimler, en el Smart se exprime aún más hasta rendir 177cv.
VW Lupo GTI

125 cv puede parecer una cifra un tanto aburrida. Pero si se encargan de mover un vehículo de apenas 3,5 metros de longitud, y que no llega a la tonelada, la cosa se pone interesante. El Lupo GTI es un modelo para sibaritas; un coche para caprichosos que buscan la diversión por encima de todo, sin renunciar al confort, y sin tener que hipotecarse en coches más potentes o complejos. No era una opción barata en el momento de su lanzamiento, pero el completo equipamiento y la falta de rivalidad justificaban el precio.