Noticia 50 años de la primera victoria del Lancia Stratos... y 40 años de la victoria mundial del Lancia 037

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50 años de la primera victoria internacional del Lancia Stratos

26 sep 2023


Hoy toca recordar a uno de los grandes. Uno de esos coches que dejaron una huella imborrable y permanecen en la memoria de los que fueron contemporáneos, pero también es apreciado por quienes llegaron al mundo después. Se cumplen 50 años de la primera victoria internacional del Lancia Stratos, el inicio de una de las páginas más brillantes del automovilismo.

Cuando alguien piensa en coches de rally míticos, es imposible que no se le venga a la venga el Lancia Stratos, ese pequeño coupé en forma de cuña que dominó el mundial de rallyes a mediados de los 70 y que, junto con el Fulvia, el 037 y el Delta, conforma el póker de ases de Lancia en el mundo de los rallyes.

Ahora se cumplen 50 años de la primera victoria del Stratos y, con motivo de esta efeméride, el Circuit de Remparts d’Angoulême ha organizado un evento especial en la ruta histórica de Nouvelle-Aquitaine, que alberga coches clásicos, exhibiciones y rallyes excepcionales, con una amplia gama de invitados presentes, incluido el expiloto Bernard Darniche, inextricablemente vinculado al Lancia Stratos, ya que con él ganó dos Campeonatos Europeos de Rally y cuatro de las siete rondas en el Campeonato Mundial de Rally.


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El 25 de septiembre de 1973, el Lancia Stratos escribió el primer capítulo de lo que se convertiría en una historia memorable. Aquel día, conducido por el dúo Munari y Mannucci, logró su primera victoria internacional en el Tour de France Automobile. Un éxito que siguió a su primer triunfo en abril de ese año en el Firestone Rally.

Fue el inicio de una trayectoria brillante que convirtió al Stratos en un verdadero conquistador de los rallyes, acumulando una victoria tras otra: tres victorias seguidas en el Rally de Montecarlo y tres Campeonatos del Mundo de Constructores (1974, 1975 y 1976), a lo que hay que añadir otros tres Campeonatos de Europa de Pilotos. Además, al volante de un Stratos, Munari también ganó la Copa de Pilotos de Rally de la FIA en 1977.


El recuerdo del Lancia Stratos que todos tienen grabado es el que lucía los colores blanco y verde del patrocinador Alitalia, con el logotipo tricolor de la aerolínea italiana, a partir de la temporada 1975. Unido a la forma de cuña de su diseño, dio lugar a una de las libreas más icónicas de la historia de los rallyes.

La ‘bête à gagner’
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Conocido como ‘la bête à gagner’, el Stratos es una leyenda de los rallyes, pero también es uno de los coches más icónicos de la historia de la marca, gracias a “unos elementos de diseño esenciales que entraron en el imaginario colectivo y nos guiaron en el diseño de los futuros coches de Lancia: los faros traseros redondos, la forma aerodinámica y el bloqueo de color del interior», como sostiene el CEO de la marca, Luca Napolitano.

Inspirado en el prototipo Strato’s Zero de 1970, el Lancia Stratos fue concebido específicamente para ganar y romper moldes. La versión final se presentó al año siguiente, siendo su principal característica el diseño en forma de cuña: la parte delantera era afilada y estaba en armonía con los pasos de rueda, mientras que el parabrisas inclinado abarcaba el pilar delantero y continuaba hacia las ventanas laterales.

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El techo caía verticalmente sobre la pequeña ventana trasera, envuelta por el gran capó. El capó y el maletero, que consistían en dos carcasas ligeras, incluían sus respectivos guardabarros, con una amplia abertura para una acción rápida durante el apoyo a la carrera. Los faros redondos y un alerón aerodinámico se destacaban en la parte trasera, mientras que el motor era un V6 basado en el 246 del Dino Ferrari.

Si revolucionario era el diseño exterior, no lo era menos en el interior. El habitáculo presentaba un diseño totalmente centrado en el conductor. Había dos asientos y sólo dos compartimentos para cascos de carreras, una característica distintiva de la versión de carretera. El llamado bloqueo de color en el interior creó juegos continuos de contrastes para un eclecticismo muy de Lancia, utilizando los colores primarios azul, rojo y amarillo.



En definitiva, un diseño futurista en los años 70 que sigue fascinando más de medio siglo después de su presentación y que explica que el Stratos sea uno de los nueve coches históricos de la marca que han inspirado a Lancia para crear futuros modelos.
 
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La historia del Lancia Stratos como nunca te la habían contado


En este vídeo tienes la historia del Lancia Stratos como nunca antes te la habían contado. Una leyenda de los rallyes de Lancia merece que todos lo conozcan, más si es el responsable de haber ganado tres años consecutivos el Campeonato Mundial de Rally desde 1974 a 1976. Erik Comas, ex piloto francés, nos lo cuenta el último vídeo de Praemio.

Fue diseñado por Marcello Gandini para Bertone y estaba propulsado por Ferrari. El Lancia Stratos era un deportivo con motor central con una distancia entre ejes bastante justa, perfecto para el cometido para el que había sido diseñado. Con sus victorias, su forma exótica y lo menos de 500 ejemplares producidos, el Stratos sigue siendo un elemento muy preciado por coleccionistas y entusiastas de los coches de rally clásicos.

El ex piloto francés Erik Comas ha sido elegido como el narrador de lujo para que nos cuente a todos, la historia del esta leyenda de las competiciones automotrices, el cual mantiene vivo el espíritu de rally del Stratos más de 40 años después de que compitiera originalmente.
 

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Se cumplen 40 años del Campeonato del Mundo ganado por el Lancia 037
El 7 de octubre de 1983, la firma italiana se hacía con su cuarto mundial de constructores tras firmar un sonoro triplete en el Rallye de Sanremo.

9 oct 2023
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Este pasado sábado se cumplieron los 40 años de un triunfo que marcó el fin de una época. Después de completarse los 58 tramos cronometrados del 25º Rallye Sanremo, el equipo Lancia Martini Racing copaba las tres primeras posiciones de la clasificación con los impresionantes Lancia Rally 037, normalmente conocidos como Lancia 037 a secas. Markku Alén lograba imponerse a sus compañeros de escuadra, el campeón en título Walter Röhrl y el malogrado Attilio Bettega, secundándole en el podio.



Con este triplete, el equipo Lancia se aseguró el Campeonato del Mundo de Marcas, el cuarto en aquel momento, tras los sumados por el Stratos entre 1974 y 1976. Por aquel entonces, no había Campeonato de Pilotos, que se instauró en 1977, siendo ganado precisamente por Sandro Munari con el Stratos, aunque la marca no consiguió hacerse con el título entre las marcas. En los años siguiente, Lancia aumentaría dicha cifra hasta la decena de campeonatos, cifra que sigue siendo récord.

La victoria en 1983 tuvo un significado especial, pues el Lancia 037 se convirtió en el último coche de tracción trasera en ganar un Mundial, ya que, desde entonces, todos los ganadores han contado con tracción integral. Es decir, hace ya 40 años que los automóviles de la vieja escuela dejaron de ser competitivos en medio de reglamentos que premian las cuatro ruedas motrices, empezando por los salvajes Grupo B.

LA LEYENDA DEL LANCIA 037
El desarrollo del coche había comenzado en 1980, con la idea de crear una máquina que se adaptara al reglamento Grupo B de la FIA, que se implantaría en el Mundial de Rallies de cara a 1982. Al contrario que otros competidores como Peugeot, Ford y, por supuesto, Audi, Lancia optó por un modelo con tracción trasera. Tomando como base el Beta Montecarlo, el coche fue desarrollado en conjunción con Abarth, Pininfarina y Dallara. De hecho, el código de proyecto interno dentro de Abarth era SE037, de ahí la denominación con la que el coche ha pasado a la historia.

Antes del debut del Lancia 037, la marca se vio obligada a construir las 200 unidades de calle que marcaba el reglamento. La versión de carreras contaba con motor central de 2 litros y 4 cilindros en línea que rendía entre 255 y 280 CV -las potencias en los coches de carreras siempre son aproximadas-, para mover apenas 960 kilos en configuración de carrera. Una de las claves era su carrocería que estaba hecha de poliéster con refuerzos de fibra de vidrio. Más adelante, y ya con el motor de 2,1 litros, alcanzaría los 325 CV. Estaba sobrealimentado por un compresor volumétrico Abarth Volumex, que llegó a soplar a 1 bar en el Evolution 2.

Exteriormente, el coche era una absoluta belleza, con un perfil bajo y una enorme anchura, estampa rematada por un enorme spoiler posterior. Además, resultaba característica la ausencia de paragolpes posterior, sustituido por dos enormes faldillas que le conferían una estética única.

DE UN DEBUT COMPLICADO, AL ÉXITO
Los primeros rallies disputados por el Lancia 037 estuvieron plagados de problemas de juventud, incluido su debut en el Costa Esmeralda de 1982, que se saldó con un doble abandono por culpa de la caja de cambios. Su primera prueba mundialista fue el Rallye de Córcega de aquel mismo año, en el que Alén acabó noveno. Fue la excepción, pues en nueve participaciones abandonó en siete ocasiones, aunque Markku Alén volvió a puntuar en el RAC finalizando cuarto.







Las tornas cambiaron por completo en 1983, con Walter Röhrl ganando los rallies de Monte-Carlo, Acrópolis y Nueva Zelanda, triunfos que le valieron el subcampeonato del mundo. También Alén peleó por ganar, tras imponerse en el Rallye de Córcega y el Sanremo que ahora conmemoramos. Pese a sus opciones de título, ambos pilotos no participaron en los dos últimos rallies del mundial. Lo que sí consiguió Lancia fue el Campeonato de Marcas, superando por dos puntos a Audi.

La última victoria del Lancia 037 en el Campeonato del Mundo la consiguió Markku Alén en el Rallye de Córcega de 1984, ya con la Evolución 2 del modelo. También firmó su último podio, en el Safari de 1986. Con todo, el coche ya no resultaba tan competitivo frente a los cuatro ruedas motrices de la competencia. Miki Biasion, quien después sería Campeón del Mundo con el Lancia Delta HF en 1988 y 1989, ganó los campeonatos de Europa e Italia con el 037. En España, Salvador Serviá y Jordi Sabater lograron el título en nacional de rallies en 1985 y 1986 también con el 037.



Más allá de sus triunfos, el Lancia 037 sigue perviviendo en el imaginario colectivo por su espectacularidad y su belleza, intangibles que también sirven para forjar las leyendas, ahora renacidas en forma de homenaje o Kimera EVO37.
 
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