En algunas ocasiones, tanto, que me podría tirar al carril más a mi izquierda, sin volver a mirarlo.
Un caso que se me dió, aunque el retrovisor principal era el izquierdo, la ayuda del trasero fue de mucha ayuda.
Carril de deceleración de salida de autovía con caravana parada, autovía tres carriles mucho tráfico pero fluido, de golpe uno por en medio de la fila de la caravana de salida ya parada, le da por salir de nuevo a mi carril por delante. Pues me tiré a la izquierda porque sabía que no habría coche a mi lado. Si lo llega a haber, solo me hubiera tocado fundir el freno y darle con lo que me quedara de inercia. De no haberlo sabido por no ir mirando (controlando precisamente no se me diera esa situación en ese punto), no habría tenido tiempo de hacerlo, porque la primera acción habría sido frenar y luego mirar, por lo que habría perdido toda posibilidad de incorporarme al carril más a mi izquierda.
Mi zona está plagada de ese tipo de salidas, que a ciertas horas como por ejemplo la salida del trabajo entre las cinco y siete de la tarde, han hecho que me acostumbré a controlar las posibles escapadas por lo demás, también lo utilizo bastante aunque sea en viaje con la carretera casi vacía, me gusta saber que llevo por detrás.