Es curioso, porque es una "noticia" que aparece en la prensa más que una noticia desconocida aunque ahora está tomando cartas en el asunto el Ayuntamiento. En fin, una buena nueva 
Siete kilómetros de baches
Socavones, grava, desniveles,... Miles de conductores se enfrentan cada día al riesgo que representa el mal estado del firme de la A-7 desde la salida de Fuengirola hasta la de Arroyo de la Miel.
Encontrarse con un bache nunca es agradable. Cuando se trata de una constante secuencia de socavones, parches, desniveles y asfalto granulado en siete kilómetros de autovía, deja de ser una simple molestia y pasa a convertirse en algo más serio: una cuestión de seguridad vial. Cada día, miles de conductores se exponen al peligro que supone circular por el tramo de la A-7, sentido Málaga, comprendido entre su confluencia con la autopista de peaje a la salida de Fuengirola y el acceso a Arroyo de la Miel. Uno de ellos es Nicolás Pozas.
«Todas las mañanas tengo que coger la autovía para ir a Málaga por motivos laborales y la verdad es que está fatal; no entiendo cómo permiten que haya tantos baches en una carretera en la que se circula a gran velocidad», comenta este conductor mientras llena el depósito de su furgoneta antes de enfrentarse a un asfalto que no se ha renovado desde su entrada en servicio hace unos 15 años, salvo parcheos parciales que saltan a la vista.
Como resultado, los tres carriles de subida desde Fuengirola hasta El Higuerón y la posterior bajada hasta el teleférico de Benalmádena parecen más bien un circuito de pruebas donde las demostraciones de destreza al volante están a la orden del día. «Hay dos opciones, o te comes todos los boquetes o tienes que estar continuamente esquivándolos y cambiando de carril», explica Silvia Moreno, quien asegura haberse llevado más de un susto con los vaivenes de otros coches.
Vertiginoso eslalon
Un constante y vertiginoso eslalon que se complica aún más si cabe con la elevada intensidad del tráfico que soporta la A-7, la única vía rápida que enlaza la Costa del Sol con la capital. En el carril derecho, en el central o en el izquierdo.
Da igual por dónde se circule, ya que las vibraciones del coche acompañan al conductor en todo el tramo, aunque uno de los puntos más conflictivos llega a la hora de tomar la curva en plena bajada del Higuerón.
Peor lo tienen aún los que se desplazan en moto. Así lo pone de manifiesto José Manuel Luque, quien precisamente hace unos días fue testigo de cómo un motorista se iba al suelo al pasar sobre un «enorme bache que hay en el carril izquierdo».
«Además, también son habituales los reventones de neumáticos», añade este vecino de Fuengirola.
Este malestar generalizado ha llegado hasta los ayuntamientos de Fuengirola y Benalmádena, donde coinciden en lamentar el deterioro que sufre el vial. Aunque en Benalmádena han ido más allá y han decidido tomar cartas en el asunto.
Para ello, se han puesto en contacto con la empresa Cintra, concesionaria de la Autopista del Sol y responsable además del mantenimiento de la autovía hasta el aeropuerto, para que acometa una mejora del firme.
Además, se ha dado conocimiento de la situación al Ministerio de Fomento para que presione a la mercantil, a la que también se le ha requerido por escrito, como cada año, que refuerce la limpieza de las cunetas y la poda de arbustos para evitar el riesgo de incendio en la sierra benalmadense.

Siete kilómetros de baches
Socavones, grava, desniveles,... Miles de conductores se enfrentan cada día al riesgo que representa el mal estado del firme de la A-7 desde la salida de Fuengirola hasta la de Arroyo de la Miel.
Encontrarse con un bache nunca es agradable. Cuando se trata de una constante secuencia de socavones, parches, desniveles y asfalto granulado en siete kilómetros de autovía, deja de ser una simple molestia y pasa a convertirse en algo más serio: una cuestión de seguridad vial. Cada día, miles de conductores se exponen al peligro que supone circular por el tramo de la A-7, sentido Málaga, comprendido entre su confluencia con la autopista de peaje a la salida de Fuengirola y el acceso a Arroyo de la Miel. Uno de ellos es Nicolás Pozas.
«Todas las mañanas tengo que coger la autovía para ir a Málaga por motivos laborales y la verdad es que está fatal; no entiendo cómo permiten que haya tantos baches en una carretera en la que se circula a gran velocidad», comenta este conductor mientras llena el depósito de su furgoneta antes de enfrentarse a un asfalto que no se ha renovado desde su entrada en servicio hace unos 15 años, salvo parcheos parciales que saltan a la vista.
Como resultado, los tres carriles de subida desde Fuengirola hasta El Higuerón y la posterior bajada hasta el teleférico de Benalmádena parecen más bien un circuito de pruebas donde las demostraciones de destreza al volante están a la orden del día. «Hay dos opciones, o te comes todos los boquetes o tienes que estar continuamente esquivándolos y cambiando de carril», explica Silvia Moreno, quien asegura haberse llevado más de un susto con los vaivenes de otros coches.
Vertiginoso eslalon
Un constante y vertiginoso eslalon que se complica aún más si cabe con la elevada intensidad del tráfico que soporta la A-7, la única vía rápida que enlaza la Costa del Sol con la capital. En el carril derecho, en el central o en el izquierdo.
Da igual por dónde se circule, ya que las vibraciones del coche acompañan al conductor en todo el tramo, aunque uno de los puntos más conflictivos llega a la hora de tomar la curva en plena bajada del Higuerón.
Peor lo tienen aún los que se desplazan en moto. Así lo pone de manifiesto José Manuel Luque, quien precisamente hace unos días fue testigo de cómo un motorista se iba al suelo al pasar sobre un «enorme bache que hay en el carril izquierdo».
«Además, también son habituales los reventones de neumáticos», añade este vecino de Fuengirola.
Este malestar generalizado ha llegado hasta los ayuntamientos de Fuengirola y Benalmádena, donde coinciden en lamentar el deterioro que sufre el vial. Aunque en Benalmádena han ido más allá y han decidido tomar cartas en el asunto.
Para ello, se han puesto en contacto con la empresa Cintra, concesionaria de la Autopista del Sol y responsable además del mantenimiento de la autovía hasta el aeropuerto, para que acometa una mejora del firme.
Además, se ha dado conocimiento de la situación al Ministerio de Fomento para que presione a la mercantil, a la que también se le ha requerido por escrito, como cada año, que refuerce la limpieza de las cunetas y la poda de arbustos para evitar el riesgo de incendio en la sierra benalmadense.