El Citroën BX llegó a volar sobre un Boeing 707
La industria del automóvil siempre se ha caracterizado por crear los mejores anuncios. No se ponía límites a la hora de ejecutar las ideas más disparatadas. Un claro ejemplo lo tenemos en el spot guardado por el INA (Institut national de l’audiovisuel) y que ahora recoge la web Citroën Origins. El protagonista era el Citroën BX, que era anclado a un Boeing 707 de una compañía irlandesa para ser el primer coche volador.
El anuncio fue grabado en el aeropuerto de Cherbourg – Maupertus. Para su realización, el vehículo fue modificado para reducir el mayor peso posible: se prescindió del motor, rellenando el vano con espuma de poliuretano; el tanque de combustible y los asientos. De ‘pilotarlo’ de encargó un dummy.
El resultado, sin duda, fue espectacular…