Para abaratar costes, los propietarios han logrado que sus viejos vehículos se muevan gracias a un pequeño cilindro de gas licuado en sustitución de la gasolina. LA HABANA (CUBA).-Los cubanos han agudizado el ingenio ante la necesidad y se han convertido en expertos mecánicos capaces de mantener en activo miles de vehículos de la primera mitad del siglo XX que circulan por la isla como auténticos museos rodantes.Cruzarse, por ejemplo, con un "Ford", un "Chevrolet" o un "Oldsmobile" de 1930 a 1950 por las calles de las grandes ciudades o cualquier carretera es absolutamente normal en Cuba, donde es difícil saber a ciencia cierta cuántos miles de estos vehículos aún se conservan en activo o guardados en garajes a buen recaudo. Las restricciones gubernamentales impuestas a los cubanos para la compra de vehículos nuevos han obligado a los propietarios de estos viejos automóviles a ingeniárselas para mantenerlos en funcionamiento. Muchos de estos vehículos, de fabricación estadounidense, mantienen sus motores originales, la carrocería y algunos agregados, pero otros han sido modificados para seguir "en marcha" debido a la falta de piezas originales. Es común ver en La Habana viejos modelos con motores rusos "Lada", piezas de "Mitsubishi" o de otras marcas, preferiblemente de diesel, que los hace más rentables. En algunos casos, para abaratar costes, los propietarios han logrado que sus viejos vehículos se muevan gracias a un pequeño cilindro de gas licuado en sustitución de la gasolina. Este particular sistema es uno de los más utilizados en los grandes vehículos antiguos convertidos en taxis particulares y bautizados por los cubanos como "almendrones". "Este nuevo 'invento' tiene sus riesgos, pero conducimos con el mayor cuidado posible, y hasta ahora no ha habido que lamentar ningún accidente", explica uno de los usuarios de este mecanismo. Abraham, un joven fotógrafo habanero, posee un "Oldsmobile" de 1953 que conserva su motor original de ocho cilindros y "consume gasolina como un caballo", lo que le obliga a "inventar" para mantenerlo. El joven considera su "almendrón" como un "pluri-oficio" porque le permite trasladar mercancías ligeras o pasajeros para ganarse la vida. Entre tanto, Julio Enrique es propietario desde 1990 de un "Chevrolet Torpedo" de 1951 que conserva su carrocería en muy buen estado y muchas de sus piezas originales. El vehículo, asegura Julio Enrique, dispone de un motor original de seis cilindros, reparado hace 15 años, que gasta un litro de combustible cada 7 kilómetros. "Es una renta, pero trato de mantenerlo a toda costa para ganarme la vida", comenta este habanero, que reconoce que en su "Torpedo" lo mismo traslada sacos de cemento que pasajeros y "lo que venga". "Intento llenarle 'la panza' (depósito), de 60 litros de capacidad, porque su utilización me permite sobrevivir", añade. Algunos propietarios de estas viejas joyas, conocedores del valor que pueden tener en el mercado internacional, han preferido guardarlos en garajes u ocultarlos en sus viviendas a la espera de que cambie la legislación y les permitan venderlos a coleccionistas dispuestos a pagar un alto precio por conseguir uno de estos modelos. Otros se han sumado a alguno de los proyectos de autos históricos que se han puesto en marcha en Cuba, sobre todo en las principales ciudades como La Habana, Pinar del Río, Santiago y Matanzas. Estas iniciativas tienen carácter no lucrativo y forman las Escuderías de Autos Históricos, registradas por la Federación de Automovilismo y Kartismo de Cuba como una modalidad deportiva más. Las escuderías realizan exposiciones promocionales y competitivas en diferentes modalidades, según las marcas de los autos, su antigüedad y su estado. El primer automóvil llegó a Cuba en 1898 y, en menos de diez años, la compañía Ford ya había comercializado en La Habana un gran número de vehículos popularmente conocidos como "tres patadas", debido a sus tres cambios de velocidad. Registros de principios del siglo pasado señalan que en 1917 circulaban por la isla más de 4.400 vehículos de un centenar de marcas diferentes, concentrados fundamentalmente en la capital cubana. Un coche Cadillac de la década de 1950 pasa ante un cartel con la imagen del Che Guevara que anuncia la llegada del nuevo milenio, en La Habana. Un modelo antiguo junto a la playa de Baracoa al oeste de La Habana. Un coche antiguo de los años 50 pasa ante un cartel que pide la vuelta a Cuba del niño balsero cubano Elián González, en La Habana. [elmundo.es/motor]
Estos cubanos... como ahora anda el fidel pocho lo mismo la cosa cambia y todos esos fosiles rodantes van a parar al museo. Son muy apañados, eso no hay que negarlo, y es que donde no hay pelo no se puede peinar. Saludos.
En un salon de antiguedades que hicieron habia unos cuantos Cadillac y Chevis de los '50-'60 y me impresionaron por su tamaño, son immensos!
Ya,ya.Todos sabemos para que quieres ir a Cuba.Jejeje Es broma , la verdad es que esos cacharros enormes tienen que molar. Saludos
No hace mucho en España circulaban camiones alimentados con madera y carbon, era un acople que se hacia en los camiones atraves de una caldera, era conocido si no recuerdo mal como el Gasogeno y mi abuelo se dedicaba a instalarlo en camiones a los pescateros vascos.
El gasógeno, según tengo entendido yo, se utilizó durante la II Guerra Mundial. Lo q no sabía era q funcionaba a base de madera y carbón. Pensé q sería un gas o algo así. He visto fotos de coches con el cacharro del gasógeno detrás, a modo de remolque y es bastante curioso el sistema.