Compañeros foristas: Soy nuevo en este foro, estuve leyendo comentarios sobre el tema en cuestión; sin embargo, me he percatado qué hay mucha polémica, pues hay algunos que comentan que, como el vehículo está diseñado para el uso de llantas runflat, que éstas no deben cambiarse por unas convencionales. Por el otro lado, hay comentarios en el sentido de que no hay ningún problema, siempre y cuando se cambien las 4 y sean de la misma medida. ¿Esto es cierto? Lo que sucede es que en mi país las calles están repletas de baches y, ante esa circunstancia, tuve que cambiar una llanta por un chipote que le salió al pasar por un bache con apenas un par de meses de haber salido de agencia y ahora, con tan solo 5 meses de uso, me veo obligado a cambiar otras 3 llantas, pues una tiene otro chipote y las otras dos de plano se reventaron (eran las que venían de agencia). Por la mala experiencia que he tenido con las llantas, preferiría mil veces cambiar por convencionales. Sin embargo, previo a hacerlo, quisiera preguntarles a ustedes, ya que conocen mucho más del tema que yo, antes de que pudiera cometer un error. Muchas gracias. Saludos.
Que hay Rafael, yo me vi en la necesidad de poner una que no es runflat y la traigo desde hace un año, el único inconveniente es cargar con una llanta de refacción por cualquier imprevisto, no pasa absolutamente nada... siguen siendo llantas. Saludos!
Hola @RAFAELDELEON , en mi opinión existen ventajas y desventajas, el coche es mas seco de reacción e incomodo para sus ocupantes, ya que RFT está pensado para asfaltos perfectos, es decir si en el lugar donde vivimos existen diferentes asfaltos, combinados con sus baches y parches, las RFT se hacen algo intolerables. Ahora bien en cuanto a la seguridad que proporcionan en el caso de un pinchazo, podría llegar a compensar las incomodidades descritas arriba. Muchos han experimentado con las convencionales mejor comportamiento en pavimento mojado, Aunque también se afirma que como los reglajes y amortiguación de fábrica vienen preparados para RFT , el comportamiento del coche podría verse mínimamente afectado. En definitiva es el usuario quien deberá valorar los pro y contras para llegar a una conclusión que cubra sus expectativas