Aquí hay una mirada rara al Countach personal de Ferruccio Lamborghini
Este vehículo redefine la palabra raro.
Comencemos hablando del hombre detrás del Classic Workshop de Tyrrell, Iain Tyrrell. Un pariente lejano del magnate de la Fórmula 1 Ken Tyrrell, Iain pasa la mayor parte de su tiempo restaurando autos clásicos, muchos de ellos Lamborghinis. Como su repertorio habla por sí solo, recientemente recibió
el único Countach personal de
Ferruccio Lamborghini para poner su mano.
Con 36 años de experiencia en la restauración de automóviles clásicos, es seguro decir que el amor de Ferruccio está en buenas manos. Dejando a un lado el historial, este
Countach es mucho más que el coche de la empresa del CEO. Tiene la línea de techo baja original que se cambió más tarde después de que muchos no encajaran correctamente en su orgullo y alegría; Junto con sus dimensiones originales, el vehículo se volvió a pintar en blanco puro, el único color que Ferruccio dijo que debería pintarse un Countach.
Como su canal de YouTube incluye "Workshop" en su título, Tyrrell hizo un inventario de las fallas menores del vehículo durante su prueba de manejo. De buenas a primeras, notó que el embrague no se soltaba del todo, lo que resultaba en un cambio de marcha rígido. El único otro problema con el que se encontró fue que el automóvil recogía las curvas de manera bastante agresiva en la carretera, ciertamente difícil de perfeccionar con un neumático trasero de 345 secciones. Grandes felicitaciones para el Sr. Tyrrell por conducir correctamente el superdeportivo porque supuestamente los dueños anteriores estaban demasiado asustados para pilotar un vehículo de tal valor.
En una inspección más cercana en el taller, también detectó un problema con una de las manijas de las puertas que no funcionaba correctamente. Arreglando las cosas fáciles primero, cambia algunos componentes del sistema de la puerta en cuestión de minutos y sigue tachando cosas de la lista. Después de cambiar algunos de los bujes de suspensión desgastados y un ciclo de fluido en el sistema de embrague, el vehículo estaba listo para funcionar.
Una breve prueba de validación al final del video revela que todo está arreglado. Siendo el verdadero aficionado a la gasolina que es, Tyrrell puso al Countach en el escurridor para probar el rendimiento del superdeportivo. Después de conducir lo que tiene que ser uno de los ejemplos más raros que existen, apostamos a que sería difícil superar esta experiencia.
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Here’s A Rare Look At Ferruccio Lamborghini’s Personal Countach
Nov 07, 2020
This vehicle redefines the word rare.
Let’s start off by talking about the man behind Tyrrell’s Classic Workshop, Iain Tyrrell. A distant relative of Formula 1 mogul Ken Tyrrell, Iain spends most of his time restoring classic cars – many of them being Lamborghinis. As his repertoire speaks for itself, he recently received
Ferruccio Lamborghini’s one personal Countach to set his hand to.
With 36-years of experience in classic car restoration, it’s safe to say that Ferruccio’s one love is in good hands. Track record aside, this
Countach is a lot more than just the CEO’s company car. It bears the original low roofline which was changed later on after many couldn’t fit properly in their pride and joy; along with its original dimensions, the vehicle was resprayed in stark white – the only color Ferruccio said a Countach should be painted.
As his YouTube channel includes “Workshop” in its title, Tyrrell took inventory of the vehicle’s minor faults during his test drive. Right off the bat, he noticed the clutch wasn’t disengaging all the way, resulting in a stiff gear change. The only other issue he came across was the car picking up cambers quite aggressively on the road – certainly tough to perfect with a 345 section rear-tire. Big kudos go to Mr. Tyrrell for properly driving the supercar because allegedly the previous owners were much too scared to pilot a vehicle of such value.
On closer inspection in the workshop, he also spotted an issue with one of the door handles not working properly. Fixing the easy things first, he swaps out some components on the door system in a matter of minutes and keeps ticking things off the list. After swapping out some of the worn suspension bushings and a fluid cycle in the clutch system, the vehicle was ready to go.
A brief validation test at the end of the video reveals that everything is fixed. Being the true petrolhead that he is, Tyrrell put the Countach through the wringer to have a taste of the supercar’s performance. After driving what has to be one of the rarest examples in existence, we’d wager it’d be tough to top this experience.
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