Me imagino al currante con ahorros, autónomo medio, pequeño empresario de pyme, a la vuelta de sus vacaciones con la familia tras disfrutar unos días con ellos, que no del buel tiempo, ahí en su SUV blanco diésel con los nenes, tras haberse gastado 1000 euros todos estos días llevando a su familia de merecidas vacaciones en temporada alta, recorriendo todo el trayecto desde (póngase cualquier punto entre las marismas de Isla Cristina y Portbou) hasta su Madrid residencial, surcando la A5 mientras se felicita por haber ido despacio todo el trayecto y no haber caído en ningún radar, repasando mentalmente las cuentas de mañana, las nóminas a pagar, la seguridad social de empleados y propia, ese proveedor que no paga, esa administración que te ha dejado a deber, en fin, intentando recuperar el dinero gastado estos días cuando zaaaaaaaaaaaaaaassss es cazado por este radar que le da la "bienvenida" al tajo y la vuelta a la realidad, que no es otra que la de remar y pagar impuestos directos, indirectos o en multas, para mantener este derrochador estado de las administraciones y su deuda infinita que no deja de subir.
Y luego habrá quien le pida su voto y todo