Cada hora y media, una persona muere en España como consecuencia de un accidente de tráfico. Más de 800 personas se salvarían cada año si se alcanzaran los estándares de uso de países como Suecia. No llevar abrochado correctamente el cinturón de seguridad multiplica por cuatro la posibilidad de morir tras un choque. El impulso de los sistemas de seguridad pasiva de última generación en los automóviles, como los cinturones de seguridad con sensores eléctricos que se anticipan al accidente, es clave para conseguir reducir el número de muertes en carretera. Esta es una de las principales conclusiones de los expertos que han participado en la conferencia ‘El cinturón de seguridad. Tecnología y evolución’, organizada en Barcelona por Applus+ (a través de la Cátedra Applus+ en Seguridad del Automóvil), la Fundación Agbar y la Universidad Politécnica de Catalunya. Según diversos estudios, en España muere una persona cada hora y media como consecuencia de un accidente de tráfico. Las estadísticas revelan, además, que no abrocharse correctamente el cinturón de seguridad multiplica por cuatro la posibilidad de perder la vida tras un choque. De hecho, el European Transport Safety Council asegura que si se consiguieran en España los estándares de uso del cinturón de países como Suecia, se podrían salvar más de 800 vidas cada año. La conferencia fue inaugurada por Carles Grasas, director general de Applus+ IDIADA (centro tecnológico de Applus+ que presta servicios de ingeniería, ensayo y homologación a la industria de automoción), y contó con la participación de ingenieros y expertos del sector como Salvador Montesinos, responsable de cinturones de seguridad del Centro Técnico de SEAT; Mónica Aresté, ingeniera de Proyectos Autoliv LKE; Robert Zobel, responsable de Investigación Básica en Seguridad Pasiva de Volkswagen A.G.; Xavier Almirall, del Servei Català de Trànsit; Mario Hurtado, director de la Cátedra Applus+ en Seguridad del Automóvil, y Joaquim Huguet, de Applus+ IDIADA. Tecnología al servicio de la seguridad Durante su intervención, Salvador Montesinos, de Seat, ha destacado la importancia de los avances electrónicos que “han permitido que los cinturones de seguridad puedan anticiparse a cualquier tipo de accidente, detectar un posible choque antes de que se produzca y calcular la gravedad del impacto de acuerdo con la constitución de ocupante”, minimizando de este modo las lesiones derivadas de una colisión. En este sentido, ha remarcado también los ensayos con pre-pretensores eléctricos, que además de eliminar la holgura que pueda existir entre el cuerpo del ocupante y el cinturón, incluye un sistema reversible que mejora su posición antes de la colisión evitando los riesgos derivados de una mala postura frente al choque. Por su parte, Mónica Aresté, de Autoliv, ha subrayado las novedades en torno a los sistemas limitadores de carga que absorben la energía resultante de un choque, además de las posibilidades que abren los nuevos sistemas adaptables, que se adecúan al peso y complexión del ocupante, sobre todo para mujeres y niños. En cuanto a las tendencias futuras que se incorporarán en los vehículos en pocos años, Aresté ha mencionado los cinturones con airbag integrado en la banda pectoral, que se activa repartiendo la carga en el pecho y mejorando así la retención; los beneficios de los de cuatro puntos, con forma de V y muy utilizados en los coches de competición, para evitar lesiones en el caso de impactos laterales y vuelcos; y las posibilidades de los cinturones de 3+2, en forma de X, para evitar daños. Asimismo, ha recordado la necesidad de combinar el cinturón con otros sistemas de seguridad pasiva, como el reposacabezas, para minimizar las lesiones en la parte superior del cuerpo y limitar los posibles daños por un exceso de retención, el llamado efecto latigazo. Finalmente, Robert Zobel, de Volkswagen, ha recordado la progresiva disminución de los daños derivados de los accidentes de tráfico en los países europeos desde la implantación del cinturón de seguridad, tanto en la gravedad de las lesiones como en la reducción del número de muertos y heridos. Además, ha subrayado la importancia de la correcta colocación del mismo para garantizar su efectividad, evitando holguras y adaptándolo a la altura y la constitución de cada ocupante.
Tenia que ser un acto reflejo aborcharse el cinturon cuando subimos al coche, desgraciadamento no es asi para muchas personas. Muy interesante gavira;-)
Mira, yo es una de las poquísimas cosas útiles que saqué de la autoescuela. No sé porqué pero me caló tan hondo lo del cinturón que es absolútamente imposible que me ponga a circular sin llevarlo atado ...
Lo curioso del tema, es que algunos coches llevan ese sistema de anclaje, y se le considera racing-tuning... Y todavía hoy en día, está mal visto cumplir los límites en zonas específicas (se pone la gente hecha un energúmeno, los que van detrás) y ponerse el cinturón... ¿Quién no ha oído alguna vez aquel comentario de "y para qué te lo pones si vamos aquí al lado"? Vamos, como si se fuera a desgastar el cinturón...
