Reihesechs;10987207 dijo:
Es que yo le tengo bastante manía. La parte de los arpegios en agudos me parece cursi a más no poder. Parece música hecha para mero divertimento de una corte poco exigente y para puro lucimiento de la soprano. Dificilísimo de ejecutar con una afinación medianamente buena, desde luego. Pero "plásticamente" no me llena.
Todo esto dicho con el mayor de los atrevimientos

ya que me faltan muchas horas de vuelo escuchando música clásica pero prefiero el Requiem de Mozart a "esto" de la Flauta Mágica. Sé que son obras y estilos diferentes, no comparables. Pero escuchando el requiem noto algo especial, algo trascendental al escuchar la "Lacrimosa". Oyendo ESE PASAJE que te comento de esa aria me parece estar escuchando los 40 principales del siglo XVIII
Hay que situarse en el entorno histórico en que se escribió esa partitura. La Flauta Mágica es un "singspiel", es decir, una ópera popular cantada, con piezas musicales poco sofisticadas, y con argumento un tanto sencillo, y a veces hasta cómico. El equivalente en España del singspiel sería la Zarzuela, para entendernos. Es una ópera "para todos los públicos", pero aunque sea así, lo que Mozart entendía como una obra para todos los públicos, le salió una obra maestra.
No es de extrañar que en una obra con esta fórmula musical, Mozart incluyera alguna pieza para puro lucimiento de los cantantes, como es la aria de La Reina de la Noche, o incluir personajes cómicos como Papageno/Papagena.
Aún así, esta ópera es una de las más representadas en todo el mundo, y algunas melodías de la misma han pasado a la posteridad como verdaderas obras de arte.
No se puede comparar la livianidad de La Flauta Mágica con la solemnidad del Requiem, son dos planteamientos musicales y operísticos muy diferentes.
...y para que veas que en La Flauta Mágica hay un poco de todo, incluso piezas para lucimiento de vozarrones machos, la voz de Kurt Moll interpretando a Sarastro deja casi en ridículo a los gorgoritos de Francisco imitando a Nino Bravo en el video que ha puesto Rafael.