Joé, no sabía que el Rey León fuera muda... Eso es evidente, pero para el que no entienda de coches y velocidad, como yo, el anuncio es un engaño. Como tantas cosas, claro...
¡Oíde, oíde! os ruxidos que dan as que non poden deixar de queimarse no augardente, quedando así purificadas