Homologation Specials: 1974 Lancia Stratos HF Stradale •30 mar 2021 Petrolicious El legado de Lancia en los deportes de motor abarca muchas décadas y disciplinas, pero la marca italiana obtuvo sus victorias más consistentes y significativas en el Campeonato del Mundo de Rallyes (WRC). Lo más alejado posible de un pony de un solo truco, Lancia ganó 10 títulos de constructores del WRC entre la temporada 1974 y 1992 con tres autos muy diferentes (cuatro si se cuenta el campeonato precursor del WRC, que Lancia ganó con el Fulvia), pero el extraterrestre y tremendamente exitoso Stratos fue la única máquina de la compañía completamente construida para tal fin. El Stratos tuvo un reinado dominante en el WRC que continuó mucho más allá de la vida útil de un automóvil de competencia típico (además de ganar un hat trick de títulos de constructores del WRC para el equipo de fábrica entre 1974 y 1976, los privados se aseguraron de que el Stratos continuara ganando etapas de rally y eventos a principios de la década de 1980), pero su lugar en la historia de Lancia no se basa únicamente en sus habilidades para ganar trofeos. El Stratos fue un proyecto especial que combinó la entonces floreciente dinastía de los rallyes Lancia, el cambio de paradigma y el diseño que definió la era del Marcello Gandini de Bertone, y para hacer la historia aún más de un equipo de estrellas italiano, su potencia fue cortesía de uno encabritado: Ferrari. Impulsado por el V6 de Dino, el Stratos no fue solo una historia de éxito de Lancia, sino también italiana. El automóvil evolucionó más allá de la etapa de rally para enfrentarse a la competencia del Grupo 5 durante la era de la silueta, y la versión legal de calle se ha mantenido como una de las máquinas más salvajes que jamás haya usado una matrícula. En la película de esta semana nos unimos a Sam Hancock en uno de esos modelos de Stradale mientras le da un ejercicio adecuado en un tramo de montaña costera de ensueño. Lancia’s motorsport legacy spans many decades and disciplines, but the Italian marque earned its most consistent and most significant victories in the World Rally Championship (WRC). As far removed from a one-trick pony as possible, Lancia won 10 WRC constructor titles between the 1974 and 1992 season with three very different cars (four if you count the precursor championship to the WRC, which Lancia won with the Fulvia), but the extraterrestrial, wildly successful Stratos was the company’s only completely purpose-built machine. The Stratos had a dominant reign in the WRC that continued well beyond the lifespan of a typical competition car (besides winning a hat trick of WRC constructor titles for the factory team between 1974 and 1976, privateers ensured that the Stratos continued to win rally stages and events into the early 1980s), but its place in Lancia’s history isn’t based solely on its trophy-taking abilities. The Stratos was a special project that combined the then-burgeoning dynasty of Lancia rallying, the paradigm shifting and era-defining design of Bertone’s Marcello Gandini, and to make the story even more of an Italian all-star team, its horsepower came courtesy of a certain prancing one: Ferrari. Powered by the Dino’s V6, the Stratos was not just a Lancia success story, but an Italian one. The car evolved beyond the rally stage to take on the Group 5 competition during the silhouette era, and the street legal version has remained one of the wildest machines to ever wear a license plate. In this week’s film we join Sam Hancock in one such Stradale model as he gives it some proper exercise on a suitably dreamy stretch of coastal mountain road.
