Los gravámenes en todoterrenos reducirán las ventas entre un 20% y un 25%
Madrid.-El consejero delegado de Mitsubishi Motor Automóviles España, José Ramón Soriano, dijo a EFE que la aplicación a los todoterrenos de posibles gravámenes fiscales implicaría una reducción anual en las ventas de estos vehículos de entre el 20 y el 25 por ciento.
El año pasado se vendieron en España 120.000 todoterrenos, un mercado que por entonces crecía a ritmos mensuales del 20 por ciento y que en el pasado marzo todavía mantuvo un buen ritmo de crecimiento, con un alza del 15 por ciento.
Soriano, no obstante, matizó que "ahora se dice que el mercado de los todoterrenos ha crecido muchísimo, pero opino que no; el que ha crecido es el nicho de los todocaminos o SUV".
Los propósitos esbozados por el Gobierno respecto a la aplicación de estos gravámenes, son para el máximo responsable del fabricante nippón en España, producto de que "los gobiernos españoles, en general, nunca han tenido una política clara con esta industria. Han ido a salto de mata con un sector que merece mucha atención por su implicación en el PIB y en el empleo".
El directivo apuntó que los problemas que acechan a la industria automovilística española "no vienen de los países del Este, sino del marco laboral", y añadió que esta premisa afecta a la globalidad de la economía española.
Respecto al automóvil, Soriano indicó que se ha pasado de una situación de superávit en la balanza comercial a otra de déficit y en ese tránsito negativo ha influido una producción automovilística que hoy no se ajusta a la realidad de los mercados, además de las rigideces laborales.
Las presiones que padece el sector automovilístico español tienen buen parte de culpa en la condición de España como país periférico, por lo que Soriano abogó por compensar estos desfases a base de mayor productividad en las plantas españolas.
En este sentido, encontró puntos de comparación con el Reino Unido, país que ha perdido una de las industrias automovilísticas más poderosas del mundo.
Soriano también encontró serios problemas en la vertiente comercial, al señalar que "la actividad automovilística es de los pocos negocios en el que cualquier persona que va a comprar un coche siente la necesidad de pedir un descuento, y la compañía, de hacerlo".
Puestas así las cosas, para Soriano este hecho tiene la explicación de que "en estos momentos el sector está convencido de que es más económico forzar las ventas a base de descuentos que parar una fábrica".
Respecto a los planes de Mitsubishi en España, su consejero delegado destacó que para este año, la previsión de ventas de la marca está en torno a las 21.500 unidades y que el objetivo a más largo plazo, para 2008, está en alcanzar las 25.000 ó 28.000, "aunque todo depende de lo que pase con la Administración.
En términos económicos, la facturación de la filial, sumadas las ventas automovilísticas y los recambios, se puede situar este año en torno a los 400 millones de euros.
Al repasar la gama de vehículos que oferta, el consejero delegado de la filial española de Mitsubishi subrayó que en turismos, -con el compacto Colt y el monovolumen Grandis, "es nueva, pero pequeña" y está lastrada por los bajos márgenes comerciales, aunque se vende más.
Por lo que se refiere a todoterrenos, dijo que "tenemos grandes coches, pero están algo fuera del mercado por su antigüedad", para añadir que su representante en el nicho de los SUV, el Outlander, está penalizado por la ausencia de una versión diesel.
José Ramón Soriano aseguró que el abandono de Daimler Chrysler como accionista de referencia de la marca "nos ha beneficiado".
Fuente: EFE
Madrid.-El consejero delegado de Mitsubishi Motor Automóviles España, José Ramón Soriano, dijo a EFE que la aplicación a los todoterrenos de posibles gravámenes fiscales implicaría una reducción anual en las ventas de estos vehículos de entre el 20 y el 25 por ciento.
El año pasado se vendieron en España 120.000 todoterrenos, un mercado que por entonces crecía a ritmos mensuales del 20 por ciento y que en el pasado marzo todavía mantuvo un buen ritmo de crecimiento, con un alza del 15 por ciento.
Soriano, no obstante, matizó que "ahora se dice que el mercado de los todoterrenos ha crecido muchísimo, pero opino que no; el que ha crecido es el nicho de los todocaminos o SUV".
Los propósitos esbozados por el Gobierno respecto a la aplicación de estos gravámenes, son para el máximo responsable del fabricante nippón en España, producto de que "los gobiernos españoles, en general, nunca han tenido una política clara con esta industria. Han ido a salto de mata con un sector que merece mucha atención por su implicación en el PIB y en el empleo".
El directivo apuntó que los problemas que acechan a la industria automovilística española "no vienen de los países del Este, sino del marco laboral", y añadió que esta premisa afecta a la globalidad de la economía española.
Respecto al automóvil, Soriano indicó que se ha pasado de una situación de superávit en la balanza comercial a otra de déficit y en ese tránsito negativo ha influido una producción automovilística que hoy no se ajusta a la realidad de los mercados, además de las rigideces laborales.
Las presiones que padece el sector automovilístico español tienen buen parte de culpa en la condición de España como país periférico, por lo que Soriano abogó por compensar estos desfases a base de mayor productividad en las plantas españolas.
En este sentido, encontró puntos de comparación con el Reino Unido, país que ha perdido una de las industrias automovilísticas más poderosas del mundo.
Soriano también encontró serios problemas en la vertiente comercial, al señalar que "la actividad automovilística es de los pocos negocios en el que cualquier persona que va a comprar un coche siente la necesidad de pedir un descuento, y la compañía, de hacerlo".
Puestas así las cosas, para Soriano este hecho tiene la explicación de que "en estos momentos el sector está convencido de que es más económico forzar las ventas a base de descuentos que parar una fábrica".
Respecto a los planes de Mitsubishi en España, su consejero delegado destacó que para este año, la previsión de ventas de la marca está en torno a las 21.500 unidades y que el objetivo a más largo plazo, para 2008, está en alcanzar las 25.000 ó 28.000, "aunque todo depende de lo que pase con la Administración.
En términos económicos, la facturación de la filial, sumadas las ventas automovilísticas y los recambios, se puede situar este año en torno a los 400 millones de euros.
Al repasar la gama de vehículos que oferta, el consejero delegado de la filial española de Mitsubishi subrayó que en turismos, -con el compacto Colt y el monovolumen Grandis, "es nueva, pero pequeña" y está lastrada por los bajos márgenes comerciales, aunque se vende más.
Por lo que se refiere a todoterrenos, dijo que "tenemos grandes coches, pero están algo fuera del mercado por su antigüedad", para añadir que su representante en el nicho de los SUV, el Outlander, está penalizado por la ausencia de una versión diesel.
José Ramón Soriano aseguró que el abandono de Daimler Chrysler como accionista de referencia de la marca "nos ha beneficiado".
Fuente: EFE